Guía Cereza
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Relatos & Experiencias

Gracias Guia Cereza

Me parece increíble que hayan pasado ya 10 años desde que la curiosidad del mundo swinger nos haya abierto la puerta a este nuevo estilo de vida.

Me parece que fue ayer cuando en ese mes de Octubre de 2008, en un chat del ya extinto sitio web terra.com.co me entere de las páginas de Guía Cereza y ADN, y de inmediato puse nuestro perfil como nueva pareja.

Yo era de los típicos hombres celosos que se molestaban porque algunos tipos miraban a Ángela, mi esposa, de arriba a abajo. Y eso tuvo un giro de 180 grados en ese año. En Octubre del 2008, llevábamos 3 años de matrimonio y nuestra bebe tenía un poco más de 1 año de nacida y el cuerpo voluptuoso de Ángela reflejaba el estricto trabajo post-parto que ella había hecho gracias a su estricta dedicación diaria al gimnasio. A sus 30 años, orgullosamente caleña, sus exuberantes tetas naturales 36D, su redondo y bien tonificado culazo y esas atléticas piernas de reina, no mostraban que era la orgullosa madre de una nena de 14 meses, y a la vez la esposa de un afortunado hombre. Y yo, a mis 40 años, 10 años mayor que ella, estaba en la gloria plena de la relación de pareja, de día en la oficina dedicado a mis labores en la empresa de ingeniería civil de la que soy socio y gerente técnico, y en la noche en el apartamento jugando con nuestra bebe, y sin falta, tipo 10 pm, después de dormir a nuestra hija, mis manos se posaban sin contratiempo sobre mi esposa para despojarla de su ropa, y luego mi lengua y mi verga disfrutando del exquisito cuerpo desnudo de Ángela en la cama, mientras que sus tetas, su cuquita y el hoyito de su culo pagaban el alto precio de ser una sexy mujer valluna. Y de pronto esos celos absurdos de hombre inseguro se convirtieron en una sensación de envidia y placer al ver como mis amigos y mis clientes de la oficina miraban a Ángela con encendido deseo sexual. Me excitaba a mil por hora al ver, en las reuniones o fiestas a las que éramos invitados, como mis amigos le miraban el trasero cuando ella caminaba, o ver como descarados le miraban el amplio escote y sus generosos pechos. Me excitaba al 100% al ver como mis clientes de la oficina la observaban con detalle de arriba abajo y sus ojos masculinos se posaban sobre el espigado y esbelto trasero de mi sexy caleña. Me ponía súper-arrecho ver como Rafael, mi gran amigo de la Universidad y socio de la empresa, observaba a Ángela con impetuoso deseo. Desde que la conoció como mi novia por allá por el año 2004 y luego cuando me case con ella en el 2005, él siempre me manifestó la envidia que sentía conmigo por tener a Ángela a mi lado. Y claro, me lo demostraba de la forma como Rafael la miraba descarado y colocaba sus inquisidores ojos sobre el escote, la cadera, las piernas y la cola de ella. Se le notaba de lejos que me envidiaba por yo ser el único afortunado de poner mis manos, mi lengua y mi verga sobre cada rincón de su sexy cuerpo. Ella, como buena caleña vanidosa, a pedir de boca, lucia sus faldas cortas o sus pantalones ajustados y blusas escotadas. A mis 40 años, en el 2008, se me encendió el deseo de ver a Ángela con otro hombre encima de ella culeandosela.

Claro, se lo comente y ella me lo negó de una, enfurecida, diciendo que era una locura mía, y que no me iba a complacer con eso. Esa noche, regañado, me toco dormir en el sofá de la sala.

Mas arrecho me puse en Febrero del 2009, cuando ella llevaba apenas 2 meses trabajando en una sucursal financiera de un conocido banco acá en Cali, y en una fiesta con sus nuevos compañeros del banco en un reconocido club de Cali, recién llegados al sitio, yo venía con un apuro fisiológico y entre al baño y allá sentado en el sanitario escuche esa conversación de dos extraños hombres que aun yo no conocía:

-“Pacho… y quien esa hembrota del pantalón verde que lo saludo…? que cosota de mujer !!…”.

-“ahhhhh, Ángela… es la nueva administradora de Finanzas corporativas, 30 añitos, casada, con una bebe de 1 año... quien lo creyera, con ese cuerpazo tan rico, pa’que mas”, respondió el otro hombre mientras yo permanecía sentado en el baño sin saber quiénes eran los dos hombres que hablaban de mi esposa mientras ellos orinaban.

-“Uyyy no me diga más... o sea que ella está ahora a cargo suyo... que mujercita tan completa… con esos pechos, esa cola tan divina y esas patotas tan ricas me imagino que Pacho ya se imagina una tarde de motel culeandose a esa cosota…”, dijo el otro man riéndose.

