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me gustaba mucho Javier

Me faltaban unos años para terminar el colegio, así que mi mama decidido no luchar mas conmigo y enviarme con mi padre nuevamente que en esta oportunidad vivía en una finca en Villavicencio, le había dado por dárselas de ganadero…

Alla conocí a Javier, empleado de mi padre, un hombre de unos 40 años en ese tiempo, alto, con cuerpo fuerte debido al trabajo en el campo y un rostro duro, que rara vez sonreía.

Un día, estábamos en unas ferias de un pueblo cercano, y mi padre, como siempre, encontró alguna mujer por ahí y se fue con ella, encargando de mi cuidado a Javier, que no le pareció muy buena idea, ¿pues decía que él no era niñero… NIÑERO? Decidí que le enseñaría a ese hombre que yo no era una niña, así que fui por una botella de ron, su favorito, y comencé a repartir licor.

Un rato después, le pedí que nos fuéramos a casa, que estaba cansada y tenia sueño, así que fuimos hacia el auto, me abrió la puerta, y se subió, pero no me dijo una palabra en un largo rato.

Espontáneamente comencé a deslizar mi mano por su entrepierna, y al ver que no reaccionaba, que solo seguía conduciendo comencé a subir hasta llegar a su verga.

Estaba dura y caliente, entonces comencé a masajearla por encima del pantalón, así sentía como se ponía cada vez mas dura, de repente, Javier aparco el carro a un lado del camino, quito mi mano, bajo su cremallera y saco una verga grandísima, me tomo del cabello y puso mi rostro frente a ella dándome pequeños golpes en la boca hasta que la abrí y la mando toda dentro de ella, empujándola casi hasta dejarme sin respiración.

Me recostó en la silla y bajo el espaldar, acomodándose encima mío, yo llevaba una falda y una blusa pequeña, así que subió mi falda, corrió mi tanga y puso se verga en la entrada de mi vagina, rozando mi clítoris con ella y me pregunto al oído si era a virgen a lo que yo mentí respondiendo que sí, me dijo pues no le creo, encajando todo su pene dentro de mi haciendo que yo soltara un grito, se quedo un momento quieto, esperando que me acostumbrara o solo disfrutando de mis gemidos, luego comenzó a moverse de una forma salvaje apretando mis senos y mordiendo mis labios, mis mejillas y mi cuello, la saco derramando su semen en mis piernas, se acomodó el pantalón, se sentó, tomo aire encendió el auto y siguió conduciendo, mientras yo quede en la silla, gimiendo y retorciéndome pues estaba sintiendo un orgasmo de una manera brutal, nunca había sentido algo parecido, acomode mi ropa y me fui mirando por la ventana.

Llegamos a casa, se bajó, abrió la puerta del carro para que me bajara y luego se fue a guardarlo.

Creo que ese día me obsesione con Javier, y el descubrió que yo era suya y podía usar mi cuerpo de la manera que se le ocurriera

sexy-morrigan

Soy mujer bisexual

visitas: 2866
Categoria: Sexo con maduros
Fecha de Publicación: 2018-09-23 23:19:33
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2 Comentarios

Excelente relato, gracias por compartirlo.

2018-10-24 13:19:00

Que buen relato, me exita mucho como relatas la forma en que te cogen, y como logras lo que deseas.

2018-09-26 05:56:42