Llevaba varios días con una arrechera con la que ya no podía más, hacía no mucho había salido de una relación de varios años y había entrado en ese ciclo de no querer nada con nadie, sin embargo, tampoco había tenido ningún chance de algo casual.

Era viernes en la tarde y saliendo de la oficina una compañera de trabajo me dijo que iba a ir con unas amigas a tomarse unas cervezas y extendió la invitación para que fuera con ella. Debo decir que Doris es una mujer lindísima y está buenísima además pero para mi era una compañera de trabajo y nada más, no me gusta mezclar una cosa con la otra. Acepté su invitación y me fuí con ella.

Cerca a la oficina hay una bodega del BBC y ahí la estaban esperando dos amigas, las dos muy bonitas, yo en medio de mi inocencia estaba simplemente departiendo con una amiga y sus dos amigas sin pensar en lo que podía pasar más adelante.

A media que el tiempo fue pasando la conversación se fué haciendo cada vez mas intensa, fue divertido porque aunque acababa de conocer a las amigas de Doris, logré entrar en confianza muy rápido y ellas también lo que hiz que llegaramos, con la ayuda de varias jarras de cerveza, a temas que normalmente no trato con extraños.

Así fue como llegamos al tema del sexo anal, para mi fue raro porque siempre que hablaba del tema con amigas o incluso con mis novias anteriores veía casi como constante que no les gustaba o no los disfrutaban, esta vez, estaba con 3 viejas que decían que les encantaba y que no había nada como un orgasmo anal, que siempre que les daban por el culo tenían los mejores orgasmos, obviamente a mi se me pasaron mil pensamientos por la cabeza, menos mal el sitio estaba tan lleno y yo tan pegado a la mesa que estas tres mujeres no pudieron darse cuenta de la magnitud de la erección que tenía yo.

La conversación iba y venía, pasabamos de un tema a otro de cosas normales a cosas más interesantes y así, como hablar con amigos de toda la vida tomandose unas polas. Ya entrada la noche y con varias cervezas encima una de las amigas de Doris dijo que siguieramos en su casa, que se quería ir ya porque le dolían los pies pero que quería seguir tomando y charlando. Así que pagamos nuestra cuenta y nos fuimos, en el camino paramos por mas cerveza y listo, ya sabíamos que nos ibamos a pegar un fiestón tremendo.

En un momento me paré de la silla en la que estaba y fui al baño, no me demoré nada, solo iba a orinar, pero cuando regresé encuentro a estas tres mujeres dándose besos como desesperadas, yo no tenía ni idea que Doris era bisexual ni nada por el estilo para mi era hetero, sus amigas mucho menos dieron indicio de eso en ningún momento, pero pues llegué del baño y me econtré con ese espectaculo, me senté a verlas porque no supe que más hacer, uno siempre en su cabeza de macho dice "uff yo las cojo a las tres y hago esto y esto otro...", mentira, uno al final no sabe que hacer con todo eso, y yo no era la excepción, no sabía que hacer entonces me senté a ver, era como ver porno, pero en vivo.

Doris se retiró un momento y se acercó a donde yo estaba, ella sabía que me gustaba lo que veía, y en silencio se sentó a mi lado a ver como sus amigas seguían besándose mientras se desnudaban una a la otra lentamente, realmente era muy excitante verlo, de un momento a otro Doris me miró y me dijo: "recuerdas lo que hablamos hace un rato?, quiero tener tu verga en mi culo, hace rato nadie me da por el culo".

Yo feliz acepté y tan pronto lo hice Doris se arrodilló frente a mi, sacó mi verga que estaba que no podía estar más erecta y comenzó a chupar como desesperada, hacía mucho no me la chupaban así, sentía que me iba a venir en cualquier momento pero ella como toda una experta llevaba el ritmo y me dominaba con su boca.

Dominaba, que poco sabía yo, pero eso era lo que le gustaba a ella y yo había caído redondo en su trampa, mientras estaba sentado sus amigas se juntaron con nosotros y propusieron que fueramos a la habitación, así lo hicimos, me desnudaron y me acostaron en la cama, para mi todo era felicidad, le iba a dar por el culo a las tres, lo que no sabía era que para que eso pasara antes iban a pasar otras cosas.

Doris y sus amigas, completamente desnudas, sacaron varias cuerdas y comenzaron a amarrar cada una de mis extremidades a la cama, así fue como quedé abierto de pies y manos a merced de lo que ellas quisieran hacer, Doris se acercó y me dijo al oído "tranquilo, nos vas a dar por el culo a todas, duro, como tu quieres, pero antes nos vas a dar gusto a nosotras, aceptas?"

Se me pasaron varias cosas por la cabeza, pero al final accedí, ese tema de la dominación no era nada que me llamara la atención mucho pero decidí arriesgarme y probar, así que acepté, con un poco de miedo de no saber que podía pasar, pero acepté.

