Antes que nada debo contarles que solo me había vestido de nena escondida en la tranquilidad de mi casa, solamete me había probado prendas de mi hermana o de mis novias y la verdad siempre había sido hetero, con un pensamiento muy tajante de que aunque era de mente muy abierta, nunca estaría con un hombre, ya que su figura no me atraía 

Todo empezó en unas semanas de vacaciones en la playa, no tenía mucho para hacer y no conocía gente en el sitio, así que me decidí a ir a una tienda de fetiches. Era una tienda grande y había de todo, así que me emocioné, le pregunté a la mujer que atendía por varias prendas de mi talla y ella sin yo decirle supuso que eran para mi, fue demasiado amable y hasta me ayudó a probármela. En ese momento compré de todo, corsettes, botas, tacones, medias, tangas, faldas, pelucas, etc. , tomé unas revistas que regalaban en la tienda y me fui a casa emocionada.

Al llegar a casa no pude resistir y empecé a medirme todo, y dejé de último un corsette de cuero por lo difícil de amarrar yo sola. Demoré montones para ponérmelo, cuando al fin lo logré no me lo quería quitar y me puse a leer las revistas que había traído, al ver todo lo que publicaban, encontré publicidad de un bar de nenas trans que abría todos los días e inmediatamente mi mente voló, mis ganas de exhibirme como nena afloraron y dije por qué no??

Enseguida me ocupé vistiéndome con tacones, tanga, peluca, máscara y medias y empezó la adrenalina a correr por mi cuerpo, al saber que iba a empezar mi primera travesía al mundo de exhibirme como nena.

Así mismo como iba vestida, sin nada mas encima decidí salir de mi apto, todo el edificio está lleno de cámaras, pero no me importó, quería exhibirme, así que llegué al auto, puse el GPS y emprendí mi camino a The Castle Lounge.

Era media hora de camino y ya eran mas de las 11 siendo martes, se me hizo un camino eterno y me sentía muy excitada al ver mis piernas desnudas y sentir mi tanga metida entre mis nalgas.

Al llegar al club, moría de miedo, casi no soy capaz de bajarme del auto, hasta q lo logré, salí del auto con las piernas temblorosas y habían varios carros que debía atravesar de pavimento con mis nuevos tacones antes de llegar a la entrada del club. Estaba muy asustada y tenía frio, no se si por los nervios, por el clima o por los dos, y justo al pasar el último auto, me encuentro de frente con un grupo de hombres que estaba fumando interrumpiendo la entrada al bar. No me lo esperabaaaaaaaaa, mi corazón latía a mil, ellos se me quedaron mirando y a mi lo único que se me ocurrió fue preguntarles si podía entrar vestida así, dando la vuelta para que me vieran bien, mientras mis piernas temblaban terriblemente. Uno contestó que claro, que la fiesta era adentro, pero me dijo que mas bien nos fuéramos y hacíamos una fiesta privada, yo me impresioné por la propuesta, no esperaba ni buscaba algo así, entonces le contesté tratando de mostrar seguridad que apenas iba llegando y quería conocer, que posiblemente otro día. Y les pedí permiso para pasar y entrar al bar, solo que no contaba con que ninguno se movió, y me tocó pasar entre ellos, lo que aprovecharon para tocarme las nalgas entre todos mientras pasaba sin ningún tipo de pudor.

Yo estaba aterrada, pero trataba de no demostrarlo, así que terminé de pasar entre ellos, y al llegar a la entrada había un pasilllo oscuro en el que pude respirar un poco y pensar sobre lo que estaba haciendo y pasando. Aunque yo lo único que venía era buscando exhibirme y que me vieran vestida de nena, por obvias razones que no se me ocurrieron antes, si me veían vestida como puta los hombres que les gustan las putas trans, pues así mismo me iban a tratar.... esa fue mi reflexión, pero ya no había vuelta atrás, estaba en el pasillo de la entrada y si me devolvía, estarían esos tipos alí otra vez. 

