Guía Cereza
Publica tu Experiencia

Relatos & Experiencias

mi primera experiencia con mi macho

cuando uno está casado con una mujer bella que además es tu cómplice, es una fortuna, ella supo en su momento despertar mi bisexualidad y le complace mi deseo de tener un amante macho, tuve la oportunidad de entrar a twitter y conocer a un hombre que supo estimular muy bien mi parte femenina, le llamaré mi macho.

después de varios días de conversar con él, llegamos a un punto en que era imperioso conocernos y hacer todas esas cositas ricas que hablábamos, me voy a referir a mí en género femenino, ya que es como me siento con él.

nuestra primera cita fue un viernes, ese día no tuve que trabajar, mi esposa lastimosamente si, eran las 8 de la mañana cuando mi macho me llamó, hicimos una video conferencia y me mostro lo excitado que estaba mirando las fotos que en días anteriores le había enviado vestida con lencería de mi esposa, me excitó tanto ver su rica verga tan dura, que cuando me dijo, quiero ir ya a verte, no pude decirle que no.

una hora después, escuche el timbre de mi casa y cuando salí, ahí estaba él, con una chaqueta negra camisa a cuadros y un jean que dejaba ver muy marcado ese delicioso bulto entre sus piernas, mis ojos se quedaron fijos en ese punto, mordí mis labios y mi cuerpo se estremeció, entonces él me dijo con su varonil voz, hola mi perrita, como estas, yo solo respondí, bien papito, sus ojos me miraron de arriba abajo, yo tenía puesta una bata y pantuflas, tras entrar y cerrar la puerta, de un jalón me quito la bata, sus ojos se abrieron desmesuradamente al ver lo que había debajo de ella, para recibirlo, me había puesto unas medias blancas de malla con liguero y una tanguita muy pequeña blanca transparente, un brasier también blanco que me quedaba un poco ajustado por ser de mi esposa, pero que a su vez lucia bien sexy, al instante exclamó, uuufff perra, que rica estas mi amor, me abrazó con fuerza y su boca se posó en mi boca, su lengua jugueteaba con la mía mientras nos besábamos apasionadamente, sus manos se posaron en mis nalgas apretándolas con fuerza, pude sentir sobre mi pequeña verguita como su bulto crecía muy rápidamente, rodee su cuello con mis brazos y me entregue por completo a él.

después de unos minutos así, nos sentamos en la sala, en ningún momento dejamos de besarnos y acariciarnos, yo estaba a su lado izquierdo, su mano derecha acariciaba muy sensualmente mis muslos, su brazo izquierdo me apretaba contra su cuerpo, los dos estábamos muy excitados, yo separe mis piernas para que su mano se metiera entre ellas, cuando lo hizo, sentí que me desmayaba, me acariciaba como si tuviera una vagina ardiente y deseada, sus dedos se deslizaron bajo mi tanguita buscando entre mis nalgas ese agujerito que tanto deseaba ser poseído por su duro miembro viril, sentí sus dedos deslizarse allí y uno de ellos me penetro con sutileza pero con fuerza, yo apreté mis nalgas tan fuerte como pude, el solo esperó a que me relajara y me penetro totalmente, sus movimientos eran demasiado deliciosos, sus labios se separaron de los míos y buscaron una de mis orejas, él sabía lo sensible que soy a esas caricias, yo apretaba con fuerza mis muslos mientras él seguía penetrándome ya no con uno sino dos dedos dilatando cada vez mas mi culito, me retorcía entre sus brazos tratando de asimilar el enorme placer que sentía con mi macho, mi mano derecha un poco tímida, se poso sobre su muslo y lentamente me atreví a llevarla entre sus piernas, no podría describir con exactitud lo que sentí cuando mi mano se poso sobre ese bulto grande y palpitante, lo apreté con fuerza varias veces, su verga estaba tan dura como una roca, la frote con firmeza presa de una gran ansiedad.