Todo comenzó muy normal, jugaban con mi cuerpo viendo mis reacciones y poco a poco se fueron soltando más y más, tomaban turnos para sentarse en mi cara, a ratos no podía ni respirar y me usaban para estimular con mi lengua desde su clítoris hasta su ano, había una en especial que gozaba con mi lengua en su ano. Al tiempo otra o las otras dos estimulaban mi pene, lo chupaban, lo mismo mis bolas o simplemente lo apretaban buscando producrme así fuera un dolor leve, todo en nombre del juego, todo con límites y consenso de mi parte.

Varias veces estuve a punto de venirme y varias veces me negaron el orgasmo, eso nunca lo había sentido y era interesante ver como me llevaban al límite con todo. De un momento a otro Doris y sus amigas se retiraron diciendo que se iban a preparar para que les diera por el culo, así que pensé que ya casi me iban a soltar e iba a entrar en acción, iba a tener mi premio.

Cinco minutos más tarde, Doris y sus amigas regresaron con arneses, las tres tenían cada una un arnés con un dildo enorme y grueso cada una, Doris tomó la palabra y me dijo con voz firme "si quieres nuestros culos, primero nos das el tuyo, y no va a ser rápido, te vamos a tener clavado un buen rato, aceptas?", ella siempre terminaba sus órdenes/propuestas con un "aceptas?", para ella era importante dado que no habíamos hablado en ningún momento previo de dominación, que yo pudiera decir cuando parar si algo no me gustaba.

En ese momento pensé en decir no, e irme, la verdad es que siempre había sido bi curioso y me parecía exitante el tema del pegging, jamás me había imaginado que podía darse con una mujer de mi vida cotidiana, menos con tres mujeres al tiempo. Accedí y me Doris me dijo "tranquilo, te vamos a cuidar, nos vamos a aseguar de que te quede gustando y seas nuestra perrita de aquí en adelante". Acto seguido comenzaron a soltarme los amarres, pero no para que estuviera libre sino para que quedara con mi culo expuesto.

Amarraron mis muñecas a mis tobillos y se aseguraron de que quedara con el culo levantado y a merced de ellas, lentamente comenzaron a lubricarme y a jugar con sus dedos en mi culo, una de ellas dijo "que rico un culo virgen, hacía rato no probaba uno, está todo apretado" y empujo uno de sus dedos hasta el fondo, al principio me costó pero después de un tiempo logré relajarme, sabía que podía parar en cuanto quisiera así que no tenía miedo.

Duraron un tiempo así hasta que Doris dijo que ya era hora, se hizo detrás mio y comenzó a meter su dildo largo y grueso en mi culo apenas dilatado, me hizo ver estrellas, estuve a punto de decirle que no aguantaba, pero en medio de todo quería saber que se sentía, me aguanté, ella lo metió completo, podía sentirlo muy dentro de mi, mi erección en ese momento era inexistente, mi pene parecía haberse recogido, en ese momento yo era la putica de esas tres, era una perra que iba a ser clavada por un largo rato. Cuando Doris vió que ya me había acostumbrado a su "miembro" comenzó a bombearme constante, duro, con cada embestida sentía que se me iban a salir los ojos, sentía como su pene enorme se abría camino entre mis nalgas y de algun modo yo solo pensaba en que quería más y más duro, una de sus amigas se dió cuenta y se cansó de estar a la expectativa, mientras yo levanté la cabeza en un momento para gemir como puta, mi gemido se vió ahogado por otra verga que entró direto hasta mi garganta, que delicia, no lo podía creer, me hacía quere que esa verga fuera real, queria que de algun modo no fuera un dildo sino una verga venosa que me llenara la boca de semen, disfruté fantaseando un rato, en ese momento Doris se retiró y la otra amiga que hasta ahora había estado observando sin mas ni mas embistió y me clavó.

Al rato de estar así, se hacía aburrido para ellas estar siempre en la misma posición, además ya se habían dado cuenta que lo que tenían al frente era una perra más, así que decidieron soltarme y dejarme llevar, suelto tenía más libertad para disfrutarlas a las tres y así fue. La que menos había participado hasta ese momento se acostó boca arriba esperando que yo la cabalgara, y así hice, mientras tenía otra verga en mi boca y la tercera, bueno, la tercera no había más donde meterla así que Doris viendo lo puta que yo era decidió que era buena idea hacerme una doble penetración y justamente eso hizo.

Me dieron como quisieron, me hicieron su puta, gozaron con mi culo de una manera que yo nunca había imaginado solo con la promesa de que les iba a dar por el culo a las tres, yo estaba agotado con el culo tan dilatado que no sabía ni que pensar de mi mismo, en ese momento fácil me habian podido hacer fisting sin problema. Solo faltaba yo, faltaba que me dejaran venirme a mi y tenía una carga enorme para ellas pero esa parte creo que no es tan interesante de contar, de pronto para una próxima ocasión si llegara a darse porque esto queridos lectores no es más que una fantasía, mi culo aún sigue virgen pero espero que esta fantasía les haya gustado tanto como a mí.