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Encuentro en la calle termina en sexo rico con Ximena

soy un hombre maduro de 50 años, por mi profesión de entrevistador en televisión debo cuidarme mucho así que cuando salgo a la calle sin sermuy atractivo si llamo la atención de las mujeres a mi alrededor

Un viernesiba a encontrarme con una amiga con quien vamos a tomarcerveza a un lugar cercano y charlar, nada más. Todo con ella esrutina: salir de mi oficina, recogermi amiga, ir a un lugar cercano a tomar, charla y después de un rato, cada quien parasu casa.

Undía de esosespeciales. Desdela hora en que me levanteme sentía raro, las mujeres me miraban de una forma muy poco común, pero ese día las mujeres se me quedaban viendo. Sonrisas tímidas, miradas picaras y miradasdirectas. Como dije antes, pensé que era solo mi imaginación, así que decidí apurarmepara ver a mi amiga.

Apreté el paso pues en esta ciudad las distanciasson cortas y es mejor caminar que tomar taxi, iba pensando en mi amiga cuandovi aquella chica. era una mujer bonita , un poco más baja que yo (mi estatura es de 1.65 m) ycomo de unos 28 años, vestido negro de tirantes hasta un poco más arriba de las rodillasque marcaban muy bien un cuerpo sensacional , zapatillas casuales negras, y cabello negro , lacio y largo . Una combinación que le quedaba perfectamente.

Al principio mi reacción fue de sorpresa. Me puse al ritmo de supaso y como si fuéramos juntos, cada ratotrataba de voltear disimuladamente para admirar su belleza. Pasó un trecho de camino. Ella volteo súbitamente y mi primera reacción fue desviar mi mirada. Pude notar que me seguía viendo a modo de reto. Le correspondí el reto y la miré directamente a los ojos.

Ya no podía dejar de verla, se había convertido en toda una obsesión. En ese momento le dije queuna mujer asíme encantaría tener a mi lado siempre, bueno si al menos pudierallamar su atención. Soy muy audaz a la hora de tratar de conquistar a una mujer.Ellame miro sin contestar nada.

Llegué al lugar a esperar mi amiga. Me detuve un momento para revisar mi celular, aunque sabía que todo está bien con él.

No pude terminar de formular mis pensamientos cuando escuche: “¿me estásiguiendo o algo por el estilo?” usted ya está muy grandecito para mí o no? …se rio. Nervioso le dije no pero si me encantaría quepudiera seguirla sin problemas.Viene para acá?“que coincidencia yo también vengo para este sitio.” “¿en serio? en ese caso tomemos algo o no puedes ¿estas esperando a alguien?”

Después de sentarnos y pedir un caféestuvimos charlando de nuestras vidas. Le tuve que confesar que sólo iba a esperara una amiga, y nos fuimos conociendo durante la charla, era genial estar sentado con alguien como ella, bella y joven. Nuestra conversación fue tan placentera que me dijo su nombre, Ximena. ¿Y el tuyo? hola soy Mauricio.

Decidimostomar una cerveza y me empezó a contar sobre sus desamores. De cómo ningún hombre de su edad le atraía como para comenzar una relación de noviazgo, aunque había muchos con los que le gustaría tener algo pasajero. No pude continuar de charlar con Ximena pues nuestra “cita” terminó porque llego mi amiga y ella se levantó y apenas nos despedimos, no sin notar que nadie había llegado a buscarla.

Toda la siguiente semana no podía dejar de pensar en Ximena, en su belleza, en lavoz tan sensual que tenía, y en especial su figura tan espectacular. No podía concentrarme y a veces en las noches soñaba con ella. Llegó el siguienteviernes, y para no romper la rutina, me dirigí a visitar a mi amiga. Esta vez llegué un poco más temprano de lo usual y me sentéen un rincón la tabernita. La verdad es ese espacio es ideal para relajarte y despejar tu mente un rato.

