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MI MEJOR EXPERIENCIA LESBICA

Yo hacía tiempo que había empezado a tener sexo con mujeres, eran algunas jovencitas cercanas a la oficinadonde trabajo y además frecuentaba una página de relatos lésbicos, donde encontré experiencias reales de mujeres contadas por mujeres. La verdad es que estos relatos además de animar mi libido y mi gusto por el sexo con otra mujer.

Aquel viernes mis dos hijas estaban de campamento por al menos 3 días. A las dos de la tarde salí de la oficina, despidiéndome hasta el lunes, un fin de semana solita para mí, para el que no había hecho planes, más allá de descansar, leer, en fin aburrirme.

Cuando llegue al portal de mi casa, coincidí con mi vecina, una mujer más o menos madura como yo, guapa, exuberante, provocadora y con un halo de suficiencia y simpatía que lo llenaba todo. A sus 41 años, estaba en toda su plenitud, y no pude dejar de fijarme en ella, y porque no decirlo, en su generoso escote. Iba cargada de paquetes, con un montón de bolsas, pues acababa de llegar de viaje de Cartagena, donde había permanecido ocho días de vacaciones. Me ofrecí a ayudarla con los paquetes, ayudándole a entrarlos en su casa. Ella (Mariana) agradecida, me ofreció primero una cerveza y luego, cuando supo que estaba sola, me invito a almorzar con ella para conocernosmás ya que nuncanos veíamos en el día.

La verdad, es que la invitación me seducía más que comer sola y acostarme en el sofá a ver tele o una película porno. Delante tenía un fin de semana en la que nada tenía que hacer, Por otra parte Mariana a la que después de casi diez años viviendo en la casa de enseguida, conocía tan solo de saludarnos en la entrada, me producía una morbosa atracción, pues veía en ella una mujer liberada y sin duda “muy recorrida”, tal vez por la sensualidad de su forma de vestir.

Así que decidí aceptar, con la condición de que me diera unosminutos para cambiarme de ropa, pues me sentía muysudorosa, y que me dejara ayudarle en la cocina.

Entre enmi casa, me sentía ciertamente nerviosa, notaba un cierto cosquilleo en el estómago, aquella mujer, no me era indiferente, sencillamente, me atraía.

Me di una ducha rápida y me puse un vestido blanco, enterizo, con botones en el frente de arriba hasta abajoy con un borde de vuelo, bastante por encima de la rodilla. Me puse unas tangas blancas, pequeñas y sexys, y me puse un brasiercasi transparente. Aunque estuve comprobando cómo me sentaba sin brasier, me pareció muy atrevido y me dio vergüenza.

Cuando me abrió la puerta, Mariana, también se había duchado y llevaba una minifalda vaquera de infarto y una camiseta esqueleto negra, sin brasier, que al agacharse me mostraba generosamente sus atributos. Me impacto, aunque con la cara que me miro,  supe que no le disgustó lo que vio. 

Almorzamos y estuvimos charlando animadamente, me contó que ella era pensionada y que vivía además de los beneficios de un negocio que le dejaron sus padres. 

Cuando le pregunte por su viaje a Cartagena, me conto que su se había terminado y que había decidido no volver con su pareja. Lamenté que no le hubiera salido bien e hice un estúpido comentario “él se lo pierde”. Ella mirándome, me giñó el ojo y me contestó, “él no, ella”. Creo que me puse toda roja y no sabía cómo disculparme. Ella sin embargo, trato el tema con mucha naturalidad, y me dijo que no me preocupara, que ella era lesbiana, y pensó que yo lo sabía, y que si no me importaba. Le conteste que claro que no me importaba.