Al entrar lo hice rápido, sin mirar a nadie y me senté en el primer asito de la barra, pedí y vodka con cramberry y me lo tomé fondo blanco para pedir otro y tranquilizarme un poco. Al terminar el seu¿gundo trago, pedí otro y en ese momento si ovltié la silla para poder ver el bar y la gente qye había.

Eran unas 10 trans, 2 mujeres y unos 8 clientes,cada canción una nena bailaba en el table dance y se bajaba a pedir sus tips, y de inmediato varias nenas se me acercaron a saludarme muy buena vibra y eso me tranquilizó un poco, pero al irse ellas, se me acercó uno de los clientes y empezó a hablarme, lo cual me volvió a poner nerviosa. Era un tipo alto, fornido, rubio, bermuda y camiseta gris oscura de unos cuarenta y tantos porque tenía algo de canas, manos grandes y solo hasta luego de su charla me percaté que nunca había detallado tanto a un hombre.... La verdad, yo no quería hablar con él, me sentia incómoda y nerviosa, pero él quería conocerme, y avanzando la charla y mientras me preguntaba cosas, empezó a ponerme sus manos en las piernas y a acercarse mas y mas, sobándome de arriba abajo mis muslos. Nunca antes un hombre me había tocado así ni yo prentendí que así fuera, pero esto me estaba causando no el malestar ni la repulsión que me debía causar normalmente, sino mas bien unos nervios incontrolables y una especie de ansiedad por sentir esas manos grandes q cada vez se sentían más cómodas recorriendo todos mis muslos acercándose a mi tanga. No soporté esa sensación y le pedí permiso y me fui para el baño super nerviosa.

Para llegar al baño si era necesario atravesar todo el bar, ya que estaba en la esquina opuesta, así que en ese recorrido si me vio absolutamente todo el mundo, ya no pasé desapercibida. Al entrar pude respirar, no entendía lo que me pasaba, lo que estaba sintiendo, todo era confuso. Hasta cuando me pude calmar y respirar profundo entendí que todo eso me estaba gustando, pero que no lo quería aceptar, que desde que entré por esa puerta vestida de nena, no era mas yo, sino Danielle una nena trans a la que los hombres veian con deseo y morbo, y que miraba a los hombres detallándolos y con picardía que los atraía.

Una vez que me calmé, salí del baño, pedí otro trago, y no volví donde el hombre por pena, sino que me quedé bailando en la pista con las otras nenas, viendo a las del table dance y relajándome un poco.

Y justo ya cuando estaba relajada una de las nenas me tomó del brazo, y me dijo que la acompañara porque el dueño quería hablar conmigo. En ese momento si se me puso el corazón a mil, no sabía que pasaba pero la seguí donde el dueño, Dan es un tipo buena gente, gordo de unos 60 y bajito, me saludó de beso, me agarró la mano, me hizo dar la vuelta para mirarme por todos lados, tocarme la cola y darme un par de nalgadas, mientras me decía que estaba buena, y cuál sería mi sorpresa cuando me dijo que quería que trabjara en el bar ....

De inmediato le dije que yo vivía muy lejos y que solo estaba de paso conociendo, que no iba a eso sino solo de paseo. Me dijo enotnces baila una piesa en el table dance, los clientes te quieren ver bailar... yo le dije que no lo sabía hacer, que me daba mucha pena y que de seguro haría el ridículo. Entonces su cara cambio, se puso furioso, y casi gritando me dijo que entonces para que iba a su bar vestida así y sin pedirle permiso, que si lo que quería era robarle clientes, yo le dije que noooo, que no pensara eso, y no me dejó hablar, me dijo, como mínimo entonces le tienes que hacer un baile privado a mi amigo que le gustas y tienes que ser muy comlaciente con él. Yo me quedé pasmada y la nena me agarró del brazo diciéndome que si no quería problemas, era mejor que lo hiciera, y yo simplemente la seguí.