Fue ahí cuando la vi otra vez. Era Ximena que venía caminando hacia mí. Me puse un poco nervioso al ver que se dirigía justo dónde estaba yo. Traté de calmarme y ordenar mis pensamientos cuando escuche un dulce y suave “¡hola!”. Mirehacia arriba y fue como mirar el sol directamente con los ojos. “hola” le conteste y se sentó junto a mí.

Estábamos charlando ytomando la primera cerveza cuando me sonó el celular, era mi amiga

“¿Por qué no le contestas que no pudiste venir hoy y nos vamos tu y yo a tomar unas cervezas a otro lado los dos sin ella?”

¿Estaba escuchando bien o mis oídos me engañaban? ¿Me estaba invitando a salir esa mujer hermosa? no lo podía creer y lo único que pude contestar fue un “ok”. Me disculpecon mi amiga y ya no supe nada más. Cuando nos levantamos Ximena me tomo de ganchoy nos fuimos caminando así hasta el lugar más cercano. Me sentía en las nubes, y todos los hombres en la calle que me vieron con Ximena me miraban con envidia. El poder estar con una mujer tan bella como ella, ni yo lo podía creer.

Llegamos al lugar, nos asignaron una mesa y pedimos el primer par de cervezas. Mientras pasaba el tiempo, y mientras el alcohol recorría mis venas, yo me sentía más en confianza con ella. Letomaba de las manoso le pasaba la mano suavemente por unapierna. Seguimos hablandoy llego el tiempo de irnos a nuestras casas, fue cuando supe que vivía cerca de mi casa, decidí acompañarla. Me atemorizaba que mi esposa me viera algún vecino, peronada perdía y hasta podría ganarme un beso suyo, pero para mi sorpresa fue más que un beso.

Pasamos un parque y me empezó a decir de lo bien que la había pasado ese día en mi compañía. Sus comentarios fueron tan lindos que yo me sentía en las nubes. Llegamos a su casa y cuando me disponía a despedirme me tomo por sorpresa y me beso justamente en los labios. Me quedé totalmente paralizado y mi primera, y única, reacción fue corresponderle el beso.

Nos fundimos en un beso tan romántico que hasta mi lengua pude meter en su boca. Nuestras lenguas se encontraron y empezaron a jugar de una forma formidable. Mis manos se posaron sobre su cintura y las suyas sobre mis hombros. Fue tan romántico ese beso que no quería que se acabara nunca. Nuestros gestos empezaron a subir un poco de tono y nuestras manos a recorrer cada parte de nuestros cuerpos. Fue en ese instante que me invitó a pasar a su casa ya que vivía sola. Accedí al instante.

Nuestros besos eran cada vez más apasionados. Entramos a su casay me sorprendió lo ordenado que estaba todo. Como si tuviera un lugar específico para todo. Me llevo a su habitación y me tiro sobre su cama y me dijo: “desde el momento en que te vi supe que eras para mí…”. No supe que contestarle ya que todo esto era como un sueño para mí. Se acercó a mí y le ayude a quitarse la blusa que traía ella,me despojó de mis zapatos y mi pantalonesmientras yo me quitaba mi camisa. No tenía brasierasí que pude contemplar dos hermosos senos que agarre conla palma de la mano, con unos pezones rosaditosy muy erectos por los besos que nos habíamos dado antes de entrar asu casa.

Empecé a jugar con ellos, a besarlos, manosearlos con delicadeza. Cuando los mordí, ella emitió gemidos que me excitaron bastante. Seguimos así por un tiempo hasta que nuestras bocas se volvieron a encontrar. Ahora lo único que traíamosera un bóxer y ella una tanguita de hilo. Era tan delgada la tela que se veía su rajita cerrada. Seguimos con el recorrido de nuestras manos por todo nuestro cuerpo y fue cuando decidí bajar mis manos hasta sentir ese par de nalgas hermosas. Mientras más las apretaba, más le gustaba. Mi pene rozaba su vientre y ella restregaba cada vez más su cuerpo para sentir mejor mi erección.

Una de las cosas que más me fascinan es hacer sexo oral a una mujer poniéndola en cuatro. Escuchar como gime a cada sensación que le proporciono me excita demasiado, así que decidí voltearla. Mis manos se dedicaron a recorrer sus nalgasy sus senos nuevamente, y mi boca se encargó de besar todo su culoy en algunas ocasiones lamer la rajita desde atrás. Sus gemidos eran cada vez más notorios así como mi excitación.