-“claro, hermano… de las tres hembras que entreviste para el cargo, Ángela era, de lejos, la de mejor cuerpo, el día de la entrevista conmigo tenia puesta una faldita roja cortica y apretada… uy diosito, que hembra!!! se le veían esas piernas y esas nalgas paraditas… divina… y arriba ese par de tetas que se le salían de esa blusa… y cuando me dijeron en recursos humanos que la habían seleccionado… ufff.. si Alberto, no se lo niego, pero me excita pensar que voy a ser el jefe de esa hembrota… yo sé que tengo que darle confianza primero y por ahí en seis meses le mando el torcido a ver si se deja invitar a motel… como envidio a ese esposo… se imagina Alberto uno llegar al apartamento a comer, ver un rato de TV y luego llevarse a esa hembrita pa’ la alcoba, ponerle las manos encima, desnudarla y meterle la verga por entre esa chocha y ese culo todas las noches… ufffff… que bueno que debe pasar ese man comiéndose a esa hembra a diario y dejándole esa cuca llena de semen, mientras le chupa esas tetas tan buenas”, respondió Pacho, el nuevo jefe de Ángela.

-“Y me imagino que la va a invitar a su fiesta de cumpleaños el próximo fin de semana?... dígale de una que se vaya vestida bien sexy, mostrando esas nalgas y esos pechos, pa’poder mirarla y antojarme más”, dijo Alberto riéndose.

-“Si, ya le dije pero me dijo que no podía… que ya tenía un compromiso”, respondió Pacho.

Esa conversación disparo más mi libido por convencer a Ángela que la quería compartir en la cama con otro hombre. Esa conversación me convenció que Pacho y Alberto, esos dos extraños que yo no conocía eran ya, con tan solo dos meses de amistad, sus dos más benevolentes y simpáticos admiradores en la oficina del Banco, y que tan solo en unos pocos días, su femenino cuerpo ya los tenia encendidos.

Pasaron 2 largos años de sueños no realizados hasta que finalmente ella me acepto que saliéramos con alguien de Guía Cereza, sin compromiso, ni ataduras ni presiones. Por allá a mediados de Junio del 2011, que excitación verla sonriente de minifalda ponerse de pie para saludar de beso en la mejilla a ese hombre maduro de 40 años que ella escogió a su gusto en un bar restaurante del centro de Cali. No pasó nada esa noche pero fue su primer paso para darse cuenta como un hombre maduro la deseaba sexualmente de igual forma. Como disfrute esa noche viendo sin pena ni gloria como ese comerciante caleño miraba a Ángela de arriba y abajo y le halagaba su belleza y simpatía. Como disfrute esa noche viendo como ella se paraba al baño y el amigable comerciante ponía sus veteranos ojos sobre las esbeltas piernas y el redondito trasero de Ángela y dejaba salir esas palabras tan sabias y complacientes:

-“… José, lo felicito y lo envidio… debe disfrutar usted al máximo ver a su sexy y bella esposa desnuda en una cama con otro hombre encima de ella comiéndosela…”.

Finalmente, sin esperármelo, un viernes de Agosto del 2011, ella me dio una sorpresa cuando esa noche, después de culearmela, y aun desnudos y abrazados en la cama, mientras mi verga sin condón reposaba atrapada en su apretadito sexo me susurro al odio esas palabras mágicas que siempre espere escuchar:

-“Hoy entre al perfil de Guía Cereza y vi un pelado que me llamo la atención… te gustaría que saliéramos con el mañana, mi amor?”

24 horas después en un motel de Yumbo, gracias a Guía Cereza, yo vivía una de las mas espectaculares experiencias como esposo de Ángela.

-“Recuerda que te amo, bebe”, me dijo ella dándome un beso en la boca mientras atrás mío, Julián, un administrador de empresas, soltero, de 25 años, le acariciaba el culo a Ángela mientras recorría su cuerpo generosamente con sus manos, desnudándola lentamente.

20 minutos más tarde me daba yo esa fenomenal masturbada y de mi verga explotaban chorros de esperma mientras veía en la cama del motel como los cuerpos desnudos de Ángela y Julián se amarraban en un fervoroso orgasmo, y ella completamente excitada gemía de placer sin contemplación mientras que la gigante y gruesa verga de Julián, cubierta con un condón, le machacaba su vagina, y le daba a ella ese atípico y femenino orgasmo. Que delicia verla allá acostada boca arriba con las piernas bien abiertas a sus 32 años de edad, y una firme verga, 7 años más joven que ella, entrando y saliendo de su tesoro.

-“no se imagina Julián cuantos amigos de Ángela lo están envidiando”, solo atine a comentar, mientras sus desnudos y sudorosos cuerpos se movían lentamente el uno encima del otro sobre la cómplice cama del motel.