un rato después, mi macho se levantó y tomándome de la mano me coloco frente a él, con la mirada llena de lujuria me dijo, ahora desnuda a tu hombre, un poco temblorosa por la tremenda excitación que sentía, comencé a quitar su chaqueta y camisa, luego me arrodille y desabroche su pantalón, mientras lo bajaba lentamente, un fuerte temblor invadió mi cuerpo, mis ojos se abrieron desmesuradamente cuando ante ellos apareció esa deliciosa y totalmente erecta verga, él no tenía ropa interior, al descubrirla por completo, se lanzó hacia mi literalmente, su cabeza brillante lubricada por sus secreciones quedo justo frente a mi boca, pase mi lengua varias veces por mis labios sin dejar de mirar ese delicioso miembro, entonces el me dijo con voz agitada, te gusta mi verga perrita?, yo vacile unos segundo y por fin respondí, me fascina mi amor, es hermosa, nos quedamos mirándonos a los ojos mientras mi boca se abría lentamente y se acercaba ansiosa de chupar esa cabecita rosada y lubricada, entonces el tomo mi cabeza con una de sus manos y hundió su verga dentro de ella casi hasta la garganta, el placer que sentí fue algo nunca antes experimentado, comencé a chupársela ávidamente, quería devorarla por completo, sus gemidos me excitaban aun mas, tener esa verga en mi boca me tenia erizada la piel, en ese momento, el resto del mundo desapareció, solo estábamos mi macho y yo, su mujercita perra que solo deseaba entregarse a él sin restricciones, no sé cuánto tiempo se a chupé, pero fueron momentos de inmensa excitación, ese delicioso trozo de carne dura y palpitante, me proporcionaba un placer infinito.

cuando por fin terminé de chupársela, le quite totalmente su ropa, el me alzó como si fuera su esposa en la noche de bodas y me llevó a la alcoba, suavemente me acostó bocarriba en la cama y comenzó a besar mis tobillos subiendo lenta y lujuriosamente hacia mis muslos, podía sentir su lengua entre los huequitos de las medias de malla, sus manos masajeaban suavemente mis piernas haciendo estremecer todo mi cuerpo, nunca me sentí tan mujercita como en esos momentos, había tanta ansiedad sexual en mi, cuando sus manos llegaron a mis caderas y su boca a mis muslos en esa partecita que no cubre las medias, uuufff, sentí que me desmayaba, sus deliciosos labios y su lengua estimulaban mi piel de una forma tan intensa, tome sus manos y las apreté con fuerza, un par de minutos después, sus manos abrieron y subieron mis piernas casi hasta tocar mi pecho, mi culito quedo totalmente abierto a la merced de su boca, sentí unos fuertes chupones en mis nalgas, su lengua las recorría ávidamente, unos mordisquitos aquí y allá me tenían delirando de placer, pero el momento en que solté un fuerte gemido fue cuando corrió mi tanguita a un lado y su boca se pegó a mi ojito como una ventosa mientras su lengua se movía frenéticamente, entonces me dijo muy agitado, huy mi amor, tienes una deliciosa vagina entre esas nalgotas de nena, en ese momento, me sentí mas mujer que nunca, su mujer, solo tenía un inmenso deseo, ser suya, no sé cuantos minutos él estuvo allí estimulándome dela forma más divina que jamás imagine, de repente, arranco mi tanga y paso su lengua con firmeza desde mis huevas hasta la cabeza de mi verguita, la hizo a un lado y comenzó a besarme frenéticamente toda mi zona púbica avanzando hacia mi abdomen, cuanto más sentía su cuerpo entre mis piernas, mas deseaba que me hiciera suya, cuando sus labios llegaron a mis tetillas, uuufff, que placer, me las chupaba como si fuera su novia adolescente, mis manos temblorosas acariciaban sus hombros y espalda de macho, sentía como se acercaba cada vez más el momento de tenerlo dentro de mí y eso me enloquecía de placer, cuando sus labios llegaron a mi cuello, un gemido profundo y fuerte salió de mi garganta, su verga rosaba mis nalgas y eso me saco de mis cabales, mis piernas apretaron con fuerza su varonil cuerpo, quería que me penetrara con fuerza así me hiciera daño, pero no lo hizo, se puso de pie y tomo de la mesita un tarro de vaselina que yo discretamente había colocado atrás de la lámpara junto a unos condones, mientras me miraba con una tremenda lujuria y deseo, tomo con uno de sus dedos una cantidad generosa del lubricante y llevando de nuevo mis piernas contra mi pecho, comenzó a aplicarlo suavemente en mi culito, me estremecí violentamente y tome su verga en mi mano derecha para apretarla con fuerza, el gimió como un toro salvaje y se acerco a mi cara para que se la chupara, yo estaba tan fuera de mi que no atinaba como chupársela para que sintiera al menos algo parecido a lo que yo estaba sintiendo por él, entonces un momento después, el me dijo, ahora lubrica la verga de tu macho, yo me acosté de lado y tomando el pote de vaselina, me aplique un poco en las manos y comencé a masajeársela muy suavemente, se veía divina así toda brillante y tan dura, entonces sentí como sus manos me tomaron por la cintura y me acostó bocabajo, lentamente se acostó sobre mí, sentí todo el peso de su maravilloso cuerpo sobre el mío, si el paraíso es tan maravilloso como dicen, en ese momento yo estaba allá con él, sentí como acomodo su verga entre mis nalgas y comenzó a hacerme una maravillosa rusa, a la vez me susurraba al oído,…. huy mi amor, tienes un culo divino, eres una perrita muy rica, te voy a hacer la mujer más feliz de este mundo, yo muy excitada solo le respondí, si mi amor, hazlo ya, te deseo, hazme tuya mi vida, él comprendía el inmenso deseo que yo tenía de ser su mujer y tal vez por eso me hacia sufrir, seguía moviéndose muy eróticamente y no me penetraba, aun sabiendo que lo estaba deseando con todas mis fuerzas, yo apretaba y soltaba mis nalgas rítmicamente con los movimientos de su verga, esto hacia que el placer de los dos fuera inmenso, estaba absolutamente elevada sintiendo ese maravilloso placer cuando de repente, el hizo un movimiento suave pero firme y sin más, hundió su deliciosa verga en mi culo casi hasta el fondo, de mi garganta salió un fuerte grito, aunque confieso que el dolor no fue demasiado intenso, fue más por la sorpresa y el placer indescriptible que sentí en ese momento, escuche un susurro al oído, ahora te voy a hacer mi hembra, vas a saber lo que es ser la perrita de un verdadero macho, desde ahora vas a desear cada segundo de tu vida que te tenga así, ….. lo que tanto había deseado estaba sucediendo, mi macho me estaba convirtiendo en toda una mujer, su mujer.

