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Mi ex compañera de trabajo

Mi ex compañera de trabajo, es el tipo de chicas que físicamente me atraen, con piernas grandes y gruesas, unas tetas grandes y muy deliciosas con una particularidad un lunar en su pecho que excita de solo verlo, una nalga grande como me encanta y un rostro muy lindo que adorna y alegra toda su personalidad. Apenas la vi me pareció bellisima.

Cuando éramos compañeros de trabajo con disimulo trataba de morbosear su cuerpo, trataba de mirar su tetas y tratar de ver lo que más pudiera de su cuerpo, al ser una mujer muy prudente y reservada poco se podía ver, eso me incrementaba la excitación los momentos que lograba ver más allá de lo permitido. Me encanta sus tetas ya ese lunar, siempre fantaseé con sus senos imaginaba como eran sus pezones y si habían más lunares en su cuerpo. A veces lograba ver sus tangas y su culo cuando se agachaba ese día me iba más contento para la casa. 

Un viernes en la tarde, fuimos a tomar una cerveza en ese momento ya no éramos compañeros de trabajo y Ella empezó a contarme todos los problemas y detalles con su ex pareja hasta que llegó a la insatisfacción sexual que su ex novio le había dejaba, a mi mente llegaron esas fantasía antes mencionadas y no pude evitar emocionarme, intenté mantener la compostura e indagar más a fondo lo que ella le hacía falta en la cama. Empezó a mirarme fijamente a los ojos, ella sabía para donde iban las cosas, afortunadamente siguió hablando, cada vez más explicita, le hacía falta que le hicieran un buen sexo oral, que tocaran su clitoris de la forma adecuada, de posiciones y fetiches. Tuve una erección de sólo imaginarla haciendo esas cosas conmigo, de imaginar su cuerpo desnudo tocando mi pene erecto... y así fue.

Su rostró tenía una expresión de complicidad, con una sonrisa muy provocativa, decidí dar el primer paso y preguntarle si alguna vez había pensado en realizar todas esas fantasías, su respuesta hizo que mi pene se pusiera más firme: "No hasta hoy" sus ojos se posaron en mi entrepierna, se había dado cuenta de mi erección, sus ojos volvieron a subir a los míos y me lancé a besarla.

Le insinué que fuéramos a un lugar más solo para los dos, ella accedió y nos fuimos para un lindo motel a las afueras de La Ciudad. Cuando llegamos la empecé a besar nuevamente y a ir desnudándola lentamente para mi sorpresa tenía una ropa interior negra como me gusta, donde se podían ver sus grandes senos y ese lunar en su pecho. Deseaba arrancarle la ropa interior y esas tanguitas pequeñas dejaban ver su gran culo. Tuve que calmarme para no dañar el momento , por eso decidí ir más despacio y darle tiempo al momento.

Había cierto morbo por hacerlo con mi ex compañera de oficina, mis manos tocaban su trasero, ese con el que soñé por semanas, mientras ella me rodeaba el cuello, aproveché la posición para alzarla, sus piernas rodearon mi cadera y empezó a moverse, besé su cuello mientras la ponia sobre un escritorio que había en el lugar, era la oportunidad perfecta para hacerle el sexo oral que ella tanto quería (o que yo tanto quería), no sin antes empezar a tocar sus senos, decidí besar su boca, su ropa interior estaba hecha una laguna, la moví hacía un lado y rocé su clitoris con mis dedos, empezó a moverse al ritmo de mi mano, su rostro me estaba pidiendo más, metí mi lengua sin pensarlo dos veces, era una sensación más allá de mis fantasias, no podía creer que estuviera pasando, no podia creer que fuera aún mejor de lo que imaginaba.

Empezó a gemir suave, metí dos dedos en su vagina mientras lamia su clitoris, Mi pene estaba por explotar y ella tenia ganas de devolver el favor, se bajó del escritorio y me bajó los pantalones con mucha prisa, se quedó observando mi pene unos instantes antes de meterselo en la boca, era toda una experta, se lo metía todo en la boca sin importar que se atorara, lamía mis guevas y subía hasta la cabeza del pene, aveces apretaba mis nalgas con sus manos y me miraba a los ojos mientras tenía mi pene en su boca.

Supe que era el momento de dar el siguiente paso, la levanté y la giré, en cuatro la empecé a penetrar suavemente, ella se quito el brasier y por fin pude ver sus senos solo para mi son hermosos mejor de lo imaginados y empecé a tocarlos mientras la penetraba suavemente, poco a poco empecé a subir el ritmo mientras ella gemia, yo le tape la boca para que no hiciera ruido y eso al parecer, la excito aún más, se giró y me empujo señalando el piso, quería estar sobre mi y cabalgarme,  mientras lo hacía pude ver sus mejillas enrojecidas, como sus ojos miraban hacia el techo con expresión de placer, se movia muy rico, ver como sus senos rebotaban sobre mi me hacian tener ganas de penetrarla más duro.

Ella tocaba todo lo que podia de mi, sus manos pasaban de mi pecho a mi abdomen, se tocaba el pelo y volvia a mi pecho. Le rodié sus caderas con mis brazos, indicandole que se quedara quieta, ella dejó de moverse y yo empecé a penetrarla muy fuerte, ya no nos importaba el ruido que hicieramos, sus gemidos empezaron a ser cada vez más y más duros, yo quería venirme en su estomago (es otro fetiche que después contaré) así que la puse en el suelo, abrí sus piernas y la seguí penetrando, esperando ese momento de extasis y euforia, me dijo que me viniera sobre ella, que quería sentir mi semen en su cuerpo; la besé mientras la penetraba hasta que sentí que el momento llegaba, saqué mi pene y empecé a masturbarme, 5 segundos después los chorros salieron con tanta potencia que llegaron a la altura de su cuello, apunté a su abdomen y luego a sus senos.

La noche terminó con una gran sonrisa en el rostro de ambos, la complicidad de haber realizado un muy buen sexo. Una noche espectacular y como la había soñado. 

alejos85

Soy hombre heterosexual

visitas: 2065
Categoria: Hetero: Infidelidad
Fecha de Publicación: 2020-02-20 04:04:54
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