El sábado 14 de agosto a las cinco de la tarde, aprovechando que mis hijos con quien vivo solo, hace 9 años los había enviado a pasar el puente festivo donde mis padres, me encontré en mi apartamento con Betty y Liliana, amigas maduras con las cuales habíamos acordado hacer un trio como producto de sendas charlas sobre fantasías sexuales. Ya yo había estado con ellas por separado varias veces.

Llegaron a mi apartamento por separado como a las 5:30 de la tarde. Ellas no se conocían. Nos sentamos en la sala, las presenté, les serví ron y empezamos a hablar de temas variados durante más o menos 15 o 20 minutos para entrar en confianza.

Cuando Betty fue al baño, comencé a acariciar a Liliana, quien rápidamente se excito y de igual manera empecé a desvestir, lo propio hice con Betty cuando regreso. Me hicieron el oral, es decir me lo mamaron por separado, luego les tomé por la cabeza y las puse a que compartieran mi verga sin egoísmo. Mmmmmmm que mamada tan rica!!!! Que arrechada me pegué, mientras les daba dedos en sus cucas mojadas y con el auténtico olor a mujer arrecha. Las invité a pasar a mi habitación donde hicimos otra réplica de lo que habíamos realizado en la sala, incluyendo besos tripartitos (entre los tres) Les di dedo a las dos en sus húmedas cucas, incluso a Lili le metía un dedo en la cuca y otro en el culo , mientras se queria morir de la dicha. A la primera que penetré fue a Betty quien se quejó y empezó a jadear, a los tres minutos clavé a Liliana, quien gemía y chillaba de arrechera mientras le caímos como piraña en cuca tetas y boca. Asi seguí alternándoles las clavadas cada tres minutos, sin condón ya que así lo habíamos acordado, tratándose de mujeres muy serias y maduras, seducidas por la curiosidad y las fantasías. Después de que ambas tuvieron orgasmos, decidimos descansar, para tomar más licor y restaurar fuerzas.

Mientras ellas en la sala charlaban y entraban en más confianza, fui a comprar más ron. A mi regreso tomé mi guitarra y empezamos a cantar vallenatos y a tomar ron bien chévere. Luego colocamos una emisora de

reggaetón y empezamos a bailar así en pelota y de manera sensual. Por primera vez vi a Liliana besando a otra mujer, nunca lo había hecho y en cierta ocasión me había dicho que no sabría si fuera capaz o no, el hecho me calentó tanto que me arrodillé enseguida ante ellas a chuparles sus cucas mojadas y semisaladas, deliciosas, mientras arriba ellas seguían en lo suyo con besos y mamadas de teta, sin dejar de obedecer al erótico ritmo del reggaetón. Coloqué a Betty en cuatro y la clavé furibundamente, inclusive me dijo que no le diera tan duro porque le dolía entonces hice lo propio con Liliana....Le pegué una levantada, porque a ella si le encanta que le den duro...la hice venir enseguida y casi desmayada seguí dándole verga de la buena, me toco casi cargarla para que no se cayera mientras la castigaba (digo; la premiaba) con mi pene grande, morado y cabezón. Lili Nos invitó al cuarto donde me lo mamaron se las chupé arriba y abajo y ellas gozaban de lo lindo....fue mejor dicho todos contra todos. Clavé de nuevo a Betty mientras me decía: "Dame duro, pero suave" empecé a metérsela y a sacársela intenso, pero ajustado y sabroso hasta que empezó a quejarse en un delicioso orgasmo, Me dijo que le diera a Liliana y yo le obedecí. la prendí a verga de manera infernal como a ella le encanta, su corazón se le quería salir, hasta temí que le diera un infarto y después el embalado era yo, pero seguí mostrándole que era un hombre el que se las estaba culiando. Cuando besé a Lili en la boca y la tenía helada, supe que ya le venía el orgasmo y aceleré mi bombeo, empezó a ñatear traspajosamente y como a hablar en diferentes lenguas y a decirme repetidas veces; papi, que rico!!!!! Ahí no aguanté mas y explote dentro de ella en un orgasmo tenaz besándolas a ambas indiscriminadamente y aullando cual perro lobo, hasta que quedamos tendidos en la cama satisfechos, relajados y plácidos por todo lo rico que la pasamos.

Después de todo, muy felices los tres nos pusimos a cocinar, comimos, Betty se fue para su casa a las once y media de la noche y nos quedamos Lili y yo culiando desaforada y apasionadamente como dos horas y media más y por fin pudimos dormir. Yo me sentía livianito.