Esa noche, después de dos horas culeando con ese extraño, Ángela empezó a convencerse de que su atractivo cuerpo valluno despertaba muchos perversos y eróticos pensamientos. Y completamente satisfecha por la fenomenal verga de Julián, ella abría lentamente los ojos a este nuevo mundo.

Luego ella se abrió más a sus deseos no complacidos y se entregó más a vivir el momento sin planear nada. A vivir el día a día, sin rasgos de dudas ni cuestionamientos de ninguna clase. Igual, ella aun me rechazaba la idea de que se acostara con Pacho, su jefe, o Alberto, su amigo del banco, o Rafael, mi gran amigo y socio del empresa, ya que le parecía una locura meter a las sabanas a alguien tan cercano a ella. Claro, ella me decía que Pacho y Alberto no hacían sino invitarla a motel y ella siempre se los negaba. Y que Rafael, en la última visita que nos hizo, después de su divorcio le dijo a Ángela que su bondadoso cuerpo de mujer caleña parecía congelado en el tiempo y esos pechos y esa cola eran dignas de un hombre afortunado.

Un año más tarde, en Diciembre del 2012, de vacaciones en Cartagena con mi suegra y nuestra hija, y sin yo esperarlo, a sus 33 años, ella vio su oportunidad con ese amable instructor de buceo costeño, de sus misma edad, que conocimos en el hotel Caribe.

Jamás me imagine que el ajustado vestido que Ángela lucía una noche en el bar, despertaría sus ocultos deseos femeninos al máximo. Jamás me imagine que el ajustado vestido llamaría la atención de Manuel, el instructor de buceo del hotel, quien esa noche nos acompañaba con su agradable charla, mientras departíamos con unos cocteles. Jamás imagine que su invitación a bailar a una de las discotecas de la ciudad amurallada terminaría placenteramente para los tres en un motel de Bocagrande, mientras Ángela, hermosa y sexual, desnuda y acomodada en cuatro, le entregaba a su afortunado amante, ese par de tesoros ocultos en su cuerpo, mientras esa flamante verga costeña le castigaba por detrás sin compasión su vagina y el bien estrecho asterisco de su ano. Montado encima de ella, como burro preñando a su hembra, Manuel se montaba a Ángela en la posición que siempre quiso desde la que conoció en la instrucción de buceo de esa mañana.

Por primera vez, después de tanto tiempo deseándolo y masturbándome a saciar, presencie como un desconocido hombre le hacía sexo anal a Ángela y le metía su verga por en medio de sus hermosas y atléticas nalgas, ocultándose en medio de su apetitoso culo, mientras ella gemía de pasión y dolor, y yo, su esposo, con mi mano puesta en mi duro pito bombeaba mis chorros de semen sobre el piso del motel.

Por primera vez, después de 7 años de un sólido matrimonio, presencie esa noche de Diciembre del 2012 como Ángela, dulce y sumisa, desnuda y arrodillada en frente un desconocido hombre le hacía sexo oral a su fortuito amante y ella se atragantaba en su boca con la gruesa verga de un bien dotado costeño, mientras ella dichosa le chupaba la verga con pasión y firmeza, y yo, su esposo, extasiado la miraba. Que rico ver como ella se sacó la verga de su boca y la puso rápido en medio de sus infladas tetas, para que 3 segundos después, Manuel gritara de placer y esa vergota cartagenera estallara en medio de sus ricas y voluptuosas tetas vomitando sus poderosos chorros de semen, dejando su hirviente lava blanca toda cubierta sobre las tetas y el cuello de Ángela.

En los pasados 6 años, desde que ese instructor costeño la dejo plenamente satisfecha sexualmente en Cartagena, sin falta, y gracias a Guía Cereza, una vez por año Ángela y yo hemos disfrutado con 100% discreción de las dulces mieles de dejar que un hombre entre a nuestra cama cómplice de pareja y las experiencias de tríos HMH y dos maravillosos intercambios de pareja, unas con gente de Guía Cereza y otras con gente desconocida que hemos descubierto en el camino de la vida, entren y enriquezcan nuestra relación de pareja.

Ahora, 10 años después, un apacible Sábado 9 de Febrero del 2019, doy gracias a Guía Cereza por habernos abierto las puertas a un nuevo mundo de experiencias. Y yo, le doy gracias a ella por dejarme realizar mis sueños como esposo.

Afuera resuenan los sonidos de una Cali trasnochadora y rumbera. La amplia sala vacía del lujoso apartamento muestra los rezagos de una rumba sana y amena. Botellas vacías de Ron, Whisky, Vodka, Aguardiente Blanco y algunas de cerveza dan a entender que fue una noche activa. Abundantes restos de comida, papas fritas, salchichitas sin terminar y una torta de cumpleaños partida a la mitad allá al fondo en la mesa del comedor indican que hubo festín para todo el mundo.

