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Varios días atrás, maquinando mentalmente cómo sorprender a mi pareja y por referencia de ella misma, pretendí visitar una tienda de sexshop, pero no logré manejar adecuadamente mi timidez y opté por lo que acostumbro con ella, comprarle ropa íntima con la que considero resalta su estética, elegancia y sensualidad; fue un ejercicio personal que realmente había olvidado al tener que decidir lo que a ella le gusta y por cuanto las opciones son interesantes respecto del diseño y comodidad.Una vez decidí cuáles eran las prendas, las adquirí, pero para mi sorpresa al llegar a casa encuentro que vestía un brasier con características opuestas a mi selección, conclusión, recibió un obsequio (ella dice que lo compró)…aquí empieza realmente lo que quiero escribir, pero debo atender otros asuntos inmediatamente….luego regreso.
Al regresar…
Encontré entonces, la excusa y motivación para dedicar unas nuevas líneas al erotismo y morbo que hemos experimentado juntos, en especial, la manera en que nuestra comunicación íntima trasciende con novedades y riesgos a administrar cuando se superan los límites de la confianza mutua.Esto es, en texto claro y expreso, que tengo la certeza de que mi pareja disfruta con o sin mi consentimiento, de experiencias sexuales extramaritales que después de muchos años de convivencia e intimidad puedo tolerar siempre y cuando se conciba exclusivamente como placer sin acceder al enamoramiento.La admiración, gusto y atracción que ella me genera es suficiente para aceptar que dependo en gran medida de su encanto e iniciativa, mis fantasías eróticas las concibo sólo si ella es protagonista en las mismas, asumo que accederemos a vivir otras experiencias íntimas como ya lo hemos hecho antes, aun cuando el temor de que el encanto y pasión del otro, llegue a cautivarla.Es una mujer hermosa y muy sexual, apetecible en todo, no sólo por su físico, verla en distintas faenas sexuales es de mi interés por la incertidumbre de saber hasta dónde podemos llegar. Quiero escribir y describir las imágenes reales tanto de sus experiencias personales cómo en las que yo sea su espectador.