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Arrechas y dispuestas

Luego de bailar un rato reguetón y beber ron, después de hablar y morbosear un rato, Esteban hacía pareja con Verónica, abrazados y besándose, Esteban en pantaloncillos y Verónica en tanga hilo, nada más. Yo podía observar la erección de Esteban a través de sus pantaloncillos. Yo estaba igual en los brazos de Mateo, solo en tanga hilo roja, nada más. Se notaba su erección en sus pantaloncillos. A mí no me gusta el ron pero Mateo me daba a beber mientras me morboseaba y besaba. Le agarré su verga por encima del pantaloncillo y se notaba gruesa y dura. Mateo me daba dedo en mi cuquita y unos besos muy apasionados.Caricias morbosas me daba Mateo, lo mismo que hacía Esteban con Verónica. Varios minutos después Verónica y yo estábamos completamente desnudas arrodilladas en medio de las piernas de cada uno de nuestros hombres, sobre aquel piso de madera fría y dura estábamos mamando sus vergas y ellos también desnudos se mostraban complacidos por nuestras mamadas. Los tipos se habían puesto de acuerdo para tener sexo con nosotras allí en la sala unos frente a los otros. Mateo miraba con mucha lujuria el culo de Verónica y también me miraba a mí cómo se lo mamaba a él. Mateo me decía que le gustaba cómo se lo mamaba yo y me acariciaba la cabeza. Tomaba ron y me daba a beber a mí. Aunque yo no lo veía, Esteban miraba mucho mi culo me contó Verónica después. Luego de mucho tiempo de estar mamando yo ya estaba mareada de beber ron y cansada la quijada de mamar pero Mateo insistía en que siguiera mamando, me sostenía la cabeza y a veces me empujaba. Me repetía que le gustaba mi mamada y me obligaba a seguir mamando. Verónica también seguía mamando a Esteban. Luego de un rato más de mamar a Mateo me hizo sentar encima de él para penetrarme por la vagina pero yo misma le puse el condón y me senté de frente a él. Verónica seguía mamando a Esteban pero enseguida él la hizo montar sobre él para tener sexo. Yo me movía arriba y abajo y gemía, y Verónica también gemía. Era morboso escucharnos gemir a juntas, a ellos les gustaba oírnos, nos daban nalgadas y sonaban mucho sus palmadas a juntas. Me excitaba saber que a mi amiga y a mí nos estaban follando esos hombres en la sala mientras se escuchaba llover bastante fuerte en la calle y esa música reguetón. Mateo me morboseaba las tetas manoseándolas, apretándolas, chupándolas y a veces palmadas, también me daba palmadas en las nalgas muy fuerte. También escuchaba que Esteban le daba palmadas a Verónica. Había momentos en que parecía que los tipos querían ver quién nos daba palmadas más fuertes. Yo subía y bajaba fuerte y gemía sin parar pues sabía que Mateo excitado se botaba rápido. Mateo me dijo que me sentara por el culo y además le diera la espalda. Me dio más ron y me empecé a penetrar por el ano. Subí y bajé despacio y después cada vez más rápido y gemía, Mateo me agarraba por las caderas y me empujaba. En pocos minutos Mateo eyaculó mientras gemía de placer. Al frente mío veía a Verónica subir y bajar sobre Esteban y ella gemía. Cuando Mateo me hizo quedar quieta supe que ya había salido todo su semen. Me levanté poco a poco y vi su verga erecta y el condón lleno de semen, me hizo quitarle el condón y chupar su verga aun erecta pues siempre le gusta que se lo mame después del coito, que se lo limpie así me dice él, aunque se le cae completamente bastante rápido. Verónica seguía sobre Esteban pero creo que ya estaba haciendo sexo anal porque la había hecho sentar dándole la espalda a él también. Cuando a Mateo se le cayó completamente la verga fui al baño a botar el condón y lavarme la boca, aproveché para orinar y echarme agua en la cara pues me sentía muy mareada. Verónica llegó al baño también para botar el condón y orinar. Verónica me dijo que Esteban la había dejado doliendo el ano y le ardía un poco el ano, además me confesó que la noche anterior había estado analmente con otro hombre y