El gigante reloj dorado colgado en la pared marca las 2:10 am. Me parece increíble que hacia escasas cuatro horas el atractivo cuerpo de Ángela caminaba sexy por la sala del apartamento, sonriente y gentil, atendiendo a los 12 invitados a la reunión del cumpleaños 50 de Pacho, su jefe en el banco. Me parecía increíble que su sonrisa llenaba con elegante porte y gala, la reunión con los cercanos amigos de Pacho, mientras ellos descarados observaban como la bien ajustada y corta falda azul de su cercana amiga y subgerente financiera de la sucursal donde el laboraba se amoldaba perfecto a su cadera dejando al descubierto esas bien tonificadas y femeninas piernas. Y allí, en silencio, ese culazo divino de Ángela se exponía perfecto para la masculina y madura audiencia de la fiesta. Las dos caras de las paradas nalgas de Ángela se marcaban perfecto y como un suculento durazno, el espigado trasero de mi esposa lucia majestuoso a los ojos de los hombres sedientos por tener sexo con ella y clavarse ese culo de esa hembrota caleña. Con sus zapatos negros de tacón alto, sus piernas se mostraban lujuriosamente bellas y hermosas. Arriba una blusa blanca y un pronunciado escote dejaban al descubierto porque ella, vanidosa, mostraba con orgullo sus generosos pechos naturales talla 36D. Me hervía la sangre de excitación ver como ella, sonriente, se acercaba a ellos y les ofrecía comida y trago, y todos, sin falta, se quedaban atrevidamente mirándole el escote y ese oculto valle de las pasiones masculinas entre sus suculentas tetas. Y luego de tomar su bocado de comida y trago, dos segundos después, y mientras ella se acercaba hacia otro grupo de amigos, ellos bajaban su cabeza en silencio para verle su trasero y esas miradas perdidas se quedaban postradas sobre la cadera, las paradas nalgas y las piernas de Ángela.

La ajustada faldita azul se marcaba perfecto a su cadera, y sus dos exquisitas nalgas sobresalían hermosas y portentosas. Era ligeramente visible como ella lucía una delicada y fina tanga, y allí, en medio de ese culo de diosa, la raya de su trasero era notoria a los ojos de un hombre suspicaz.

Me hervía la sangre de excitación ver como el cuerpo de Ángela llamaba la atención cuando ella salía a bailar con alguno de ellos. Me hervía la sangre de excitación ver como el cuerpo de Ángela llamaba la atención de Pacho y Alberto, cuando ella se acercaba a ellos y les coqueteaba discretamente. Que arrechera ver como ellos dos la miraban, sin pena ni gloria, y susurrándole al odio, le hacían comentarios atrevidos, acerca de su bondadoso cuerpo. Y ella, vanidosa, solo se reía ante sus atrevidos comentarios.

Me parecía increíble que hacia escasas 4 horas, todos y cada uno de ellos, me envidiaban por ser su esposo. Increíble que después de 10 años, ese bien trabajado cuerpo de gimnasio, aun inmaculado, parecía congelado en el tiempo, como le había dicho Rafael, mi socio. Ella, ahora a sus 40 años, llegaba a la madurez y a la plenitud de su vida sexual demandando disfrutarla al máximo. Y yo, a mis 50 abriles estaba ahí para complacerla en sus necesidades.

Y que mejor momento para mí, ver como los ojos de 12 hombres extraños se quedaban en silencio observando con su indiscreta mirada, ese cuerpo de guitarra. Y allí, coqueto y sin nada que ocultar, el busto y el redondito y bien parado trasero de Ángela atrapaba la atención de ellos, mientras yo me deleitaba imaginando que les pasaba por la cabeza a todos.

Me parecía increíble que hacía dos horas, ella se me acerco al oído y pronuncio en voz baja, susurrándome, esas palabras mágicas que siempre quise escuchar:

-“Pacho y Alberto me dicen que sus amigos están hablando de mi… y que mi faldita azul y la blusa los tiene encendidos… que te envidian por el ratico de sexo que tú me das a dar hoy en el apartamento…”

-“Quiero que hagamos algo diferente esta noche, amor”, agrego ella pellizcándome la barriga con picardía.

-“Lo que tú quieras, mi reina… siempre y cuando yo te pueda complacer al máximo”, le respondí.

Ángela, se rio y me dio un tierno beso en la boca. Al fondo, Pacho y Alberto nos miraban.

-“Si lo se amor, y te garantizo que esta noche yo te voy a complacer al máximo”, dijo ella suspicaz y vanidosa.

