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Tacones y tanga

Estaba con dos amigas en casa de Valeria mirando unos videos porno y bebíamos cerveza, esperábamos la pizza que habíamos pedido a domicilio. De pronto una de ellas dijo: “qué tal que nos volvamos putas como esas de los videos”. Nos reímos, seguimos bebiendo y disfrutando los gemidos del video. Llegó la pizza y comimos. La idea de nuestra loca amiga quedó rondando en nuestras mentes. Vimos un video donde una mujer caminaba por la calle y subió a una camioneta y adentro dos hombres empezaron a morbosearla y terminó teniendo sexo con ellos, en otro video una mujer caminaba por un pasillo y golpeaba en la puerta de un apartamento, un hombre abría y ella entraba a tener sexo con él.

Mientras comíamos pizza y bebíamos cerveza, nos pusimos a jugar a las fantasías, cada una decía alguna, pero poco a poco empezamos a subir el nivel de morbo de las fantasías, una de ellas dijo que le gustaría estar en un gran gangbang, otra dijo que hacer un show de sexo en vivo en un burdel barato y ser contratada al bajar de la tarima por otros hombres, Valeria dijo que trabajar en una noche de prostíbulo, yo dije que me gustaría ser la puta de un macho dominante, todas nos reíamos y gozábamos de nuestras lujuriosas fantasías.

Mis dos amigas recibieron llamadas de sus novios y se fueron a encontrar con ellos para follar. Me quedé con Valeria, que no era mi amiga, la había conocido esa misma noche por mis dos amigas que se fueron. Con Valeria hablamos de muchas de nuestras fantasías prohibidas, nos reímos y rápidamente nos volvimos amigas. Seguimos mirando unos videos y chateamos en nuestros móviles. De pronto Valeria me dice que tiene un mensaje de dos hombres conocidos que están en una Disco, solos y me dice que están buscando un par de hembras para gozar esa noche, si no las consiguen en la Disco se van para algún sitio donde las consigan, “es su noche de putas, es viernes”, me dijo. Yo entendí el mensaje.

Le pregunté a Valeria si son sus amigos, ella me dice que no, que solo los conoció en una fiesta hace unas semanas y ella estuvo follando con uno de ellos. El otro no sabe quién es. Le pregunto qué tal son, que me los describa, ella me dice que el hombre que conoce es alegre y que le gusta beber, fumar, follar, pero que además fue generoso con ella. Me pregunta si me gustaría ir a encontrarnos con ellos. Lo pienso un poco, no los conozco pero mi nueva amiga insiste. “Vamos amiga… yo conozco a uno de ellos y el otro es un amigo de él… vamos…”, me dice y sin pensarlo demasiado le digo “vamos”, estoy dispuesta a lo que sea esa noche. Ella le escribe un mensaje a uno de ellos y me dice que si estamos dispuestas pasan a recogernos y nos llevan a un apartamento. Le digo que sí, que les diga que pasen pronto, no quiero tener tiempo de arrepentirme, porque ya estoy excitándome de solo pensarlo, he fantaseado con ser la puta de un desconocido y esa noche va a volverse realidad. Estoy dispuesta a lo que sea por cumplir mi fantasía.

Valeria me dice que los hombres han salido a pasar por nosotras, ya vienen en camino, para follarnos en su apartamento. Mientras llegan por nosotras miramos otros videos, mamadas y folladas sin parar con muchos gemidos y nalgadas, bebemos otra cerveza y comentamos que las dos no tenemos novio y coincidimos que nos hace falta verga. Valeria me dice que está excitada, pues quiere follar duro esa noche, yo le digo que yo también quiero divertirme esa noche, entonces ella me recuerda una de mis fantasías prohibidas que le había contado hacía unos momentos y me dice que si yo quiero puedo cumplir mi fantasía esa noche y además ganar un buen dinero. Yo no podía creer lo que Valeria me decía pero le pregunté para que me ampliara detalles. Me explicó que su amigo tenía muchas conexiones a todo nivel, desde lo más alto hasta lo que yo ni imaginaba. Le expliqué que yo no tenía experiencia en esas fantasías, que era solo eso, fantasías. Ella sonrió y me dijo que ella había iniciado cumpliendo sus propias fantasías y ahora no podía dejar el lujurioso mundo de la noche. Le pedí más detalles, pero me dijo que no, que pronto llegaría su amigo con el otro hombre y saldríamos a divertirnos sin límite, me dijo que no me preocupara pues estaríamos juntas, que no me dejaría sola. Valeria quizás para darme más confianza me dijo: “amiga, una de esas fantasías yo ya la cumplí… la de trabajar en un prostíbulo… pero no le cuentes mi secreto a nadie”, y me guiño un ojo, yo sonreí y le dije que a mí también me gustaría cumplir esa fantasía.

