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Sabes que estas en el lugar correcto cuando das el primer paso y todas las puertas se van abriendo, te emociona lo que vas encontrando y planeas con toda libertad lo que pueda pasar.
Es en esos momentos en lo que todo retoma su lugar acostumbrado. Recuerdas las antiguas experiencias y te preparas para las nuevas. Menos mal es viernes y las ofertas nunca demoran en llegar
Desde hace algunos años descubrí mis gustos, ese sexo libre y sin inhibiciones, para disfrutar y sentir placer, el que te deja con una satisfacción que prevalece en la mente y en el cuerpo por el resto de la vida. Algo inocente, conocí con un ex novio, este mundo de delicias, el tonto solo lo hacía para poder estar con otras mujeres sin que yo pudiera objetar. Con el tiempo, cuando la relación estaba lo suficientemente acabada me di cuenta que desde hace meses yo lo hacía para estar con otros hombres y con otras mujeres, sin que él objetara. Finalizada la relación, continué viviendo lo que me gusta, disfrutado en ocasiones del placer que me da el cuerpo y la vida. Entre tríos, intercambios, sexo casual con hombres y mujeres, pase algunas noches después de semanas largas y estresantes. Me llene de experiencias, anécdotas y palabras que solo plasme en hojas, pues me encanta escribir y sobre todo, historias eróticas con mi protagonista favorita: Yo.
De mi mundo puedo decir que solo 3 personas conocen mis gustos, no por pudor o vergüenza, es porque mi vida es solo mía y no me gusta estar divulgándola. Soy muy selecta sobre a quién le cuento que. Les puedo adelantar que no me gusta ir de rumba, ni tomar alcohol en exceso, prefiero los espacios tranquilos, que permiten charlar y establecer un contacto; y son cosas que no hago cada 8 días, porque igual le dedico tiempo a personas importantes con el poco espacio que tengo.
Con lo poco o mucho que he hecho, sé que me gusta y que no, así que estas son mis reglas:
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Mi nombre es Dolce, y aun si nos conocemos físicamente no diré mi nombre real, a menos que te tome suficiente confianza. Si crees que es raro o sospechoso, está bien, en este mundo tenemos la libertad de elegir. Pero después de una mala experiencia lo prefiero así.
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No me gusta el sexo anal, lo probé algunas veces y no me gustó, así que decidí que no lo haría más, ahórrate y ahórrame tiempo y no lo pidas.
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Solo las mujeres pueden besarme, ningún hombre puede hacerlo. Mis labios son para alguien especial y, aunque suena cruel, no elegiría a alguien aquí para ser mi pareja permanente. Y ya que me gustan los hombre como regla general, pues no permito que ellos me besen.
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Por la misma regla anterior, no busco pareja ni nada parecido, busco conocer gente nueva y, si se da, pasarla bien de vez en cuando.
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No permito que me tomen fotos, aun si no aparece mi rostro.
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No me gusta el sado, tal vez algo muy ligth, que no me lastime, sino que me acelere.
Por lo demás, dejo hacerme lo que quieras o quieran, y hago yo lo que quiera, dentro de los límites que me quieran poner. Así sigo construyendo memorias y escritos de las delicias del sexo, a fin de cuentas… La vida es todo un placer.