Comienzo este relato años atrás cuando quise descubrir y definir bien mi sexualidad. Siempre había y he tenido gusto por las mujeres pero considero que hay momentos donde uno se cuestiona y si se es más arriesgado se aventura a expandir los horizontes. Empecé viendo porno gay en mi adolescencia, no lo hacía siempre pero a ratos me gustaba pero después de eyacular me sentía raro y me daba asco lo que veía, dejé mi vida así y a ratos me daba por ver más porno gay y el ciclo contuniaba. 

Mi curiosidad fue aumentando a medida que pasaban los años y decidí abrir un perfil acá en guía aunque nunca he conseguido algo con nadie (ni mujer u hombre), pero me masturbaba viendo perfiles de travestis o videochats de otros usuarios masturbándose pero nada más pasó. Una vez yo venía en un alimentador ya llegando a mi casa, eran cerca de las 10pm de un viernes de final de semestre de mi universidad, iba parado en la mitad del bus y un tipo parado frente a mi muy discimuladamente toca mi pene con su mano, al principio pensé que era un accidente y no le dí importancia pero no fue así seguía mandando su mano y me di cuenta que realmente me estaba manoseando, realmente me excité y la erección no tardó en venir, yo poco a poco fui acercando mi pelvis para que el me tocara aún mas y cada vez que lo hacía yo me imaginaba de todo, ya estaba muy mojado, tanto que en mi pantalón se veía un punto húmedo, por primera vez en mi vida olvidé que era heterosexual y deseaba que me hiciera venir a punta de roces en ese bus. Su parada llegó y me mandó la mano al bulto y yo quería aún más, al bajarse del bus yo me doy media vuelta a ver a donde se dirigía ese hombre y me encontré con la sorpresa que estaba ahí en la parada viendome, una vez nos miramos el me hizo la seña de que fuera, al principio dije con mi cabeza que no pero el impulso me ganó y me bajé de ese bus a pesar de no ser mi parada. Empezamos a caminar y muy nervioso y tímido le preguntaba cosas como...

-yo: ¿estás casado?

-el: si

-yo: ¿donde vives?

-el: en los apartamentos que ves allá...

Tenía el corazón a mil y no podía de los nervios, en ese momento me llamó mi mamá para preguntar donde estaba porque ya era tarde y estaba preocupada, al colgar le dije que no podría ir más allá porque me estaban esperando en casa, nos pasamos los números y fui a esperar un nuevo alimentador. Después de eso el me llamaba y me escribía y yo lo bloqueé y jamás volví a saber de el.

Mi vida siguió normal, tuve novias, me acostaba con más mujeres y a ratos pensaba en ese momento y me masturbaba. Pasaron los años y seguía con ganas de verga, descubrí a punta de fotos, videos porno y demás que lo que realmente me gustaba no eran los hombres...sino sus entrepiernas, soñaba con meterme una verga a mi boca, saborearla y hacerla venir en mi cara, era mi más grande fantasía...y por fin la cumplí.

Hace unos días me dí cuenta que en Twitter habían perfiles que publicaban contenido sexual sin censura y que la gente se citaba y conocía a través de eso, la gana me mató y decidí crear un perfil y buscar cuentas gays para hacer cruising o chicos para cumplir mi fantasía. Hice contacto con un chico de unos 23 años (casi mi misma edad) y empezamos a hablar, le dije que soy hetero pero que me mataban las ganas de chupar una verga aunque soy muy nervioso (recordando el episodio anterior) y el me dijo que no tenía problema que podríamos hacer todo a mi ritmo sin presiones.

Ese mismo dia por la tarde estaba muy ganoso y decidido a cumplir mi fantasía y le dije a el si quería cumplir mi fantasía ya mismo, cosa a la que el sorprendido por mi afán accedió. Quedamos de vernos en chapinero en el parque de los hippies, yo tomé una moto para llegar hasta allá y en el camino pensaba y me arrepentía de lo que estaba haciendo y los nervios no me dejaban casi ni respirar. Una vez llegué al punto de encuentro estaba que me caía del temor y no tardó mucho hasta que apareció mi cita. un joven bastante delgado, un par de centrímetros más alto que yo, su piel era blanca, en resumen un chico normal para mí (ningún hombre me parece lindo aunque el no era feo), cuando lo ví me arrepentí pero ya era demasiado tarde, le di la mano y nos saludamos y empezamos a caminar y para no quedarme callado durante el camino ibamos hablando.