Ahora, siendo las 2:11 am, solo en la sala, con la música de Nicky Jam, y mi copa de vino blanco, doy gracias a Guía Cereza por abrirme los ojos a lo que yo más quería. Hacia tan solo 1 hora, justo después de que el ultimo invitado saliera del apartamento, Ángela me daba de nuevo un especial beso en la boca mientras permanecía sentada a mi lado, me decía que me amaba y se ponía de pie al mismo tiempo que Pacho, su jefe, se acercaba a nosotros, la tomaba de la mano y se la llevaba a su alcoba.

Alberto, su amigo, sin entender que pasaba, solo atinaba a mirarle las piernas y la corta y sexy falda a mi esposa mientras Pacho y ella se alejaban de la sala caminando.

-“Oiga y ustedes dos pa’donde van?”, pregunto el sin saber nada del plan secreto de ellos.

Un silencio tímido lleno la desordenada sala del apartamento del jefe de Ángela.

Ángela y Pacho no se detuvieron y ella siguió a su lado, tomada de su mano, como si fueran pareja. Los dos finalmente se perdieron de nuestra vista y con seguridad caminaron por el pasillo y entraron a la alcoba principal del apartamento de Pacho.

Ella cómoda y segura, vanidosa y sonriente tomada de la mano de su jefe. El, nervioso e inseguro le parecía increíble llevarse a mi sexy esposa hacia su alcoba, mientras, yo, su esposo, le daba el visto bueno sin dudas ni excusas. Para Pacho habían pasado 10 largos y tortuosos años esperando por ese momento.

Guarde silencio por dos segundos más y pronuncie nervioso esas palabras que esperaron 10 años para salir de mi boca:

-“Pacho se va a culear a Ángela… es su regalo especial de 50 años… quiere mirarlos?”, le comente a Alberto.

Ahora, una hora después, camine de regreso hacia la alcoba y por la puerta entreabierta volví a disfrutar de ese fastuoso espectáculo.

La corta falda azul, su blusa blanca y sus tacones negros tirados en el piso al lado de la amplia cama. Su delicada tanga negra y su brassier blanco de Leonisa, ahí en silencio, al lado de la mesa de noche, donde fue delicadamente despojada de sus ropas.

Acostado en la cama, boca arriba, el cuerpo desnudo de Alberto, el amigo de Ángela, reposa extasiado mientras ella sentada sobre su abdomen, se cabalga su madura verga. El torso desnudo de Ángela reposa sobre el pecho de Alberto, y el con dificultad levanta su cabeza para llevarse a su boca las generosas tetas de mi esposa. El, en silencio, se atraganta devorándose con su lengua y sus dientes chupándole y mordiéndole los robustos pechos a Ángela, y parece confundido mentalmente mientras se come ese par de melones, al mismo tiempo que su verga sin condón permanece enterrada en la vagina de la hembra que por 10 largos años siempre deseo culearse.

El desnudo, brillante y sudoroso cuerpo de Ángela se mece lentamente sobre la cama y su pelvis y su cadera se mueven contorneándose placenteramente y veo como la verga de Alberto danza gloriosa, cadenciosamente, entrando y saliendo de la bien dilatada vagina de mi esposa. Sus hinchados labios vaginales lucen brillantes y se atragantan con esa madura verga de su amigo del banco. Veo como los fluidos vaginales de su sexo corren y se mezclan con la amarillosa leche que emana perezosamente de su tesoro, mientras que la verga de Alberto deja escurrir su blancuzco y espeso líquido, dándome a entender que hacía poco ya había eyaculado de nuevo adentro de la estrecha cuquita de ella. Abajo, caídas, las dos guevas de Alberto reposan infladas y erizadas, esperando bombear de nuevo su chorro de esperma.

Tres centímetros más arriba, las pesadas guevas colgantes de Pacho, danzan alegres golpeando contra la vagina de su sexy amiga. Y atorada en medio de las nalgas de Ángela, la verga sin condón de Pacho, su jefe, se mueve lentamente entrando y saliendo de ese lugar de lujuria. Las espectaculares nalgas de mi esposa no son visibles y solo el cuerpo obeso de Pacho montado encima de ella, sobre su espalda, me tapa la vista de Ángela.

En un exquisito y lujurioso acto sexual, Alfredo se come las tetas de mi esposa, mientras su verga reposa erecta eyaculando su semen en lo profundo de su vagina. Montado encima de ella, Pacho, a sus 50 años de edad, le machaca su firme y erecto miembro en lo profundo del culo de su adorada subgerente financiera, esa hembrota caleña que contrato por allá por el 2008, y por la cual espero pacientemente por 10 largos y perpetuos años, para hoy, finalmente, celebrando su cumpleaños, ponerle sus manos, su lengua y su verga, en medio de los ocultos y exquisitos tesoros de su deseada amiga.

