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Cuando Es Inevitable Parte Ii

CUANDO ES INEVITABLE PARTE II

La semana había estado muy rutinaria, y las cosas no estaban saliendo como Tatiana deseaba, un mensaje iluminó la pantalla de su teléfono, era Andrés, el joven que siempre la molestaba y que aunque le atraía no era suficiente para dar el paso siguiente. –hola amor me encantaría verte- se podía leer en el mensaje, ella dudó por unos segundos pero dentro de sí misma esa sensación de excitaciónno había desaparecido; decidió que este era el momento de calmar su necesidad de hombre y saber que tan bueno era él en la cama. Sin tanta gabela fue al grano –ven a mi casa, estoy sola- fue la respuesta que envió; -¿segura?- Respondió el joven un tanto incrédulo, sí de una ven que te espero, fue el mensaje que aseguró lo que para ella sería un gran polvo.

Los minutos pasaron y el timbre sonó, era él, que había venido con toda; pasa a mi cuarto y culeame como nunca has culeado a nadie más, dijo Tatiana presa de su arrechera; Andrés comenzó con sus besos, un tanto bruscos pero muy apasionados, pasaba las manos sobre la pequeña blusa de tiras que llevaba la chica en ese momento e intentaba hallar con desesperación las tetas de ella, las caricias eran reciprocas, y Tatiana sentía como ese fuego se iba apoderando de su cuerpo y un extraño calor en su vientre era presagio de la humedad de su cuca, Andrés con la verga tan tiesa como un mástil se afanaba a chupar los rosados y tiernos pezones de la chica, como si esperara sacar un néctar de esas tetas; pasaba su lengua alrededor de los pezones mientras que con su otra mano se abría camino a través de la mojada tanga de Tatiana, y sin remordimiento alguno metió su dedo corazón en la babosa concha de ella, y pudo llegar a tocar tan magna vagina y sintió que era la mejor que había tocado. La chica por su parte anhelaba que Andrés fuese un maestro con los dedos y supiera elevar el clímax que ella deseaba, las cosas iban bien y sintió el afán de Andrés en penetrarla; se recostaron en la alfombra y de un jalón sintió como su diminuto short ya no estaba y su brillante y mojada cuca estaban a disposición de su galán, vio como ya el joven apuntaba su erecta verga a la entrada de su vagina y sintió como la clavó sin el menor pudor; las embestidas eran un tanto torpes pero con mucha energía, el bombeo era impresionante y ella empezaba a gozar de una verga en su interior, de esa dulce sensación de un falo de carne apuñalando la tierna he inexperta cuca de tan hermosa mujer, no le importaba si ese joven se había puesto el condón o no, o si alguien escucharía sus pequeños gemidos producto de la penetración, era uno de los momentos que ella deseaba que nunca terminaran y mientras sentía como el libido subía se percató también de la fuerte venida que Andrés había tenido, su exceso de energía y de ganas por follarse a su chica lo había llevado a una eyaculación abundante pero con demasiada ligereza dejando a la chica a la mitad de su libido y por ende sin tener su maravilloso orgasmo. Con un pequeño tono de molestia indicó al joven que se bajara de su ser y que se fuera rápido que su hermana estaba a punto de llegar; a lo cual con una mirada de intensa vergüenza Andrés no pudo pronunciar palabra alguna y así como llegó se marchó lleno de miedos e inseguridades.