Fue el momento en que decidí avanzar al siguiente nivel. Decidí recorrer su vagina con uno de mis dedos sobre esa tela tan delgada de su tanguita, noté que estaba bastante mojada por la excitación que tenía. Sus gemidos se volvían cada vez más fuertes. Jugué con ese movimiento hasta que separo bien sus nalgasy fue cuando baje y empecé a besarle sus piernas. Le baje su tanguita y fui directamente a sus muslos. Subí poco a poco hasta encontrarme con aquella vagina con la que había jugado anteriormente. Abrí sus labios y probé por primera vez sus jugos. Era como una bebida afrodisíaca que no podía dejar de beber. Mi lengua recorría cada parte de su vagina, concentrándome en su clítoris principalmente. Después, metía mi lengua simulando una penetración. Puse mi nariz en la entrada de su culito para olerlo y frotarlo. Eso le encantoya que ahora sus gemidos se volvieron gritos de placer.

Cambiamos de posición y ahora ella fue la que jugo con su lengua sobre mi pene. Me encantaba como jugaba y marcaba todo el contorno de mi pene con su lengua. Estaba súper excitado. Nuestras miradas se cruzaron por un momento y pude notar que realmente era una experta en ese tipo de trabajos. Se lo metía todo en la boca sin producirme ningún daño con sus dientes y ejerciendo una presión exacta con sus labios. Era fascinante. Le dije que parara en ese momento si no me iba a terminar viniendo en su boca, cosa que todavía no quería hacer.

Se montó sobre de mí y de un solo golpe dejo caer todo su cuerpo introduciéndose todo mi pene en ella. Fue sensacional sentir el calor que alojaba dentro de sí. Su ritmo y sus gemidos empezaron a aumentar. Mientras ella se movía sobre de mí, me dedique a manosear sus senos. Después conmis manos empujabasus nalgas y ella empezósu movimiento. Era espectacular como montaba sobremíese bombónde mujer.

Se puso en cuatro de nuevo. Volví a jugar con mi lengua en su vagina pero ahora la recorría toda hasta su culo. Primero la penetré con la lengua para luego introducir un dedo. Le encanto yme pedía que no parara. En un momento de distracción cambie mi dedo por mi pene y grito de dolor que poco a poco se convirtió en placer. Primero le empuje la mitad dentro de ella. Cuando se acostumbró me dijo: “métemela toda papito, que rica verga”. Sin pensarlo dos veces la embestí con fuerza y escuche sugrito de dolor.

Empecé a moverme poco a poco. “¡más fuerte… me encanta!”. Me moví más rápido y se la metía lo más fuerte que podía. Fue tan rico poder sentir como me presionaba la verga con su ano cada vez que se la metía. Al rato sentí quetuvo un orgasmo espectacular ya que al mismo tiempo jugaba con su clítoris con una de mis manos. Nos vinimos al mismo tiempo, solo que yo lo hicedentro de ella.

Seguículiándola hasta que sentí que me venía de nuevo. En ese momento la voltee y le pedí que se tragara todo mi semen. Se metió todo mi pene dentro de su boca y empezó a jugar con él con su lengua. Me encantaba su forma de hacer sexo oral. No tarde mucho en escupir mi lechedentro de ella, y sin desperdiciar ni una gota se tragó todo mi semen. Siguió limpiando hasta no dejar rastro de lo que había hecho.

Nos recostamos un rato abrazados sobre la cama y comentábamos lo bien la habíamos pasado los dos. Después nos metimos a bañar, y acariciamos y enjabonamos hasta la última parte. Cuando terminamos, me di cuenta que era muy tarde y me fui a mi casa. Creoque eso me pasóes como un sueñohecho realidad.

ConejoCaliente_45

Soy hombre heterosexual

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Categoria: Hetero: Infidelidad
Fecha de Publicación: 2018-06-25 14:30:41
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