Yo, extasiado, veo como ellos le hacen una doble penetración y Pacho, montado por detrás sobre ella, dándole por el culo a Ángela, cumple también su sueño. Aprisionada, en medio de ellos, su femenino cuerpo paga con creces, los deseos represados de esas dos hienas salvajes que desde el 2008 siempre vieron a mi esposa con una suculenta carnada sexual digna de ser saciada a plenitud.

La cama se mueve cadenciosa, mientras Pacho deja mover su pelvis con cuidado y su verga entra y sale ligera del ano de Ángela. Como todo un maestro, Pacho sacude parsimoniosamente su abdomen mientras su firme y erecto miembro, enterrado en medio de las divinas nalgas de mi esposa, se mece magistralmente en ese culo de ensueño. Abajo, Alberto se devora sus pechos, mientras su verga semueve libre y sin ataduras en lo profundo de su vagina. Allí, atrapada en medio de ellos, el desnudo y sudoroso cuerpo de mi esposa, reposa inerme y se deja llevar por el fuerte impulso sexual de estos dos amigos, que esperaron largo tiempo para realizar su sueño.

Los gemidos roncos de Ángela llenan la habitación de lujuria y pasión, mientras ella expresa lo que siente al tener dos erectas y sedientas vergas, taladrando sus ocultos tesoros. Allí, en esa cama, con su majestuoso cuerpo valluno desnudo aprisionado en medio de sus amigos y compañeros de trabajo, ella completaba 1 hora expuesta a las vergas de Pacho y Alberto, 1 hora compartiendo con esas hienas salvajes sus ocultos tesoros, 1 hora en la que ellos se turnaban a Ángela, 15 minutos cada uno, para posarse encima de ella, cambiarla de posición y con su verga sin condón machacarle su vagina sin compasión y dejarle su estrecho sexo lleno de su leche madura, mientras que las tetas de Ángela calmaban la sed de pasión y sexo de sus dos más asiduos admiradores en el banco.

De repente, Pacho aumenta su cadencia, y Ángela empieza a gemir diferente. Con pasión, con entrega, con intenso placer erótico, y con incomodidad, ella deja que su garganta exprese lo que siente mientras dos maduras vergas se atragantan en lo profundo de su cuerpo, y Pacho, su jefe, celebrando sus 50 Febreros, le machaca su verga contra su formidable culo con mas fuerza.

-“Ayyyy… diosssss.. que ricoooooo Pachitooooo…”, dice ella

Pacho levanta su cabeza al techo de la alcoba y levanta su voz con rabia gritando:

-“Angelitaaaaa…. Amorrrrrr…. Aaarrrghhhhhhhh”, gime el estruendosamente.

Pasan eternos 60 segundos, los tres gimiendo y gritando su orgasmo sin temor ninguno a ser escuchados en el exclusivo edificio de apartamentos del sur de Cali.

Lentamente los tres cuerpos dejan de sacudirse y solo el movimiento de la cadera de Pacho, teniendo las contracciones orgásmicas y las colgantes guevas teniendo esos espasmos de placer.

Justo detrás de ellos, me agacho y ahí en frente mío, veo extasiado como de las esbeltas nalgas de Ángela, con toda la verga de su jefe atorada adentro de lo profundo de su ano, un grueso hilo de semen amarilloso empieza a salir y escurrir lento y sin afán, dándome a entender que la verga de Pacho acaba de reventar en el culo de su amiga, compañera del banco y admiradora.

El semen maduro y pesado de Pacho empieza a fluir lento por el hoyo del culo de mi esposa y cae escurriendo sobre su vagina y las guevas de Alfredo. Que escena. Qué momento.

Yo, tengo mi erección de inmediato y empiezo de nuevo a masturbarme mientras ellos tres, cada uno a su forma, le dan gracias a la vida, y tácitamente a Guía Cereza, por permitirles hacer esos sueños realidad, 10 años después de que el voluptuoso cuerpo de Angela se les atravezara en sus vidas. Que se iban a imaginar ellos que ahora, en el 2019, ella los complacería al máximo. Que se iba a imaginar Pacho, que 10 años después de conocer a esa sexy y coqueta secretaria, esa rica hembrita caleña que se presento al cargo de subgerente financiera y que lo conquisto con su sonrisa, sus piernas, sus tetas y ese culazo de ensueño, finalmente dejaría que su madura verga se hundiera en lo profundo de esas nalgas de diosa y ahora su veterana verga explotaba a pleno bombeando su espesa leche alla adentro de ese trasero de modelo prepago. Que se iba a imaginar Alberto, que 10 años después, las tetas de Angela eran solo para su boca mientras su verga vomitaba su semen enterrada en la vagina de su amiga, al mismo tiempo que su jefe y amigo, le daba por el culo a esa hermosa caleña.

Hoy, 1 mes después de esa ardiente y espectacular faena de sexo en que Ángela fue la principal protagonista, me siento en el cielo.