Nos alistamos para salir, arreglamos nuestro cabello, un poco de maquillaje, revisamos nuestros bolsos, ella me dio unos condones y una toalla higiénica, pues nunca se sabe si se necesitará, aunque ninguna teníamos la regla. Yo llevaba blue jean ajustado, se marcaba mi trasero, tenía tanga hilo negra, tacones negros altos de punta redondeada, blusa negra de cuello redondo con ligero escote, brasier negro y una chaqueta negra. Valeria se puso un ajustado pantalón de cuerina negro, tanga negra, se colocó un top negro sin brasier, una chaqueta azul oscura, tacones negros, lucía espectacular, lujuriosa, toda una pinta de puta. 

Cuando llegaron los hombres, nos avisaron de la portería del edificio que se anunciaba un hombre, Carlos. Valeria dijo que bajaríamos enseguida. Salimos del apartamento y bajamos por la escalera. Yo estaba nerviosa, pero al mismo tiempo muy ansiosa de ese inesperado encuentro. Mientras bajamos le pregunté si ella vivía sola ahi en ese apartamento, me dijo que sí, desde hacía varios meses pagaba por su cuenta el alquiler, era independiente y tenía buenos ingresos. 

Llegamos al auto que nos esperaba. Manejaba Carlos, aparentaba unos 40 años o más quizás por su calvicie, Valeria subió en el asiento de adelante y yo subí atrás donde estaba el otro hombre que era delgado, de unos 35 años, de cabello negro rizado, que olía a cigarrillo y se notaba un poco borracho. “Les presento a Karol… mi amiga”, les dijo a los hombres. Ambos me saludaron, “Hola”, dijo Carlos mirándome por el espejo, pero al lado mío ese hombre flaco me abrazó y me besó casi en la boca, “hola amorcito… eres linda…”, me dijo y me volvió a besar pero ésta vez en la boca y sin darme tiempo a reaccionar ni responder su saludo. No me opuse, estaba un poco sorprendida pero dispuesta a lo que fuera esa noche, además estaba con mi nueva amiga Valeria. Se notaba que ella tenía experiencia en las actividades nocturnas. 

El hombre me abrazó y me apretó contra él, yo no quise oponerme a sus morboseos, yo sabía a lo que iba y estaba dispuesta a aceptar lo que pasara, mi nueva amiga Valeria me había advertido que los hombres eran muy morbosos pero también muy exigentes y generosos y las dos estábamos dispuestas a disfrutar la noche porque sabíamos que nuestro esfuerzo estaría muy bien recompensado. Igualmente pensé que era la primera vez que me darían dinero por sexo y estaría cumpliendo otra de mis fantasías ocultas.

Durante el camino hacia el apartamento de Carlos el hombre que me abrazaba y me besaba me dijo que lo podía llamar “el flaco” pues no le gustaba que se conociera su nombre real, porque era casado y además que todos los llamaban así. El flaco me manoseaba mi trasero sobre el jean y me manoseaba las tetas sobre la blusa mientras me besaba.

Ya en el apartamento de Carlos, en un segundo piso, no sé en que barrio era, los hombres colocaron música electrónica, sirvieron licor y nos dieron a beber, no les gustaba que rechazáramos el licor, querían emborracharnos, y nos hicieron bailar hasta quedar completamente desnudas, descalzas, frente a ellos y seguir bailando exhibiéndonos completamente para ellos, no permitían que dejáramos de bailar y movernos morbosamente o de lo contrario nos insultaban, mientras bailábamos nos decían muchas cosas morbosas y cada vez que nos acercabamos a ellos que estaban sentados en cómodos sillones nos tocaban y nos acariciaban, nos manoseaban especialmente las tetas y la vagina, mientras nos decían frases sucias. Valeria se acercaba a Carlos para ser manoseada y yo me animaba a imitarla acercándome al flaco. Yo estaba excitada al ver a Valeria disfrutar de ese momento y me excitaba empezar a sentirme puta para el flaco que me miraba como si fuera un depravado sexual.

