Esta experiencia fue hace ya bastantes años. Recuerdo que fue en Marzo para el día de la mujer. Fui con una niña con la que salía en esa época, bajita, gordita, pero muy risueña, y excelente en la cama. Además bisexual, le gustaban las chicas también.

Hace rato teníamos el plan y ese día no teníamos nada que hacer, teníamos algo de plata, así que nos animamos a ir. Fuimos a uno que queda debajo de Atlantis Plaza, bueno pero costoso como casi todos. Entramos y pedimos media de aguardiente. La música comenzó, la gente iba entrando, el bar es bastante normal, por lo menos la pista de baile. Atravesando una puerta había más ambientes, pero al principio estábamos ahí viendo cómo llegaban las parejitas. Pocos jóvenes, la mayoría parejas de edad, o lo típico, un señor mayor y una nena claramente prepago.

Hubo un show de striptease, hombre y mujer ambos con antifaz. La chica bonita, pero muy operada. Ya varias chicas se lanzaban a bailar con el muchacho del striptease.  Bailamos un rato y luego hicieron un concurso de hombres que se animaran a hacer un striptease por ser el día de la mujer. Carolina me dijo que participara, así lo hice y gané jajaja. No porque tuviera el super cuerpazo, pero honestamente, estaba compitiendo con un par de señores canosos y de bigote… Me gané 200mil pesos, que obviamente usamos para comprar más trago en el sitio.

Ya que yo quedé en bóxer, dejamos las cosas en el vesiter y pasamos a la zona húmeda, solo con ropa interior y una toalla. Nos metimos al jacuzzi, un jacuzzi grande, donde caben unas 10 personas. Ahí tuvimos sexo un par de veces, pues a ella le gustaba mucho el contacto con el agua. También en el sauna y hablábamos casualmente con otras parejas, pero nada de contacto todavía. Pero era muy excitante ver parejas teniendo sexo en todo lado, así como tener sexo delante de muchos ojos que nos veían.

De la zona húmeda subimos a otra zona que queda en un segundo piso. Es impresionante, una gran variedad de camas, de todos los tamaños y estilos. Ya para cuando fuimos era una gran orgía. Todos tenían sexo en todas partes y con varias personas. Tríos cuartetos, montones de cuerpos y miradas por doquier. En la cama grande había dos parejas, las dos chicas en 4 con su respectivo hombre atrás, dándoles mientras ellas se besaban.

 En otra cama dos chicas se acariciaban y gemían mientras una concurrencia las observaba. Era imposible no excitarse. Con Carolina tuvimos sexo, se hizo arriba mío como más le gustaba y se entregó al placer mientras se excitaba con la mirada de los desconocidos. Cuando terminamos en un delicioso orgasmo, le dije que quería verla con otra chica. Aunque ya llevábamos saliendo casi un año, aún no había tenido la oportunidad de verla con otra chica. En la misma cama al lado de nosotros, otra pareja comenzaba a acariciarse. Tenían unos treinta y tantos, de pronto cuarenta ambos. Con una mirada se les acercó, y después de la aprobación de la chica, comenzaron a acariciar sus cuerpos. Carolina la masturbaba mientras besaba sus senos, para luego bajar y comenzar un oral impresionante a la mujer que trataba de concentrarse en mantener el miembro de su esposo en la boca. La logró hacer venir, y volvió conmigo, no sin recibir las gracias de la señora.

Volvimos a la zona húmeda, pensando que ese iba a ser nuestro mayor logro de la noche; personalmente yo estaba bastante conforme. Nos metimos al jacuzzi ya con ganas de descansar del sexo. Fui al baño un momento y cuando volví, Carolina hablaba con otras 3 parejas. Todos estaban en plan de relax, charlando y riéndose. Nos presentamos entre todos indagando si era nuestra primera vez en un sitio así, etc. La conversación fue fluyendo y las chicas comenzaron a hacer un concurso del miembro más grande. Iban pasando uno por uno haciendo sexo oral y luego daban su veredicto. Fue algo más divertido que excitante, pero se armó una complicidad entre las 4 parejas bastante interesante. 

Hicimos vaca para comprar más trago entre todos, y entramos a preguntar quién estaba dispuesto a hacer intercambio de parejas. Al parecer todos estábamos suficientemente animados, así que volvimos al segundo piso de las camas, y los 8 comenzamos a acariciarnos, con la condición que ninguno quedaba con su pareja.

 Las chicas se acostaron y nosotros procedimos a hacerles sexo oral. A mí me tocó una hermosa manizaleña, delgada, no tenía casi tetas pero una cola espectacular, trigueña y de pelo muy negro y crespo. La hice venir con mi boca, y me dijo sorprendida que lo hacía muy bien. Carolina le aseguró que “yo era el mejor” jajaj, siempre le gustó cómo se lo hacía. Para agradecerme, la manizaleña (que dijo llamarse Viviana) me subió sobre ella, y comenzó a hacerme una mamada espectacular. 

Carolina aprovechó, y se puso en 4 a hacerle sexo oral a Viviana mientras ella me lo chupaba de una manera espectacular. Yo ya tenía encima casi 4 polvos con Carolina, pero eso no impidió que esta mujer me hiciera venir a chorros como en 5 minutos. Lo recibió feliz en la boca mientras me lanzaba una sonrisa cómplice, y seguía gimiendo por el oral que le hacía Carolina, quien a su vez estaba siendo penetrada por el esposo de Viviana.  Después de hacerme venir a mi, se incorporó, y se subió encima de otro de los que subió con nosotros. Comenzó a cabalgarlo, y me seguía dando sexo oral al tiempo con Carolina, quien en 4 recibía embestidas del esposo de Viviana. 

Otro sujeto se subió donde Viviana y comenzó a penetrarla por detrás. Ahí terminamos gritando juntos de placer, Viviana penetrada por dos a la vez, y Carolina por el esposo de Viviana y con mi pene en la boca. Una imagen increíble hasta que  encendieron las luces anunciando que la rumba comenzaba a terminar. Con pesar nos dirigimos a los vestieres. Con Viviana y el esposo Compartimos el taxi de vuelta e intercambiamos números de contacto. Nos vimos en otras ocasiones, pero eso ya es otra historia.