A mi izquierda, sobre la mesita de noche el reloj del suntuoso hotel de Cartagena marca las 11:33 pm de este Sábado caluroso. A su lado dos copas de vino rojo están aún llenas esperando ser bebidas por sus comensales.

A mi derecha, el delicado y elegante bolso Coach de Ángela yace medio abierto y allí tirado en el vestido el espectacular, apretado y sexy vestido blanco enterizo de una sola pieza que se amoldaba a su cuerpo majestuosamente destacando esas generosas tetas, esas majestuosas nalgas y sus femeninas piernas de mujer valluna.

Increíble pensar que tantos hombres detallaron ese sexy vestido y la miraron con deseo ese día en el aeropuerto de Cali y ahora en la ciudad amurallada, ella orgullosa luciendo sus sobrados atributos físicos.

Ahora estando yo acostado y desnudo, Ángela, mi amada esposa, se cabalga mi verga sin condón. Que delicia culear con ella así, como siempre me gustaba, ella sentada sobre mi abdomen, con mi verga enterrada en lo profundo de su sexo y ella moviendo cadenciosamente esa cadera mientras mi miembro masculino se sacudía en sus entrañas. Y arriba ese par de melones, alegres y libres, se mecían en frente mío mientras que mis manos trataban de aferrarse a esas tetas de diosa.

Finalmente, ese masculino orgasmo me lleno de gloria y gemí al máximo su nombre:

-“Amor… amor… amoooorrrrrr ¡!!!... “, grite tomando a mi esposa por sus manos:

Ella al darse cuenta de mi explosión de placer dejo recostar su torso y sus tetas se posaron sobre mi rostro, mientras yo sentía como poderosos chorros de leche brotaban de mi verga allá enterrada en su apretado sexo.

Me lleve a mi boca esas deliciosas tetas de ella y la abrace por la espalda mientras ella se recostaba sobre mí y esperaba a que mis contracciones orgásmicas terminaran al mismo tiempo que mi verga finalizaba de vomitar mi espesa leche caliente en su vagina.

Los pasos lentos y silenciosos de Rafael rompieron el intenso momento de tensión sexual entre Ángela y yo.

Sentí como mi socio, desnudo, se subía por la parte de atrás de la cama del hotel.

-“Ángela… te voy a aplicar el gel… y solo dime si te incomoda”, fueron sus palabras.

Ella se levantó un poco y volteo hacia el diciéndole:

-“Ok, mi Rafa… házmelo con cuidado”, dijo ella.

Luego ella se volteo hacia mí y me miro sonriéndome a los ojos.

-“Te amo amor mío”, dijo ella y sus tiernos labios se posaron sobre los míos para fundirnos en ese beso de esposos que espero tanto tiempo por consumarse.

Durante esos eternos 120 segundos, nuestro apasionado beso y nuestras lenguas se entrelazaban apasionadamente aferrándonos aún más a este solido matrimonio de 16 años, convencidos de que era lo que queríamos. Al mismo tiempo, con las denudas y atléticas nalgas de Ángela a su entera disposición y jugando con sus dedos atrevidos, Rafael, mi socio, dejaba que el gel anal llenara ese oculto tesoro de las pasiones masculinas.

Finalmente sentí como el peso del cuerpo desnudo de Rafael se posó sobre la cadera de ella y ese beso apasionado nuestro de rompió de repente y me dejo ver la reacción de Ángela al sentir como los 15 cm de la verga de mi amigo y socio de la empresa se escondían lentamente en medio de sus sexys nalgas y ella levantaba su cabeza al techo de la suite gimiendo lo que sentía al tener de nuevo una sedienta verga en lo profundo de su exquisito culo valluno.

-“Rafaaaaaaaaaa…. así ….que ricooooo….”, gimio ella con dificultad.

-“Angelita…. 12 de Abril del 2004.. el día que te conocí con ese pantalón apretado de lycra negro que tenías puesto esa tarde y te mire ese culo de diosa… espere 15 años por este instante y sé que valió la pena…”, dijo el empujando mas con fuerza su pelvis contra la cadera de Ángela asegurándose que toda su verga permanecía ya enterrada en el culo de la rica y sexy esposa de su socio, esa valluna que siempre él quiso culearse y solo gracias a Guía Cereza, Ángela, 15 años después lo permitió.

Y yo ahí abajo, extasiado, soportando el peso de ambos, con mi verga enterrada en su vagina, viéndole la cara de intenso placer a ambos. Rafael, con su rostro desfigurado por el placer de meter su verga en el culo de ella y Ángela, con su cara de incomodidad y placer, al tener de nuevo a dos hienas salvajes listas para complacerla al máximo.

Sin perder un segundo, Rafael empezó a sacudir lentamente su pelvis contra las nalgas de Ángela y la cama del hotel dejo llevarse por el lento baile erótico de nosotros dándole una nuevo experiencia de doble penetración.

