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Una mamada con final feliz

Estaba en un cuarto en el centro de Bogotá, con un chico con el que ya había estado otras veces. Ambos estábamos desnudos de la cintura para abajo, con él medio recostado en la cama con las piernas colgando y la verga recibiendo un masaje con aceite que, con un masajito simultáneo en el culo, ya estaba empezando a surtir efecto y ya se la tenía medio levantada. Igual le pasaba a la mía, que yo venía masturbando desde que comencé con la de él.

Después de un rato, ya la verga del muchacho se veía casi como la recordaba de otras veces. Tanto que unos minutos después le pedí al chico que se pusiera de pie para admirar esa enhiesta verga gruesa y cabezona, antes de plantarle un beso bien chupado en la punta.   

¿Me la vas a mamar papi?

Claro, ¿crees que voy a perder todo este trabajo? te pienso sacar toda la leche que tenés en esas güevas...

Dejé al muchacho parado entre mis piernas y comencé a lamer y chupar esa delicia, metiéndola a veces hasta donde me alcanzaba la garganta y sacándole al muchacho uno que otro quejido de satisfacción mientas le acunaba las güevas con una mano y le metía en el culo un dedo de la otra.

Estuvimos así mucho rato, disfrutando la mamada pero aún sin indicios de que el final se aproximara. El muchacho bajó el brazo y me acarició la verga que seguía perfectamente enhiesta...

¿Me la vas a meter un rato? Me encanta sentir esa verga tuya en mi culo...

Aunque no disponía de mucho tiempo, el recuerdo de ese culo apretadito y cálido fue demasiado. Puse al muchacho en la cama boca arriba, me puse un condón y él levantó las piernas para ponerme el culito a la vista. Se la clavé hasta las guevas y le di con ganas arrancándole al muchacho gritos de satisfacción... dame papi... mas duro que así es como me gusta... dame mas... mas... mas... hayyyy papi...De repente empecé a sentir la presión en mi verga por las fuertes contracciones del culo que se producen con una eyaculación... al parecer este método fue mas efectivo que el de la mamada y el muchacho estaba teniendo un orgasmo memorable... lo uno llevó a lo otro y mi verga también soltó su carga con otra serie de contracciones y dilataciones en el culo del muchacho, tan fuertes que le arrancaron aullidos de dolor y placer...

Mi condón y el bajo vientre del chico quedaron llenos de semen y ambos quedamos exhaustos pero felices por la experiencia...A veces esos rapiditos se disfrutan mas que los largos.

Prudencio

Soy hombre bisexual

visitas: 1345
Categoria: Gay
Fecha de Publicación: 2019-10-25 22:24:07
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