Enseguida me llevó hasta la otra esquina del bar donde habían unas cortinas que encerraban una especie de cubículos, yo le pregunté qué me tocaba hacer ahí y hasta dónde se podía llegar, ella solo me dijo, mira, se complaciente como te dijo Dan y goza el momento, y se fue sin decirme nada mas.

Yo no sabía que hacer, sabía que podía tener problemas si trataba de irme, pero no sabía como actuar allá adentro, miré a la nena desde lejos y me hizo señas de que entrara ya señañándome al dueño que me estaba mirando, así que entré.

Había otra cortina separando otro cubículo en el que se escuchaba una pareja haciendo un baile privado, estaba muy oscuro y solo había un sofá, en el que para mi sorpresa estaba sentado el hombre que me tocó las piernas en la barra del bar, estaba sin camisa recostado relajado e inmedatamente me dijo que me acercara y empezara a bailar. Yo moría de la verguenza, nuna me imaginé haciendo eso y menos para un hombre pero empecé a moverme de frente a él al compaz de la música, tratando de lucir sexy pero un poco alejada. ël me agarró de una mano para acercarme y rápidamente me tomó de las caderas para hacerme voltear de espaldas a él y pedrime que me siguiera moviendo. Mientras yo movía mis caderas lentamente, el movía sus manos, empezando a rozar mis piernas como lo hizo en la barra, pero pronto pasó de mis muslos a mi cola, y pronto esas caricias se acompañaron también de besos y mordisqueos que ya me estaban haciendo erizar y empezaban a cambiar el nerviosismo por una rara exitación que aunque no quería, estaba sintiendo cada vez mas.

En eso, mientras yo me movía, me volvió a agarrar de la cintura para sentarme sobre sus piernas, y sin soltarme seguirme llevando hacia atrás hasta pegarme a su pecho. Fue ahí donde me di cuenta que mientras yo estaba de espaldas, él se había quitado la bermuda, porque al acercarme a su espalda senti su piel desnuda en mis nalgas hasta que llegué a quedar sentada con su verga entre mis nalgas sin pedirme ningún permiso.

yo me quedé fría, sin moverme. Él me agarró las nalgas diciéndome al oído no pares de moverte. Y yo isn decir nada decidí hacerlo, empecé a mover mi cadera sobre él, sintiendo su verga que s eponía cada vez mas dura y yo restregándola para ayudarla, uffffffffffffff, la verdad en ese momento se me fue el pudor, la lógica, los prejuicios, todo se volvió goce y gemidos. Me solté cada vez mas, mis movimientos eran cada vez mas sexys, subiendo los brazos y agarrándole la cabeza para pegarla en mi nuca, él sin dudar empezó a besarme y morderme el cuello y la espalda y a agarrarme duro de las piernas haciendo que mi cuerpo se le pegara mas.

Entre jadeos, me agarró de la cola haciendo q la despegara un poco, pasó su mano por debajo y acomodó su verga en la entrada de mi culito ufffffffffffffffffffffff. Yo como no estaba dilatada ni con lubricante, sabía q no entraría si no es a la fuerza, entonces le seguí el juego, y empecé a moverme mi cola en círculos como queriendo meter su verga dentro de mi y el a mover su cadera hacia arriba. Eso ya me tenía a mil, estaba por perder el control totalmente, y en ese momento el se mojó la mano con saliva, la pasó otra vez por debajo y se huntó la verga en ella y la volvió a poner en mi entrada. Mi razón decía que me quitara ya, pero mi cuerpo quería mas y mas, le dije, esto no puede estar permitido aquí, pero el siguió jadeando y empujando hacia arriba, ya la punta de su verga se estaba abriendo paso, cuando mi razón me controló, y aunque él me tenía agarrada con fuerza, me quité como pude, y caí al piso semiarrodillada frente a él y me quedé mirándolo y jadeando.

