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La sorpresa de cumpleaños de mi esposo, parte 3

Me desperté como todo hombre debería despertar a diario, sintiendo como una mano acariciaba mi verga que ya estaba completamente erecta, sentía como me lo mamaban suavemente y a la vez de una forma pecaminosa, al principio no sabia cual de las dos deliciosas diosas que durmieron a mi lado era la que me daba este exquisito premio, sin embargo, pronto sentí el piercing y supe que era la lengua de Sofi, mi adorada esposa. Con los ojos cerrados intentaba hacerle creer que aun estaba dormido para poder disfrutar de aquella deliciosa mamada, no quería que terminara pero fue tan excitante que involuntariamente le aprete la cabeza contra mi cuerpo y se lo metí hasta su garganta, ella lanzo un gemido ahogado, sentí como sus fluidos vaginales escurrían por mi rodilla, eso me arrecho más, gire mi cabeza al lado derecho y poco a poco abrí los ojos, solo para descubrir a Adriana acostada a nuestro lado, también haciendo su papel de estar dormida, sin embargo su mueca mordiendo su labio también la delató, con su cabeza sobre su brazo izquierdo y la mano derecha en su sexo, se acariciaba de forma ardiente, cuando notó que abrí los ojos, sonrió y metió sus dedos húmedos en mi boca, me dijo quiero hacer algo de puta que me contaste que te hicieron y según me dijiste te excitó, me quede pensando que cosa deliciosa sería, cuando estiro la mano a la mesita de noche tomo un condón, lo saco de su empaque, lo puso en su boca y apartando a Sofia, suavemente lo puso en mi glande, poco a poco y con la ayuda de su lengua lo fue poniendo en mi verga hasta cubrirla toda, eso me puso arrechisimo, con una risa malvada me mira y me dice, como toda una puta, no? Mi verga se ponía mas dura, ella me miro fijamente a los ojos y se monto en mi miembro, mi esposa se arrodillo detrás de ella, la abrazo acariciándole las tetas y besando su cuello, llegando hasta su boca y cruzando sus lenguas, Adriana no dejaba de mover sus caderas con cadencia, yo le apretaba las nalgas, le acariciaba las tetas y me calentaba más cuando Sofi me lanzaba miradas pornográficas, como invitándome a disfrutar cada vez mas de ese delicioso regalo. Sofi se levantó y salió de la habitación dejándonos solos disfrutar de tan rico momento, no tardo mucho, entro nuevamente y dijo, traigo refuerzos, tenia un pequeño paquete rosado en las manos, Adriana que aun me cabalgaba miro con cara de curiosidad, yo sonreí porque ya sabia que contenía, eran nuestros juguetes, un plug anal de joya, otro de cola de zorra, un dilatador anal y un vibrador azul con una parte para penetrar y otra para masajear el clítoris, ese ultimo es el favorito de sofi, waw dice Adriana, cuantos juguetes, Sofi le pregunta ¿nos vas dejar desvirgar tu culito? Adriana responde, me encantaría, pero ya les dije que yo soy muy cobarde y el miedo al dolor es mas grande que mis deseos de placer. Sofi y yo la miramos con decepción, sin embargo, no permitiríamos que eso nos arruinara el momento. Entonces vas a ver como Frank me culea, Sofi se recostó en la cama con sus piernas en el suelo y comenzó a acariciar su clítoris, Adriana se recostó a su lado y comenzó a besarla mientras con su mano acariciaba sus tetas y luego la bajaba para acompañar el masaje de Sofi, metía sus dedos, luego los sacaba húmedos y me los metía en mi boca, yo se los chupaba con placer, cogí el vibrador y comencé a penetrar a Sofi con él, primero en el nivel mas suave y a medida que notaba su placer lo iba subiendo, mientras veía como su cara se enrojecía, Sofi movía sus caderas de forma cadenciosa, mientras le fui poniendo un poco de aceite de naranja a mi verga, Sofi y yo sonreímos con complicidad y picardía, ya que ese aroma es nuestro recuerdo más común del sexo anal entre los dos, puse un poco de aceite en el culito de Sofi, mientras con mi dedo jugueteaba alrededor de su agujero, poco a poco fui metiendo el dedo en su culo y ella apenas se erizaba, Adriana estaba roja, su cara era puro morbo, su mano empapada del sexo de Sofi y su mirada fija en mi verga, mientras Sofi se penetraba la vagina con el vibrador yo comencé a introducir mi verga por su culo, entrando poco a poco, Sofi movía sus caderas pidiendo mas y con sus piernas me abrazaba para pegarme a su cuerpo, sentía como mi verga entraba centímetro a centímetro, sentía su culo apretado, caliente y suave, pero además sentía la suave vibración del juguete azul en su vagina, mi frente escurría y por mi espalda bajaban gotas de sudor hasta mis nalgas, tenia toda mi verga adentro, la cara de Adriana era un espectáculo de lujuria, con mis manos apretaba los senos de sofi, grandes y duros, por Dios como me encantan, Sofi me pidió algo que siempre me reprime por el dolor, clávame fuerte dijo, con la cabeza dije no, pero ella estaba muy arrecha y me apretó con las piernas con decisión, con tono impositivo y mirada asesina me dijo, que me claves con fuerza, ante lo cual sonreí con placer pues siempre desee hacerlo así, comencé a darle embestidas con todas mis fuerzas, la penetre con todo mi cuerpo, aprete las nalgas y la bombeaba con placer, sentía que iba a explotar, ella arqueo la espalda, soltó el vibrador y lanzo un gemido extasiado, me corrí dentro de su culo con fuertes espasmos y sucesivos chorros, lléname toda, dijo, Adriana mordía sus labios y sus ojos se tornaron enormes, quede sin fuerzas y deje caer mi cuerpo sobre mi esposa, me había exprimido hasta la última gota.