aunque yo había fantaseado muchas veces con lo que sentiría al estar con un hombre en la cama, lo que estaba sucediéndome superaba infinitamente cualquier sensación imaginada, no creí que esa parte femenina que sentía tener dentro de mí, fuera realmente una mujer que en este momento ese macho estaba llevándola al mismo infinito del placer sexual, mientras más me poseía en todas las poses que se le ocurrían, mas me sentía enamorada de él, era todo un macho maravilloso.

después de tener sexo casi hasta el medio día, me fui a la cocina para preparar algo de comer, solo habían pasado unos 15 minutos y cuando ya me disponía a llevar los alimentos a la alcoba, mi macho llego allí y sin darme tregua, me agachó sobre el mesón y así me cogió de nuevo, solo pude decirle, ay mi vida que rico, sus envestidas eran muy fuertes y me trataba como a una puta, eso me excitó aun mas, a él también le complació darme ese traro y de nuevo durante algo más de una hora, fui su juguete sexual por toda la casa.

en este momento, ese hombre lo es todo para mi después de mi esposa, los tres llevamos una magnifica relación de mutuo respeto, ella tiene su novio y yo el mío, tal vez en algún momento los cuatro tengamos una desaforada faena sexual en nuestra cama y quien quita, de pronto pueda llegar mi primera vez con 2 machos.

diegobishot

Soy hombre bisexual

visitas: 2074
Categoria: Bisexuales
Fecha de Publicación: 2018-04-25 18:41:39
Más Relatos Por diegobishot
Compartir en:

4 Comentarios

Que rico yo soy casado y me gustaría vivir esa experiencia

2018-10-21 19:34:14

que rico!

2018-07-25 17:38:26

Espectacular tu relato me dejo muy exitado imaginando todo lo que hicieron. Tambien ese es mi mayor fantasia. Estar con un macho y que me trate como su perrita

2018-07-05 20:55:56

Que relato tan exitante, también he querido sentir esa misma sensación hace rato, ha una vez me penetraron frente a mi esposa y fue delicioso aunque ese día no pude demostrar tanto placer como quería...

2018-04-26 21:28:50