Me pregunto que si me gustaba escuchar música y yo le dije que sí, entoncesse levantó mostrándome toda su belleza alpasar delante mío ycoloco salsa romántica suave en el equipo y luego sin preguntarme me ofreció un trago de champaña y regreso a sentarse ami lado La música y la bebida me transportaron y me deje llevar por ese ritmo latino y sensual. Sentí las manos de ella en las mías acariciándomementiras me hablabaen un tono meloso y sensual. Sonó la música de un romántico bolero, me abrazó literalmente por los hombros yme beso con los ojos cerrados al principio y luegomirándome a los míos, me asuste pero respondí al besoy sentí su lenguaen mis labios así que abrí mi boca y le dejejugar con mi lengua dentro de la mía.

Puse mis brazos alrededor de su cuello y me deje llevar. Mariana, era muy buena seduciendo, sabía o intuía que yo estaba totalmente entregada, pero no quería dar el primer paso, quería que fuera yo.

Sus senos se apretaban contra los míos y sus muslos se intentaban abrir paso entre los míos, elevando mi estrecha falda, y creándome una corriente de deseo, incontrolable. Puse miboca en su oído y le susurre un simple: “gracias”.

En mi interior, ya no me debatía, tenía ganas de entregarme a aquella mujer, que me había hipnotizado y abierto la caja de todas mis fantasías. 

Todavía se me eriza la piel cuando recuerdo como sentí sus pezones duros, apenas contenidos por el suave tejido de su vestido, clavarse en los míos. Esa sensación me acabo de rendir, desato en mi toda la furia del deseo incontenido y actúe dejándome llevar por la intuición y la lujuria. 

Mis manos, se movieron forzando el lascivo contacto de sus pechos en mis manos. Ella, comprendió que había claudicado y me abrazo, de forma que al hacerlo sus manos rozaron sensualmente la parte de debajo de mis senos.

La mire, con toda la carga de deseo contenido, que llevaba desde que la vi esa mañana en la entrada de su casa. De nuevo me beso, el beso más dulce y sensual que me habían dado en toda mi vida.

Le entregue mis labios, mi lengua y le hice sentir mi deseo desesperado, la dureza de mis pezones y la respiración agitada de mis senos.

me llevo a su cama , me recostó y sus dedos recorrieron todo mi cuerpo de arriba hasta abajo , desde mi carahasta mis dedos de los pies , subió sus dedospormis piernas hasta meterlos bajo el vestido y suavemente me acariciosobre la tanga mientras suslabiosbuscabanmis pezones y los lamian con avidez , corrió mi tanga hacia un lado y sus dedos recorrieron mi clítoris de manera maravillosa haciendo que mis labios de la vagina se abrierantotalmente y dejando mi cueva a su disposición y me hizo el amor, con mayúsculas. Me frotoel gallo de manera exquisita , metió sus dedos en mi rajahasta hacermemojar de placer , me hizo gemir y luego casi gritar y cuando creí que había terminado , me giro dejando mis nalgas a su disposición sin quitarme la tanga aun , su lengua subió por mis muslos obligándome a abrirmeal máximo, y su lenguarepaso mi culo deforma magistral , su lenguajugo con mi anillo hasta hacerme correrde nuevo varias veces , su dedo penetró mi apretado ano, llevándome al paraíso del placer , después de esochupo mi culo, lo hizo hasta lograr que yomojara sus manoscon mis jugos tibios, en fin, Me enseño a disfrutar del sexo como no lo había hecho nunca nadie y me descubrió todo aquello que nos estaba velado a las mujeres .

Ella no fue la primera, pero ha sido la mejor experiencia lésbica de mi vida, tampoco he tenido tantas. Con ella aprendí que mis deseos y fantasías formaban parte de mi sexualidad y no de mis sueños, y provocó un cambio irremisible en mi vida, haciéndome reconocer que soy lesbiana. 

Después de eso pasaron muchas cosas más con ella, pero eso será otro día, ya me tengo que ir.

ConejoCaliente_45

Soy hombre heterosexual

visitas: 1459
Categoria: Fantasías
Fecha de Publicación: 2018-05-23 14:59:10
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