le había dado muy duro. Yo le dije que a mí me dolía muy poco el ano pero que estaba muy cansada de la quijada y me sentía mareada. ¨Eso nos pasa por putas amiga¨, me dijo Verónica. Sonreí. Ella también estaba mareada. Nos arreglamos el cabello con las manos y mareadas por el ron caminamos desnudas por el pasillo para regresar juntas a la sala, sabíamos que ellos repetirían. Los hombres pidieron pizza a domicilio mientras descansaban y recuperaban sus erecciones, y nos dijeron que después de comer pizza nos volverían a culear. Mientras llegaba la pizza los tipos nos abrazaban y besaban, nos manoseaban y comentaban que nosotras les gustábamos. Ellos se habían puesto sus pantaloncillos y nosotras desnudas. Esteban decía que le gustaba mucho Verónica porque mamaba y culeaba rico y Mateo decía que yo también mamaba y culeaba rico. Pasó media hora. Llegó el pedido de la pizza y Mateo salió a recibir el pedido en pantaloncillos el muy descarado sin darle pena. Comimos cada uno un par de porciones gigantes con coca cola y luego de un rato otra vez a mamar en medio de sus rodillas. Esteban le hizo garganta profunda a Verónica y ella tuvo que ir a vomitar al baño. Esteban fue al baño a que ella se lo mamara allí y siguió dándole garganta profunda. Esta vez Mateo me hizo lamerle las bolas bastante tiempo y después me colocó en cuatro en el sillón y me penetró un par de minutos por la vagina y luego varios minutos por el ano mientras que a Verónica, Esteban se la folló en el baño, ella solo gemía pero se notaba que le daba duro. Mateo también me dio duro y se botó varios minutos después de darme muy fuerte y sin soltarme las caderas y me daba muchas palmadas en las nalgas. Copular con Mateo me gustaba y también me gustaba como se movía. El condón quedo con poco semen y chupé unos minutos la verga luego de que eyaculara. Esteban salió del baño sin Verónica, fui al baño y otra vez nos encontramos con ella allí. Yo boté el condón, pero Verónica me dijo que Esteban se la había follado sin condón. Las dos estábamos cansadas pero nos duchamos juntas rápidamente antes de irnos. Los tipos ya no querían más sexo pues estaban satisfechos y habían quedado sin semen. Nos propusieron amanecer con ellos pero no aceptamos. Esteban dijo que le habían quedado doliendo las bolas. Mateo y Esteban fueron generosos con nosotras y nos dijeron que querían volver a repetir la experiencia otra noche. Nos pidieron taxi a domicilio para irnos, ya había dejado de llover pero con Verónica decidimos llamar a nuestra amiga Diana pues nos había dicho que nos invitaba a una “fiestica” pero a medianoche con unos amigos de ella. A pesar de nuestro mareo Verónica llamó a Diana y le dijo que nos estaba esperando pero debíamos llegar a un casino en donde estaba con tres amigos. Subimos al taxi y fuimos al casino. Por el camino en el taxi Diana llamó a Verónica y le dijo que ya todo estaba arreglado, ella y nosotras iríamos al apartamento de uno de los tipos. ¨Te das cuenta amiga... verga segura¨, me dijo Verónica al oído para que el taxista no oyera aunque estoy segura que el taxista sospechó de lo putas que éramos. Solo sonreí. El taxista nos miraba por el espejo muchas veces. Pocos minutos después estábamos en la puerta del casino, llamamos a Diana y ella salió a recibirnos y nos dijo: “Amigas siquiera llegaron rápido, aprovechemos que la noche es joven y esos hombres están muy arrechos”. Entramos al casino. Apenas eran pasadas las 12 de la noche, hacía frío pero ya no llovía y ni Diana ni esos hombres supieron que habíamos estado antes con otros hombres. Fin

camilitarod

Soy mujer heterosexual

visitas: 2510
Categoria: Hetero: General
Fecha de Publicación: 2018-08-19 03:39:16
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2 Comentarios

Un delicioso recorrido por un sube y baja sexual, donde cada palabra te transporta a ese exquisito éxtasis y en el cual deseas ser... Mateo...

2019-02-04 04:47:28

Que puta y rica eres...

2018-09-17 05:13:00