A los hombres les gustaba algo de sado suave, después de bailar 10 o 15 minutos, no sé cuanto tiempo pasó, nos pusieron correa de perras, a Valeria una negra y a mí una roja, y nos llevaron caminando a cuatro patas por todo el apartamento, nos nalgueaban y nos insultaban, se reían "eso, cada uno con su perra", dijo el flaco y Carlos reía, nos ponían a mamar varias veces durante el recorrido por la sala, las habitaciones, la cocina, el comedor, el cuarto de ropa, hasta regresar a la sala,  pasillo, nos insultaban muy fuerte, nos colocaron en la mitad de la sala para hacerles un pequeño show lesbi, completamente desnudas y con las correas nos manipulaban, "eso perras, chocha contra chocha, muévanse perras, arepien malparidas", decía el flaco y Carlos aprobaba y reía, así nos mantuvieron varios minutos y nos hicieron darnos besos y besarnos los pezones, a ellos les gustaba mirarnos y nosotras nos excitamos. "Arepien perras", repetía Carlos. 

Luego se sentaron en los sillones y nos hicieron arrodillar en medio de sus piernas y agarrándonos el cabello nos obligaron a darles mamada, Valeria a Carlos y yo al flaco, mientras nos decían cosas sucias y nos empujaban de la cabeza para que la mamada fuera más profunda, ambos eran rudos. Luego supe que Valeria había hecho ese plan con Carlos varias veces y que el flaco había estado en ese plan con una chica llamada Yenny quince días atrás en ese mismo apartamento. 

Yo notaba que el flaco era más rudo y agresivo que Carlos. Incluso varias veces me dio cachetadas argumentando que yo no mamaba bien, "mame bien perra", me decía y me halaba fuerte por la correa, pero yo estaba segura que mamaba bien, luego comprendí que lo hacía porque le gustaba cachetearme, eso lo excitaba más. El flaco me dijo que a él le gustaban las mujeres sumisas y que yo parecía ser una hembra sumisa. Para probarme me ordenó ir al minibar y servirles trago a juntos mientras Valeria seguía mamando a Carlos. Ella mamaba muy bien, con muchas ganas y levantaba el culo para excitar a Carlos. 

Fui caminando un poco mareada, el apartamento me daba vueltas, serví el licor y les entregué los vasos, y me arrodillé de nuevo para seguir mamando pero el flaco antes de mamar me obligó a beber de su trago y aunque yo no quería él me obligó, incluso me dio una cachetada y me dijo “perra bebe”, mientras Valeria mamaba a Carlos en el otro sillón, sin decir nada, si parar. Un rato después Carlos se llevó a Valeria para su habitación, para follársela, la hizo caminar hasta la habitación adelante de él mientras le daba nalgadas fuertes.

El flaco me ordenó servirle más licor, le gustaba verme ir y regresar desnuda. Me puse de pie con algo de dificultad porque el trago que me había dado el flaco ya me estaba mareando mucho, pero fui al minibar y serví otro vaso con licor, regresé y se lo entregué al flaco y me obligó a beber más trago de su vaso, pero como ya estaba mareada y no quería beber más, me cacheteó y me insultó, “bebe puta no me desprecies”. Bebí solo un poco para complacerlo. Comprendí que el flaco era rudo y que para mí era mejor complacerlo además que me estaba gustando mamar su gran falo grueso y duro y había visto a mi lado a Valeria disfrutando la gran herramienta que tenía Carlos y que él también la trataba fuerte y no le soltaba la cabeza y se lo empujaba con fuerza. 

Después de varios minutos de estar mamando, el flaco me dijo que le gustaba que yo fuera así, sumisa, obediente, complaciente por qué aparte de servir tragos para los hombres yo estaba demostrando que tenía aptitud para ser una buena puta. En medio de mi excitación y mareo le pregunté si en verdad él creía que yo era así como me decía y me respondió que sí, que él era un buen catador de putas y que yo parecía ser una buena hembra que con un buen amo podría llegar a convertirme en una buena puta así como lo era la puta que estaba con Carlos, me dijo que Valeria tenía experiencia en hacer lo que a ella más le gustaba, ser una puta. Yo no dije nada y seguí mamando al flaco como a él le gustaba, fuerte y profundo, descansé un momento y le pregunté si todo lo que decía de Valeria era cierto y me dijo que sí, que a ella la había conocido en un prostíbulo y Carlos la había convertido en su puta preferida. Yo estaba un poco sorprendida. Le pregunté si lo que decía de mí también era cierto y me dijo que sí, “tu mamas como puta, tienes cara de puta, tienes cuerpo de puta, bebes como una puta, entonces debes vivir como una puta para que te comportes como lo que eres, una puta me entendiste?” y como no le respondí de inmediato me dio otra cachetada y dijo: “sigue mamando puta”. Seguí mamando. Mientras mamaba me dijo “solo falta follarte para comprobar que eres puta y hacerte mi puta”. Comentó: "La puta de hace quince días, la Yenny, no sirvió, tiene buen cuerpito pero le falta gusto para mamar, no es complaciente y se emputa muy rápido... no sirvió". 

