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Cuando empecé a hacer pegging con mi pareja, se fue convirtiendo en lo normal que yo dominará. Pero luego de una charla el sugirió que quería ser el "dominante" está vez, y ¿Porque no? Claro que yo lo iba a dejar... Sin embargo soy irreverente y el lo sabe, no se lo iba a dejar fácil.
Su primer movimiento fue el clásico bodage, atando mis muñecas y esposandome a la cama. No puse resistencia y aún así las ataduras no eran muy fuertes lo que me provocó un poco de risa.
- ¿Hize algo mal? (Recuerdo lo nervioso que pregunto)
- ¿Y yo que voy a saber? No me gusta esta posición.
Decirlo basto para hacerlo dudar un poco, me parecio más tierno de lo normal. El estaba sentado a mis pies y eso me dió la oportunidad de tocar su entrepierna con mis pies, lo que lo sorprendió pero bastó para exitarlo.
- ¿Que quieres que haga? . Se lo pregunté esperando que me desatará, era la primera vez que hacía eso con mis pies así que me costaba trabajo.
- Yo quiero ponerlo dentro. Su petición no me sorprendió, soy mujer y su pareja, ya lo habíamos hecho antes.
Aproveche para que me desatará y pobre alma inocente, claro que deje que me lo hiciera pero...
Lo intenté... Fui amable.