Quiero a mi negrita bien perra... ella es extrovertida y no pierde la ocasión para gozar de todo lo que yo le permito, pero la quiero una verdadera putita, me encanta así, con ella puedo vivir todo lo que se me pasa por la cabeza y no tengo el miedo que me juzgue... Desde hace un par de meses la vengo llevando un poco más al extremo y quiero que darle una etapa de mucho culeo donde se desfogue y se libere al máximo.

Ya se lo dije, le tengo preparada una buena faena, pero aún no sabe los detalles... Le pido se ponga bien mamasota, lo más mostrón que tenga y no me desepciona, su minifalda en jean dejan imaginar perfectamente esa colita bien paradita y proporcianada que tiene, adornadas de sus bien torneadas piernas; una pequeña blusa estraple roja, sin brasier, tan solo se levanta y ese par de montañas morenas se pueden apreciar en su belleza. En el camino le indico que vamos por Javier, su single preferido, que ya está listo. Tan pronto lo recogemos se hace en la parte de atrás y mi negra lo sigue, quedo como el chofer de la escena. Apenas arranco se empiezan a escuchar los chasquidos de los besos y luego la voz de Javier: Vamos por un amigo que tequiero presentar... mi esposa le dice, entre risas, algo así como que está loco, que para qué... Él me dirije la palabra, preguntando sobre dicha idea, a lo que yo respondo que para mí sería súper, pero que la que mandaba era ella. La negrita estalla en risas y se avalanza sobre Javier, se dicen un par de cosas y luego mi esposa, como dando una orden, pide que vayamos por él. 

En cinco minutos ya está Carlos en el carro, en la parte de atrás, junto a Javier y mi esposa. Es bien puesto y evidente que a mi negra le gustó. Intercambian unas palabras, decidimos qué comprar y en el camino ya la cosa está caliente: la negrita tiene la blusa levantada y las dos bocas sobre sus senos, manos que se mueven por todo su cuerpo, entran y salen de su vagina. Ya la música suena en el apartamento, ella baila con uno y con el otro, los tragos van de mano en mano, yo observo como se divierten mientras me pego un porro y paso tambien mis buenos chorros. Ahora bailan los tres, mi negra al medio y ese par restregando sus vergas en ella, su cadera se mueve de un lado a otro para aumentar la calentura. Javier se me acerca a fumar algo del mi porro que ya está hechando humo y desde la ventana vemos como mi negrita y Carlos se empiezan a gozar en el sofá, lo hacen acelerados, con mucha calentura, las lenguas se mueven con agilidad, así como las manos que tocan cuanto pueden. Mi negrita no se hace esperar y ya tiene en su mano la verga de Carlos, la acaricia y la observa con cariño, le da un par de besos bien ricos a Carlos y se avalanza a chupar ese miembro. Desde la ventana observamos Javier y Yo mientras hacemos algunos comentarios de lo rica que está mi negra y de lo perra que se pone cuando le coge la calentura. Le pido a Javier que se les una y le indico que le peguen una dura culiada, que yo sólo voy a observar en esta ocasión.

Mientras se acerca, Javier se va quitando la ropa y tan pronto llega le pega una buena nalgada que la coge por sorpresa, levanta su rostro y ya tiene otra verga a su alcance, no duda y la agarra con ganas, la masturba rápido, le pega unos buenos lenguetazos y luego la introduce toda en su boca, alterna la mamada con esas dos pijas. Luego, Javier la coge del cabello y con autoridad la pone en cuatro, junto a Carlos aprecian su culo, se dicen un par de cosas, lo acarician y la masturban, le dan lengua y luego Javier invita a Carlos para que la clave, justo antes de hacerlo, Javier me mira y me indica lo que van a hacer. Yo ya tengo mi verga en la mano que está a reventar. Carlos se agarra la verga, ahora aprecio que es de buen tamaño y tieza, como le gustan a ella. Entra y se siente el gemido de mi negrita, la mueve suavemente durante unos instantes, pero a los pocos segundos empieza la arremetida, los gemidos se transformas en gritos por momentos, se escucha el golpe del cuerpo de Carlos sobre el culo de mi negra, se hace cada vez más fuerte y de un momento a otro baja el ritmo y despues la saca, le indica a Javier que es el turno de él; este pone su rostro de perversión, coge su verga y le da un par de latigazos a las nalgas de mi negra que ya quiere la otra verga. Javier no la desepciona, le da de una forma muy deliciosa, con buen ritmo, la toma de los senos y le sigue dando bien rico, se nota que le gusta a mi negra, sus gemidos son cada vez más de placer, así la tienen por unos minutos, se la saca y ya Carlos está sentado en una silla para que ella se le siente encima, lo cual entiende a las mil maravillas, porque enseguida lo busca y empieza a saltar y a mover ese culo como cuando baila regueaton. En seguida vueleven al sofá, la ponen en cuatro, pero esta vez para que ´pueda chupar la verga de Javier mientras Carlos la penetra, me encanta esa posición, puedo ver como entra y sale esa verga mientras chupa la otra. La arrechera ya se le viene encima, se le nota porque pide más y más, chupa y masturba a javier con más ganas hasta que cae en el orgasmo. Sin compasión Carlos la vuelve a acomodar para clavarla y le da muy duro, ella grita y enseguida se viene sobre la cola y espalda de mi negra; Javier no la deja ni respirar, cuando ya la esta clavando, tambien se le nota la violencia, los golpes se escuchan con fuerza sobre ese culo, vienen unos gemidos de Javier y su leche se derrama sobre las nalgas de mi negra. 

Ella reposa sobre el sofá, no tiene fuerzas ni para moverse, mi leche ya cae sobre el piso...