-yo: llegaste rápido, pensé que te ibas a demorar más

-el: no vivo tan lejos y a esta hora es rápido

-yo: Sabes que estoy nervioso, discúlpame si en el cuarto salgo con un chorro de babas

-el: no te preocupes, yo te entiendo 

Llegamos al motel al que me guiaba y sentí temor de entrar, detrás de esa puerta sentía que ya no tenía escapatoria. Mi primera reacción fue pensar que un motel gay es visualmente muy discreto en comparación a un motel ordinario. El timbró y una señora de unos 50 años nos atendió, nos hizo subir y nos guió a nuestro cuarto, preguntó si íbamos a amanecer y los dos dijimos que no, pedimos un lubricante (no sabíamos si lo íbamos a usar pero por si acaso), y pagamos. Mientras la señora regresaba con nuestra encomienda dije que quería tomar una ducha y fui al baño, pero antes de entrar me regresé y me desvestí frente a el y le dije: -cuando ella llegue entra y te bañas conmigo, yo me bañaba y estaba muy nervioso, pasé el jabón muy bien por las partes donde posiblemente el me iba a rozar y quería estar bien aseado. La señora se demoró y mi cita decidió entrar a la ducha antes. Por primera vez un hombre desnudo frente a mi, estaba con los nervios colapsados pero le dije que se acercara. Tomé el jabón y con las manos temblando no sabía si dárselo o jabonarlo yo, pero rápidamente decidí jabonarlo yo, empecé frotando su vientre y rápidamente bajé a su pene, sólo lo alcancé a rozar cuando escuchamos el llamado a la puerta de la señora y con ese bajón de ganas fui a atender la puerta. Al regresar al baño el estaba ahí jabonandose y literalmente dije algo como: a lo que vine y me puse de rodillas. 

Era un pene enorme, cerca de los 19cm, estaba erecto y unas venas se marcaban en el, abrí mi boca e introduje ese pene suaventente. sentí una textura muy suave y delicada y me dejé llevar, me encantó hacerlo y se lo chupaba lentamente y el gemía y decía  que rico parce, no quería estar más bajo la ducha asi que cerré el grifo y le dije que fueramos a la cama. Me sequé y lo sequé a el (o bueno, a su verga...no dejaba de verla) salimos de la ducha y fuimos a la cama donde el se recostó y yo bajé a seguir con mi cometido. lamía suavemente ese pene y lo besaba y me excitaba escucharlo gemir y decir que rico. Yo deseaba que se viniera ya y en mi boca y se lo dije entonces empecé a chupar más rápido y el decía que era muy bueno mamándola a lo que yo respondía con más dedicación en mi mamada, el de lo excitado empezó a taladrar mi boca y a mi me cupieron esos 19 centímetros enteros y nunca había estado más feliz por un logro, Me estaba tragando todo eso y de la emoción lo hice venir. Se sentía un líquido caliente, espeso y salado pero delicioso. Pero ahí no terminó todo...seguí chupando con su semen en mi boca y yo solo quería que el se revolcara de placer, sabía delicioso y quería tragarme eso de un sorbo pero preferí no hacerlo por seguridad. fui al baño a escupir ese semen con tristeza y me enjuagué la boca con agua y regresé a la cama. Seguí chupando aunque ya no estaba erecto entonces dije que si lo penetraba y el accedió, me puse el condón y el se puso en cuatro, le hice beso negro pero no duró mucho. apliqué lubricante en mi pene y en su ano y empecé a intentar penetrarlo, sería mi primer anal en mi vida y mi pene no estaba del todo erecto, cambiamos de posición yo me acosté y el se hizo arriba y lo metió, se sentría apretado pero delicioso y lo penetré lo mas suave posible porque el es más activo y no está acostumbrado a ser pasivo. dejamos ahí y nos recostamos, yo sólo quería chupar su pene y eso volví a hacer, quería otra vez semen pero no logré ponerlo totalmente erecto, mientras se lo chupaba yo tambien quería lo mismo y le puse mi pelvis en su cara haciendo un rico 69 aunque sin esperarlo el me lamió el ano, sentí rico y me dijo que si quería y yo accedí, se siente la gloria como me chupaban el culo y de repente el metió un dedo y yo estaba feliz, empezó a rozar su pene en mi raja y es de las mejores sensasiones que he sentido, preguntó si quería que me lo metiera y yo con duda le dije que si, se puso el condón, se lubricó y empezo a intentar penetrarme, no estaba muy erecto asi que sólo entró la punta pero fue delicioso. Nos dimos cuenta que así quisieramos no íbamos a lograr mucho más esa noche así que ahí terminó todo.

Disculpa el relato tan largo y espero te haya gustado, no se si vuelva a tener otra experiencia gay pronto o si sea la última vez, solo se que me gusto y que por fin maté la gana. Si lees esto y también eres heterosexual pero te pica la gana de probar algo nuevo, hazlo, es algo que yo recomiendo. Eso sí con responsabilidad y protección.