Después de desayunar, caminamos un rato por el malecón de la playa, jugamos y nos divertimos con las miradas de asombro de las demás personas al vernos abrazados y besándonos los tres, le contamos a Adriana lo divertido de imaginar la cara de la operaria del escaner del aeropuerto al ver nuestros juguetes sexuales en la maleta, nos gozamos el momento, no obstante ya era hora de ir a tomar un poco de sol, nos instalamos en una carpa, dos sillas playeras para que se broncearan las chicas y una normal en la que me senté, me sentía travieso y decidí escandalizar un poco a la gente que pasaba, después de poner bronceador en sus espaldas y masajear sus nalgas, aprovechando para pasar mis dedos junto a sus tangas de hilo metiéndolos por sus orificios, les dije que se voltearan boca arriba para quedar en topless, Adriana dice, pero la playa esta llena de gente, familias y niños, además no es una playa nudista, Sofi saca de su bolsito unos cubre pezones color piel que yo le compré, toma póntelos y vas a ver como reacciona la gente, Adriana muy obediente se los pone, se giran y los grandes senos de Sofi quedan expuestos, pues el cubre pezón realmente no alcanza a cubrir su areola, las tetas de Adriana son mas pequeñas sin embargo sus pezones son mas altos y cuando se excita se ponen bastante timbrones. Ellas se cubrieron sus rostros con sobreros y tomaron la siesta, mientras yo disfrute del divertido espectáculo, comenzó la paseadera de muchachos y viejos verdes, quienes tenían que mirar dos veces para comprobar si lo que veían era real, los vendedores ambulantes que antes pasaban de vez en cuando ahora pasaban y pasaban una y otra vez, ofreciéndome, de todos los productos imaginados, la misma persona me ofreció como veinte veces traernos el almuerzo, realmente me divertí montones con esta picardía. Después de un rato estábamos conversando sobre nuestra costumbre de hacer el amor en cada playa y en cada mar que conocemos, que afortunadamente han sido muchos, es como nuestra forma de marcar los lugares que visitamos, en esto Adriana nos confiesa que nunca lo ha hecho en el mar y que esa es una de sus fantasías, entonces Sofi me dice, amor debes cumplirle la fantasía a nuestra novia, sonrió y les digo pues vamos a bañarnos, hacía calor, así que era el momento perfecto, las chicas se ponen su bra y corremos al agua que estaba bastante refrescante, hay mucha gente dice Adriana, más excitante dice Sofi con morbo, jugueteamos un rato mas hasta que notamos las ganas de Adriana, entonces Sofi la fue acercando a mí, Adriana se colgó alrededor de mi cuello y me beso apasionadamente, la tome por esas nalgas deliciosas que tiene y la levante contra mi cuerpo, ella me abrazo con sus piernas, por estar dentro del agua se sentía muy liviana y no tenía que hacer ningún esfuerzo para cargarla, seguíamos besándonos cuando Sofi también nos abrazó por detrás de Adriana, pego su cara a la nuestra, me