Estaba viviendo en Medellín y ya había escuchado varias veces de la "fama" que tiene el cerro el Volador, así que un día tomé la iniciativa y me fui a hacer una "caminata" y de paso quería conocer el lugar. No sabía en qué lugar se daban los encuentros así que me fui por los senderos que todo mundo usa sin obtener ningún resultado, no veía nada extraño por ninguna parte, y así llegué hasta la cima del cerro y nada, después de deambular en aquel lugar me devolví, pero decidí irme por los caminos para probar suerte en un lugar menos concurrido. Me crucé con un tipo y yo , súper asustado no sabía qué esperar pues no sabía si me podía ganar un golpe en la cara por insinuarle algo a alguien con intenciones totalmente diferentes a las mías, por lo cual seguí derecho y sin embargo más adelante me detuve y miré hacia atrás y vi que él, al igual que yo, se detuvo y me hizo señas de que me quería hacer sexo oral, -(BINGO! estaba en el lugar correcto)-, yo sin pensarlo mucho, accedí pues era eso precisamente lo que había ido a buscar; nos acercamos, nos dimos la mano y hablamos un poco de camino al lugar a donde íbamos, él me decía que era cerca a unas antenas, llegamos al lugar, me empezó a hacer sexo oral en aquel lugar y yo a él también, follamos en aquel lugar al aire libre - estaba cumpliendo una de mis fantasías, tener sexo con un total extraño, sin mayor interacción entre ambos y en un espacio abierto-, después de todo nos despedimos y cada uno siguió con su camino.
Yo ya me disponía a irme de aquel lugar, sin embargo, yo de ganoso decidí darme otra "vueltica" por esos caminos y podía ver como la gente se iba adentrando en medio de los árboles a hacer lo mismo que yo iba buscando, y otros repartidos por todo el camino esperando a su "víctima", entre ellos había un mancito con el cual ya me había topado antes ese mismo día y me acerqué a él y lo saludé, le dije que si íbamos a dar una vuelta por ahí y me respondió que él concía un lugar en el cual podíamos estar cómodos, así que nos pusimos a caminar un poco y llegamos al lugar y allí nos empezamos a besar y a tocar no por mucho tiempo hasta que de repente el man con quién yo estaba se percató que había alguien más mirándonos y acercándose a donde estábamos, en medio de todo a mí no me molestaba la idea de que otro man se uniera a aquél festín, pues lo encontraba aún más excitante, sin embargo el man con quien yo estaba se enojó bastante con el otro y lo despachó y le dijo que se fuera; él, sin saber qué responder dijo que no había sido su intención interrumpirnos, pero ambos sabíamos cuáles eran sus intenciones. por decisión de él salimos de ese lugar y subimos aún más a un lugar más solo, nos desviamos del camino y nos metimos al bosque y allí continuamos con lo nuestro, me quité la camiseta y la pantaloneta al igual que él, follamos una chimba. No podía creer que eso estuviera pasando, yo teniendo sexo con otro extraño durante el mismo día y teniendo a la ciudad de Medellín como testigo de lo que estaba pasando, pues podía ver gran parte de la ciudad desde aquél lugar; nos hacíamos sexo oral mutuamente, yo me vine y él se vino en mi boca, pues es algo que disfruto mucho hacer. Después de haber follado como nunca, nos vestimos y salimos de aquella arboleda para darnos cuenta que aquél observador con quien nos habíamos encontrados hace un momento, nos había seguido y había visto absolutamente todo lo que habíamos acabado de hacer, pero ya no podíamos hacer nada.
Lo mejor fue que todos de alguna manera disfrutamos, los manes con quienes follé y el tipo que nos observaba también tuvo su espectáculo.
Espero que les haya gustado, díganme cuál fue la parte de la historia que más les gustó para saber qué clase de historias compartirles, pues tengo muchas