La molestia de haber quedado arrecha y frustrada causaban un sentimiento de rabia que debía calmar de alguna manera pensó en masturbarse y dejó caer su cuerpo en su lecho y con sus ojos cerrados empezó a acariciar su concha con sus dedos, poco tiempo había pasado cuando pudo percatar una silueta que oscurecía su habitación, abrió sus ojos y quedo helada y estupefacta, era Alberto su cuñado el cual la observaba desde el umbral de la puerta, y dejaba notar la tremenda erección que su ropa dejaba marcar; -¿Qué haces ahí? ¿Por qué me estás espiando?- preguntó Tatiana mientras se intentaba tapar con su cobija, vete de acá añadió a su retórica, pero la respuesta que le dio su cuñado la dejó aún más perpleja; quedaste caliente ¿verdad?, eso pasa cuando te dejas montar de cualquiera y no de un verdadero hombre. Él lo sabe todo, me vio, ¿qué hago? Fueron los interrogantes que inundaron la mente de la joven que solo atinó a preguntar – ¿y me piensas acusar con mi hermana?, ¡no! Exclamo Alberto, es tu vida tú sabrás que haces y como disfrutas, solo intenta escoger mejor tus amistades, ojala la próxima vez sea un hombre de verdad el que te hago ver estrellas. Tatiana supo que esa mirada picara de su cuñado escondía algo extraño y así desnuda como estaba atravesó el pasillo hasta la sala de estar y se paró frente a Alberto y con autoridad le preguntó ¿un hombre de verdad?, ¿cómo tú?; Alberto fijo su mirada en la rosada concha de la joven y solo dijo, -si quieres disfrutar de un hombre de verdad entonces te voy a enseñar que es culear de verdad, y de un brinco quedó frente a Tatiana y con un movimiento rápido sentó a la joven en un mueble, se arrodilló y pasó su lengua por el clítoris expuesto de ella, un extraño corrientazo atravesó la espina dorsal de la chica y como si un cántaro dejara escapar su liquido así mismo se inundó la cocha de la chica, ese hombre era un animal, pero un experto sin dudas alguna; lamia la pequeña entrada de su cuca, introducía su lengua en su interior y daba pequeños apretones a los labios vaginales; Tatiana se revolcaba de placer, sentía como su libido se reactivaba de una manera increíble y deseaba más y más; inclinó su cabeza hacia adelante y abrió sus ojos al percatarse de que Alberto había cesado con su placentero oral, solo para toparse de frente con la gran verga de su cuñado, haciendo una invitación a devolver cortesías; no era muy experta pero quiso ser agradecida con este hombre, así que abrió su boca y metió la verga de su cuñado de una manera un tanto torpe y hasta tierna; y con movimientos de penetración intentó emular una buena mamada que había visto en una peli porno, Alberto decidió que era momento de dar la estocada final y enseñar a su pequeña cuñada cuan perra podía llegar a ser si un verdadero macho la enseñaba a follar. Sacó entonces la verga rebosante de saliva de la boca de la joven y con delicadeza la tomo en brazos y la subió a su cintura quedando casi alineados su verga con la concha de ella y la dejo caer sobre su verga parada, Tatiana pudo notar la diferencia de tamaño entre la verga de Alberto y la de Andrés la de su cuñado era mucha más gruesa y casi podía sentir las palpitaciones de la misma; empezó entonces un bombeo mesurado, un ejercicio de sube y baja que aumentaban el éxtasis de los amates y que se facilitaba por la abundante lubricación de la chica, era mágico para Alberto hasta el punto de casi correrse, pero no podía hacerse ni hacerle eso a su joven amante, era momento de darse una pausa activa y bajó a Tatiana de su cintura y la puso de perrito en el mueble; -¿te han chupado el culo alguna vez?- preguntó el hombre, -nunca, pero me encantaría- respondió la chica e inclinando su cabeza puso a merced de su cuñado su virginal culo para que este hiciese lo que sabía con el, sintió la fría lengua de Alberto pasar por los pliegues de su estrecho culo; era un tanto diferente pero muy placentero también y se dejó llevar por la arrechera, pocos minutos pasaron cuando de repente y sin previo aviso la verga de Alberto se abrió paso a través de su lubricada cuca; y empezó unas embestidas lentas pero fuertes; ya para ese momento Tatiana estaba a punto de llegar al orgasmo y se lo hizo saber a su cuñado con una rítmica danza pélvica que obligaba a entrar más profundo la verga de su hombre, pocos segundos de esta danza bastaron para que la hinchada concha de la joven de inundara con fluidos vaginales y dejara temblorosa toda su humanidad, no lo podía creer su primer orgasmo de verdad, ahora si era una mujer, Alberto por su parte se deleitaba viendo a su pequeña cuñada intentando recuperar el aliento, y así como en un principio lo hizo volvió a ensartar su fálico miembro en las entrañas de la chica y ahora con embestidas más salvajes pudo sentir la espesa leche brotar de su interior y llenar la cuca de la joven con el néctar puro de un macho de verdad, sintió como su verga descargaba hasta la última gota de leche en la estrecha concha de la chica que ya no era tan chica; abrazó y besó a Tatiana interprendo el momento y en medio de su recuperación corporal pudo escucharlas palabras de su cuñada que con alegría intensa en su mirada le agradecía por haberla hecho sentir una mujer de verdad y por demostrar que ella podía ser tan feliz con un hombre de verdad. Y mientras la chica caminaba hacia su habitación el sentía la satisfacción de hacer realidad las fantasía y más aún cuando es inevitable.

GRACIAS

amy03

Soy hombre heterosexual

visitas: 789
Categoria: Fantasías
Fecha de Publicación: 2018-03-16 05:17:33
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1 Comentario

Gracias , muy buen final.

2018-03-20 04:06:16