no cabe duda que mi esposa Adriana aparte de ser hermosa y muy sensual, es una mujer muy arrecha, en un chat de sexo de esta ciudad, conocimos hace un tiempo un joven de 27 años, conversamos varias veces sobre nuestras preferencias sexuales y hasta nos vimos ligeros de ropa por cámara, por mi trabajo nocturno, mi esposa a veces se quedaba chateando con él y recién vine a enterarme que en varias oportunidades se masturbaron estando completamente desnudos, el es un tipo bien parecido y muy sexual, eso le encanta a mi esposa, además de su tímida inclinación a lo bisexual que a ella le fascinó.

el viernes pasado, por unas adecuaciones físicas en la empresa, ella solo trabajó medio día, aunque siempre se viste muy sexy, ese día se coloco una preciosa faldita negra que le regale para nuestro último aniversario, con unas medias veladas negras con encaje, el liguero y un hilito transparente, sin duda se veía muy sexy, si no fuera por el abrigo que llevaba encima, seguro provocaría más de un infarto por ahí.

como a la 1 de la tarde la llame para invitarla a almorzar al salir del trabajo, pero ella me dijo que tenía algo que hacer y se demoraba un poco, le dije que si quería la recogía y la acompañaba, pero me respondió, no te preocupes, yo te llamo cuando vaya para allá.

las horas fueron pasando y como a las 6 me llamo, extrañado le pregunte donde andaba y ella me dijo no te preocupes ya voy para allá, normalmente yo salgo para mi trabajo a esa hora, pero decidí esperarla, pues tengo la posibilidad de manejar mi tiempo, solo que no se lo dije.

casi a las 7, un taxi paró frente a nuestra casa, discretamente me asome entre cortinas y tremenda sorpresa me lleve cuando del carro bajo Andrés, nuestro amigo del chat y seguidamente mi esposa, yo me apresure a esconderme en una pequeña terraza usada para lavadero, desde allí se puede ver la habitación y parte del hall, escuche que cerraban la puerta, al momento un suave gemido de ella, entonces pude verlos acercarse al cuarto, para mi sorpresa, él la traíaalzada de una forma que a ella le anacanta cuando estamos culeando, estaba colgada del cuello de él mientras lo abrazaba con sus piernas por la cintura, el abrigo seguro había quedado en el hall y su faldita estaba toda recogida en su cintura, él la sostenía firmemente por las nalgas mientras se besaban apasionadamente, sentí un escalofrío por todo el cuerpo, aunque un par de veces en medio de la arrechera le había dicho que me encantaría verla culear con él, no creí que lo tomara en serio, pero allí estaban, él la tenia contra la pared haciendo movimientos pélvicos muy eróticos mientras se besaban, solo pasaron unos segundo cuando note que mi verga estaba completamente dura, una sensación de morbo muy fuerte me invadía, seguramente pasaron toda la tarde juntos y la ansiedad de saber lo que habían hecho me perturbaba, de repente él la bajo y mirando en derredor dijo, tienen una bonita casa, ella se acomodo la faldita y lo invito a la sala, entonces aproveche y muy sigilosamente entre al cuarto, ella se dirigió a la cocina y el se sentó en el sofá, a penas si podía verlo, unos minutos después, ella le llevo tinto y se sentó a su lado, se veía muy sexy con esa ropa, sus muslos estaban casi al descubierto, entonces el comenzó a acariciarlos, ella separo las piernas y élempezó a frotarle la cuca con firmeza, en ese momento dejaron los pocillos en la mesita y ella se sentó en el borde del sofá con su faldita bien arriba, para mi gran sorpresa, no tenia calzones, vaya a saber donde se los había quitado, el se arrodillo frente a mi esposa y comenzó a darle una deliciosa mamada, ella se excita muchísimo cuando se la chupan, se veía que le encantaba, yo estaba muy excitado viéndolos, poco después el se puso de pie y ella se sentó cogiéndole la verga y mamándosela como toda una puta arrecha, en cosa de 5 minutos se desnudaron y el la acostó bocarriba en el sofá, ella abrió sus piernas y el sin más, se metió entre ellas y comenzó a clavarla muy fuerte, la muy putita gemía como loca, el tenia la verga un poco más grande que la mía, cuando lo veíamos por cámara parecía rico, pero en persona estaba mejor, yo estaba tan excitado viéndolos, que comencé a desnudarme y a tocarme por todo lado, me sentía mucho mejor viéndolos así desnudo, de repente él se paro y le tomo de la mano y le dijo, quiero que culeemos en tu cama, ella sonrió muy coqueta y se dirigieron a la alcoba, ahí se me paso la arrechera y el susto fue muy tenaz, solo acate a meterme bajo las cobijas y fingir estar dormido, cuando entraron estaban abrazados besándose y así estuvieron un par minutos, cuando ella encendió la luz y se percato que yo estaba ahí, se pego un susto mayúsculo y él ni se diga, yo me incorpore fingiendo tamaña sorpresa, ella muy asustada me dijo, mi amor, tú qué haces aquí, yo le respondí con cara de serio, eso te digo que haces con el acá, su titubeo me hizo dar riza y no me aguante mas, les dije que los estaba viendo desde que llegaron, los invite a subirse a la cama y comenzamos a hablar para romper el hielo, unos minutos después ya más tranquilos, mi esposa me comento que habían estado en un bar y que se calentaron tanto que decidieron venir a la casa, según ella, la idea era que yo los encontrara en la mañana cuando llegara de trabajar y darme la sorpresa.

