María, la dueña del restaurante donde trabajo en mi tiempo libre los fines de semana es una mujer muy atractiva a pesar de sus 50 años bien cuidados y bien vividos , ella es activa sexualmente, y a pesar de estar bien casada , su esposo no entendía ni comprendía que necesitaba su orgasmo a diario, tenían relaciones sexuales con su pareja varias veces a la semana, su marido no podía seguirle el ritmo, por lo cual ella se complementaba con sus masturbaciones el resto de los días, ayudándose con juguetes eróticos que tenía en un cajón bien escondidos de la vista de su esposo .

Sin que ella se lo propusiera , alguna vez descubrió que le gustaba ser un poco exhibicionista, le gustaba mucho ser el centro de atención, la hacía que aun anduviera más caliente, era muy decidida en todo , de hecho ella era la dueña de su negocio a pesar de no gustarlemucho a su marido .

Cuando ella necesitabade cosas privadas como toallas higiénicas , me pedía que se las comprara yo y nadie más , lo cual molestaba mucho a su esposo , pero yo no ponía ningún pero pues era mi jefa , me gustaba seguirle el juego, a veces me mostraba las piernas y me decía oye Mauro verdad que mis piernas son bonitas?, yo asentíaporque era verdad , eran hermosas , firmes y torneadas y con tobillos gruesos y delicados.

Descubrí su juego una noche en que , como casi todas las otras , me fui con ella en su carro con su esposo en la camioneta suya como acompañanteatrás de nosotros , sin querer me pregunto si yo había salido con la clienta de 50 años que venía siempre a la hora del almuerzo y luego a las 7 de la noche siempre a tomarse un café y charlar conmigo antes de irse a su casa , le dije que sí que algunas veces , me dijo que sihabíamos tenido sexo y yo como si nada le conté que sí , que era buena en la cama y cuando podía o no tener sexo con su marido, me pedía hacerlo con ella a lo que yo no ponía problema .

Ella empezó entonces a decirme que como hacíamos, que si yo le hacía sexo oral, lo que me sorprendió y hasta me sonrojo, pero al ver que ella separaba sus piernasesperando la respuesta comprendí que algo no estaba bien y quise saber que era.

Le conté que yo sabía de la necesidad diaria de sexo que ella tenía, pues ella era tan una mujer tan activa sexualmente y multiorgasmica, se podía venir varias veces al día, pero siempre con un espacio de tiempo largo entre ellos.

Vi que mi jefa empezaba apasarse la mano por sus piernas disimuladamente mientras manejaba, lo cual me fue calentando, me seguía preguntando pormenores de cómo le hacia el amor a la clienta y yo seguí hasta ver que ella ya se tocaba en medio de sus piernas y comenzó a masturbarse suavemente delante mío, me dijo, no le vayas a contar a nadie pero me excita oír hablar así de sexo, sigue hablando y yo manejoo mi marido puede sospechar algo.

En un semáforo , ella se detuvo y sin que se lo pidiera vi cómo se bajaba la medias y se quitaba las tangasy abriéndose la blusa se empezó a subir el brasier , dejando sus peones libres y empezando a tocarse , todo ello creo en mi un estado de ansiedad y excitación nunca antesexperimentado, pues no se controlaba, y me mandaba que siguierahablando de mis manera de hacer el amor con la clienta madura del negocio , le conté como le chupaba la raja y el culo y eso la puso a millll.

llego a estar tan súper caliente, que necesitaba tocarse la cuca de ella , necesitaba mojarse , me pedía una y otra vez, que siguieracontando y de pronto mirándome me susurro que su siguiente orgasmo era mío, y debía entregármelo a mí, por lo que tomando mi mano la puso en suraja húmeda , mojada ya de flujos .

Le dije que si quería mearrodillaba y le hacía sexo con mi lengua, pero lo sorprendente fue que no me respondió, eso me desconcertó por completo, que hacía? Se había acabado el juego o continuaba para adelante? ya me estaba asustando, me quede desconcertado la verdad, pero decidí seguir y le metí dos dedos y aguante hasta el final cuando sentí un últimogemido que se transformó en orgasmo.

En el semáforo siguientese detuvo por la luz roja, se limpió con las tangas y se subió las medias, se enderezo en el asiento del carro y siguió como si nada, solo de vez en cuando me miraba por el espejo y cuando ya llegamos al sitio donde me debía bajar, como todas las noches, solo la escuche decir con voz entrecortada y aun respirando agitado

Gracias Mauro, pero por favoresto es entre nosotros nada más, por favor si?

Desde luego; le dije y me baje, me despedí de su esposo con la mano y se alejaron mientras yo me quede con la boca abierta, pensando en aquella señora y su secreto