Enseguida me dijo, no debiste hacer eso, me agarró la cabeza y se acercó sentándose en la punta del sofá, y mi cara la acercó a su entrepierna y empezó a restregarme su verga en la cara. Yo le dije que eso no debía estar permitido, y me contestó CÁLLATE Y ABRELA BOCA recuerda que Dan te dijo que fueras complaciente.... En ese momento perdí las ganas y sólo actúe con la razón, pensé, tengo que hacerlo venir rápido para terminar esto. Entonces solo abrí la boca y dejé q entrara la primera verga de hombre en ella, y se la empecé a chupar de arriba abajo masturbándolo con mi mano y mirándolo a los ojos, porque sabría que de esta manera no aguantaría mucho. Y así fué, no tardó en empezar a gemir y derepente me agarró duro la cabeza, atragantándome son su verga metiéndola hasta sus guevos y empezó a venirse a chorros directo en mi garganta. Yo estaba que me vomitaba, nunca me habían hecho eso, peor por mas q traté de quitarme, él me sujetó hasta que botó hasta la última gota, llenándome la boca de su semen y haciéndomelo tragar a la fuerza.

Cuando al fin me soltó yo empecé a tocer casi trasbocando y me fui corriendo al baño, pero ya no había nada q votar. Por primera vez un hombre me había manoseado, me había calentado, había jugado con mi culito casi penetrándome y me había puesto a sus pies a chuparle la verga a la fuerza  haciéndome tragar toda su leche. Era esto lo único que pensaba mientras estaba en el baño lavándome la boca y no sabía que sentir.

Así que respiré un poco, me acomodé en el espejo y salí como si nada hubiera pasado a pedir otro trago y a quedarme en la pista bailando con las nenas. Miré de reojo por todo el bar buscándolo, pero el hombre ya no estaba. y no tardó Dan en hacerme llamar otra vez, fuí esta vez mas calmada, pero dispuesta a decirle que ya había cumplido, y me dijo, mi amigo salió contento, dijo que fuiste complaciente y pagó los bailes y te dejó propina adicional, y me entregó unos billetes pagándome por mi servicio, a lo que yo solo respondí gracias... Inmediatamente me dijo quiero presentarte a mis amigos Marines que están de paso. Eran dos tipos enormes, uno negro y otro rubio, los saludé de beso presentándome, y el negro de una me abrazó sujetándome de las nalgas, diciéndome lo rica que estaba, me hizo poner de espaldas para verme bien, y me pegó contra su ingle para que sintiera el tamaño del trozo de caren que tenía dentro del pantalón, restregándomelo con la músia en frnete de todo el bar. La verdad me dejé hacer y me gustó.

Entonces le dije a Dan que me tenía que ir, ya que faltaba poco para que cerraran, y no quería quedarme sola al cierre, quien sabe que me podía pasar luego, entonces me pididó mi teléfono y desde él se marcó a su número para poder grabar el mío, y me dijo, te voy a llamar porque se que quieres trabajar para mi. No le dije nada y me despedí pasé por los marines, les di un beso a cada uno y el negro me dijo al oído yo tambipen me quedaré con tu número, se lo pediré a Dan, poniéndome la mano en su verga y dándome un beso a media boca para despedirse, yo no se por qué, pero a él si le contesté ok bb, me llamas....

Y así controlada ya por mi conciencia salí de allí antes de que mi cuerpo me traicionara, en el camino a casa solo pasaban por mi mente las imágenes de todo lo que hice y un montón de fantasías que mi nueva identidad quería cumplir. Porque en ese momento nació Danielle controlando mi cuerpo cada que quiere y volviéndome toda una nena demasiado obsena para cumplir todas sus aberrantes fantasías.

Espero que les haya gustado mi primer relato, es de mi vida real, así que espero que lo disfruten, lo compartan, lo comenten para sentirme alagada y contarles con detalles todas mis aventuras. Besos donde mas les guste....