pasado el susto, ella comenzó a desinhibirse y nos pidió que nos pusiéramos de pie unojunto al otro, entonces se arrodillo en frente nuestro y comenzó a mamarnos las vergas, mientras lo hacía nos miraba con esa carita de perrita arrecha, eso nos puso muy excitados, por momentos se metía a la boca las dos vergas, era fascinante verla así, de repente paro de mamar y tomo mi mano colocándola en la verga de él y la de él en la mía, miren como están por mí, dijo sonriendo con esa expresión de putita, comenzó a hacernos frotar las vergas, nosotros nos mirábamos con una cierta incertidumbre pero ella nos dijo muy coqueta, relájense, yo quiero que ustedes también se disfruten, o no era lo que querían cuando chateábamos?, de nuevo nos miramos y titubeando respondí pues......si...pero..... pero nada, dijo ella y empujándome hacia abajo, me hizo quedar de rodillas frente a Andrés, sin darme tiempo de nada, tomo en una mano mi cabeza y en la otra la verga de él y me la metió en la boca, chúpasela, está muy rica, a partir de ese momento la timidez y los prejuicios quedaron atrás, ya estábamos en esas y no tenía sentido cohibirse de nada, comencé a darle una tremenda mamada mientras le acariciaba las nalgas y las piernas, Adriana estabaarrodillada junto a mí, con esa expresión lujuriosa en su rostro, entre mas se la mamaba, mas gusto sentía de hacerlo, la verdad me agradaba mucho, su tamaño, la forma esa cabeza grande rosadita y súper suave, me tenía muy arrecho, entonces el me dijo, Adriana me comento que lo mamabas rico, pero la verdad lo chupas muy rico, en ese momento saque la verga de mi boca y le pase la lengua desde las huevas hasta la cabeza y mirándolo con lascivia le dije, te gusta? el respondió, mucho y me tomo la cabeza con sus manos comenzando a darme verga por la boca muy acelerado, en varias oportunidades la hundió hasta mi garganta haciéndome toser con fuerza, Adriana estaba tremendamente excitada viéndonos así, entonces de repente, se colocó atrás de él y comenzó a darle lengua entre las nalgas, esto lo puso muy arrecho, se contorsionaba y gemía, Adriana le chupaba el culo con fuerza, deslizaba sus uñas suavemente sobre las huevas de Andrés, sus gemido eran más fuertes y agitados, de repente, saco su verga de mi boca yal instante un chorro de semen muy caliente se estrelló en mi cara, Adriana exclamo de inmediato, huy que rico, tomo la verga de él con la mano y comenzó a golpearme en los labios, me la frotaba con firmeza hasta hacerme chupársela de nuevo así toda empapada de semen, saboréala mi amor, me decía muy excitada, me empujaba la cabeza con fuerza hasta metérmela toda, con sus dedos limpio el semen que había en mis mejillasy los llevo a su boca, los chupaba como degustando un delicioso manjar.