Afuera, la hermosa ciudad amurallada empezaba una nueva noche de rumba y placer. Y allí en esa cama del hotel, terminaban para nosotros muchos años de deseos reprimidos y sueños no realizados.

Por eso hoy no me arrepiento de nada. Sentir esa noche como la leche caliente de Rafael escurría sobre mi verga y mis guevas, 10 minutos después de que el gimió su orgasmo y su verga exploto adentro del culo de Ángela fue una sensación maravillosa.

Es tiempo de seguir adelante y seguir disfrutando de la vida ya que es una sola. Así, sin contratiempos ni temores de nada, sintiéndose orgulloso de mi pareja, independiente del que dirán.

Es ya Domingo en la mañana y entro de nuevo a la alcoba del hotel cartagenero donde Rafael paso toda la noche culeando con Ángela. Vengo a ver si ellos ya están listos para el desayuno y de paso dejar que Ángela hable con nuestra hijapor whatsapp.

La cama está vacía, las sabanas completamente desarregladas y el sexy vestido de ella, su tanga y su brassier, yacen aun tirados en el piso desde la noche anterior mientras presencie como mi socio ponía sus manos sobre su cuerpo y la desnudaba.

Y allá al fondo en el baño de la suite, en la ducha, los cuerpos desnudos de ellos dos son casi indistinguibles por el vapor del agua caliente que sale de la elegante ducha y que los cubre con su manto de erotismo.

De pie, con su cuerpo recostado contra el gigantesco vidrio, Ángela, desnuda, se ve más hermosa que nunca. Sus fenomenales tetas se aplastan contra el vidrio y sus manos se apoyan contra él. Su cara, de medio lado, se soporta con dificultad contra la pared de la ducha. Sus ojos cerrados y su boca entreabierta, gimiendo intensamente, me indican que ella lo está disfrutando. Su cabello mojado la hace ver más sexy y el chorro de agua caliente la cubre deliciosamente sin contemplación. Justo detrás de ella, con sus manos abrazando su cadera, Rafael, mi socio y amigo, también desnudo, mece su abdomen contra las nalgas de mi esposa y los dos cuerpos se entrelazan en un elegante baile de pasión mientras que la verga de Rafa se mueve libre de todo yugo en lo profundo de su apretadita vagina.

Sonrio. Como si no hubiese sido suficiente dejar que ella pasara la noche en su alcoba, Rafael se está culeando a Ángela otra vez.

Sin ellos darse cuenta de mi presencia, retrocedo en silencio y me salgo de la suite ya que no quiero arruinar su polvo Dominguero. Ese delicioso polvo mañanero por el cual Rafael, mi socio, espero tanto tiempo.

julio08

Somos pareja swinger

visitas: 2495
Categoria: Tríos
Fecha de Publicación: 2019-05-20 23:12:59
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7 Comentarios

hola julio, buen relato de conmemoración de sus inicios en el swinger, también tengo un anecdota, por los relatos de julio y otros yo entré en esta pagina hace 10 años y llevo leidos la mitad de ellos, ojalá yo algún día pueda hacer lo mismo.

2019-06-01 20:06:02

Muy bueno este relato, bien escrito; con muy buen erotismo...

2019-05-22 23:37:32

Buen relato excelente felicitaciones. poco me gustan los relatos por que muchos son inventados y creados de la imaginación pero ustedes se les siente el realismo. al igual relate lo sucedido con mi esposa hace poco pues no use muchas palabras técnica y de adorno como ustedes solo conté lo sucedido a si de simple lo que habíamos vivido con mi esposa y una pareja fue inolvidable esa fecha saludos.

2019-05-22 17:55:10

Sensualsex, gracias por leer el relato y me encanta que le haya gustado. Aun en el modo swinger, casados y felices los cuatro... un abrazo

2019-05-22 11:46:50

Cómo el jueves pasado que me culie a un arquitecto de 23 años que cuenta mí casa a hacerme unos planos de mí casa... Luego haré un relato sobre ellos... Quisiera saber si todavía siguen o están divorciados lo digo por el pasado relato "Divorciados"

2019-05-21 00:57:25

Cómo el jueves oasadk

2019-05-21 00:48:44

Waooo me mojé no solo por la magistral manera de escribes con tanto erotismo y lujuria, sino también porque me sentí identificada con los 8 años que llevamos como SW donde al comienzo también me ofendí con la propuesta que me hizo mí esposo de ir a un bar sw, hasta mí condición actual de hotwife o putiesposa en español, donde ahora soy yo la que se culea a todo chico de 17 en adelante que me lo pide o me coquetea principalmente del gym o los técnicos de servicios que llegan a atender algún problema técnico en mí casa, obcian

2019-05-21 00:47:07

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