besó con deseo y luego beso con lengua a Adriana, nos quedamos abrazados los tres, cuando note que Sofi empujaba la cadera de Adriana contra mi verga, Adriana miro alrededor, habían varias parejas, un grupo de cuatro ancianas y una familia con niños y adolescente, todos a menos de tres metros de nosotros, Adriana estaba tan embelesada que pronto se olvido de donde estábamos, Sofi soltó una de las tiras de la tanga de Adriana, metió su mano y comenzó a acariciarle el clítoris, le metía sus dedos en la vagina y yo los sentía de lo cerca que tenia mi verga, saco sus dedos y me los metió en la boca, su sexo sabia delicioso a pesar del agua salada del mar, sentía que mi verga me dolía de lo apretada que estaba dentro de mi bermuda, así que baje mi mano y la saque con la ayuda de Sofi, quien me la ubico frente a la vagina de nuestra novia, poco a poco se la fui clavando y Adriana comenzó un loco movimiento pélvico, acompasado por el movimiento suave de las olas, alcanzaba a apretar las nalgas de Sofi contra nuestros cuerpos, no hablábamos, solo gemíamos excitados, era una delicia el movimiento de cadera, el agua fría y mi verga abrigada dentro de su vagina caliente, de pronto llego una moto acuática generando olas un poco fuertes y la sorpresa nos hizo separarnos a lo cual reímos con nervios pues la gente nos pudo ver y el morbo fue evidente, volvimos a juntarnos pero esta vez era Sofi quien se colgaba a mi y yo la penetraba con gran lujuria, mientras ella me susurraba al oído, te encanta clavar a nuestra amiga, ¿no? Yo solamente asentía con la cabeza, Adriana nos abrazó y nos besó ardorosamente, con complicidad se miraron y volvimos a cambiar de posición, nuevamente clavando a Adriana, comencé a embestirla con furia, quería atravesarla, quería llegar hasta el último rincón de su vagina, Sofi adivino lo que venía, nos abrazo con fuerza y me corrí a chorros, nos quedamos así no se por cuanto tiempo, solo disfrutando de aquel momento, nos separamos poco a poco, nos miramos con morbo y picardía, miramos alrededor y no nos importaron los cuchicheos y las miradas acusadoras de algunos y morbosas de otros.

Ese fin de semana, ese inigualable regalo, esa genial celebración, ese inolvidable cumpleaños llegaba a su fin, pero permanecería para siempre en nuestras mentes y en nuestros cuerpos.

Parejasexy2144

Somos pareja swinger

visitas: 2799
Categoria: Intercambios
Fecha de Publicación: 2020-02-15 02:28:04
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2 Comentarios

Gracias alejo96 por su opinión, nos motiva a seguir narrando nuestras experiencias como pareja SW, esperando que sean tan exitantes para ustedes y las disfruten tanto como nosotros cuando las vivimos y ahora que las contamos.

2020-02-17 14:11:19

Delicioso relato!!!! He vivido esa experiencia en el mar y es única . Tu narrativa es estupenda. Espero que nos sigan deleitando con mas relatos

2020-02-16 16:04:54