después de esa venida en mi cara, yo quede entre extasiado y anonadado, Adriana estaba súper feliz, Andrés ni se diga, quedo encantado con mi forma de mamar, pero ahora le tocaba el turno a él, yo tenía mi verga como un palo y mi esposa estaba ansiosa de verlo mamar, me pidió que meacostara bocarriba y a él que se pusiera en 4 y me la chupara así, entonces Adriana se coloco atrás de él y comenzó a mamarle la verga y a pasarle la lengua por toda la rayita del culo, esto lo puso muy arrecho, en pocos minutos su verga estaba de nuevo muy dura, mientras me la chupaba, dejaba caer una buen cantidad de saliva que rodaba por mis huevas y llegaba al ojito de mi culo, podía sentir sus dedos frotándolo y con algo de timidez intentando clavarme, entonces Adriana tomo la mano que Andrés que tenía en mi culo y con un movimiento suave pero firme hizo que me hundiera un dedo, yo se lo apreté con fuerza mientras de mi garganta salía un gemido que al parecer lo puso más arrecho aún, pues comenzó a clavarme con más fuerza y metiendo todo el dedo, era tremendamente excitante sentir esos labios carnosos mamando mi verga y su dedo en mi culo, de repente mire a mi esposa y estaba haciendo lo mismo con él, le tenía dos dedos en su culo dándole suave y profundo, que delicioso verle esa expresión de placer al hacerlo, con la otra mano acariciaba la verga dura de Andrés que gemía deliciosamente con mi verga en su boca, no sé cuánto tiempo transcurrió, pero mi esposa caminando de rodillas se acerco a mí y me dijo, amor, ahora quiero que te pongas en 4 y seas la perrita que tanto deseo ver, yo la mire muy sorprendido, ella me ayudo a colocarme así, empujo mi pecho contra la cama dejándome con el culo completamente parado y abierto, en ese momento Andrés exclamo, uuufff que culazo, de la mesita de noche, Adriana saco un paquete de condones y después de darle una rápida mamada a Andrés, le coloco uno, le cogió la verga y la froto por toda mi rayita, eso me hizo estremecer, tomo un frasco de aceite para masajes del tocador y me aplico una buena cantidad en mi culito, igual a él en la verga, mi esposa lucia tremendamente excitada, se mordía los labios, me daba palmadas en las nalgas mientras él frotaba la cabeza de su verga enmi ojito, yo estaba temblando, en parte de susto y también de ganas, pues sabía lo mucho que Adriana deseaba eso y la verdad yo también, después de haber tenido es varga en mi boca un buen rato, deseaba tenerla en mi culo y eso no tardo en suceder, mientras mi esposa acariciaba con una mano mi verga, con la otra cogió la de él y la empujo con firmeza en mi culito, su cabeza se abrió paso en el haciéndome morder las cobijas para ahogar un fuerte gemido, las manos de Andrés se aferraron a mis caderas y comenzó a culearme con suavidad, mis fuertes gemidos tenían muy arrecha a mi esposa, con voz temblorosa y agitada me decía repetidamente, gime perrita, así te quería ver, comete esa vergota, las palmas de sus manos se estrellaban una y otra vez en mis nalgas, cada momento que pasaba los movimientos de Andrés eran más fuertes y profundos, yo sentía que mi culo se iba a partir en dos, casi no podía aguantar tener toda esa verga adentro, Adriana frotaba su clítoris con fuerza mientras me masturbaba, yo intentaba apretar esa vergota pero me quedaba muy ajustada, los movimientos de él eran cada vez más fuertes y rápidos, yo sentía que me iba a venir y trataba de aguantar, pero en un instante mi verga exploto, Adriana me decía muy agitada, goza mi perrita rica, goza, mientras él me daba palmadas en las nalgas y gemía como un toro culeandome con violencia, de pronto con una envestida muy fuerte, hundió toda su verga en mi culo y un desgarrador gemido salió de su garganta, su verga exploto dentro de mí y casi al tiempo mi esposa tuvo un desaforado orgasmo, los tres estábamos gimiendo como locos, nuestros cuerpos temblaban frenéticamente, después de un rato de descanso y mientras ellos se besaban y se acariciaban delante mío, terminamos chuleándonos mutuamente casi hasta las 3 de la mañana, aunque él no se dejo clavar, si nos dio verga hasta quedar exhausto.

al otro día solo pudimos decir, que estupenda experiencia sin poder evitar demostrar las ganas inmensas de repetir esos maravillosos momentos de cuernos, lujuria y pasión.