El flaco me hizo acostar sobre el sillón más grande de la sala, estaba frío pero que me importaba, estaba mareada y muy excitada, y sin esperar demasiado se montó sobre mi abriéndome bruscamente las piernas hasta colocar su tremenda verga a la entrada de mi vagina que ya estaba bastante húmeda, así no le fue difícil empujar con algo de rudeza hasta penetrarme completamente, hasta el fondo, traté de decirle que no se había puesto condón pero no alcancé a terminar la frase cuando me dio una cachetada y me dijo “cállate perra malparida, eres una puta, una zorra, y yo hago lo que me dé la gana con usted puta de mierda”, mientras el flaco empezó a empujar bestialmente las caderas. Su verga perforaba inclemente. Empecé a sollozar pero al flaco le gustaba verme llorar y más fuerte y rápido empujaba sus caderas y yo sentía como su tremenda herramienta me perforaba hasta el fondo, no podía hacer nada, no podía resistirme porque sabía que recibiría otra cachetada y más insultos, mientras que en la habitación de Carlos se escuchaban los gemidos de Valeria que se notaba que estaba disfrutando que Carlos la follara. Tengo que confesar que me gustaba esa situación. 

El flaco me miraba, empujaba como bestia y sonreía mientras yo sollozaba sin resistirme, poco a poco deje de llorar, escuchaba a Valeria gemir y sentía los duros golpes de las caderas del flaco contra mí y poco a poco me empecé a excitar de nuevo hasta que empecé a gemir y empecé a disfrutar aquella tremenda verga que me golpeaba por dentro sin contemplación, y el flaco empezaba a sonreír al mirarme gozar hasta que de pronto dijo “ahora te voy a hacer mi puta… desde este momento eres mi puta”, y empezó a gemir y a gruñir como una bestia, estaba botando todo su semen dentro de mí y yo no podía resistirme. En ese momento pensé “esto me pasa por no aguantarme las ganas… esto me pasa por puta”. Al flaco le escurría sudor por la frente y las sienes. 

El flaco empezó a quedarse quieto sobre mí, me miraba con algo de ternura pero también con mucho morbo y me dijo “estabas muy rica… me gustaste… valió la pena probarte y quiero que sigas siendo mi puta… desde este momento la vas a pasar de maravilla como a ti te gusta”. El flaco se bajó de mí, con algo de brusquedad me hizo levantar y me ordenó servirle otro trago de licor. Fui hacerlo caminando bastante mareada y con algo de dolor en mis caderas, la correa colgaba de mi cuello, mientras servía el licor pensaba en el semen que ese hombre me había dejado dentro, pero extrañamente en lugar de asustarme, me excité, llevaba el semen de un hombre que no era mi novio, el que había desaprobado a la Yenny dos semanas antes. 

Regresé a donde estaba el flaco y le entregué licor me hizo sentarme en sus piernas pero ésta vez no me obligó a beber más licor, me dijo que yo le había gustado mucho tanto como a él le gustaba tomar trago, me ordenó buscar en su chaqueta unos cigarrillos y encender uno para él, así lo hice y se lo entregué, me hizo sentarme de nuevo en sus piernas y me dijo mientras fumaba que yo tenía bonita cara y un buen cuerpo y que debería aprender a usarlo porque las hembritas como yo eramos muy apetecidas por los hombres y que yo debería seguir el ejemplo de mi amiga Valeria, por qué ella llevaba más de un año siendo puta, era la preferida de Carlos y a ella le iba muy bien en la casa de Chela.

Le pregunté quién es Chela y él me preguntó que si acaso Valeria no me había contado, entonces le dije que no sabía nada de ella y le pedí que me explicara. El flaco me dijo que la señora Chela es la dueña de una casa de putas, una casa muy discreta en un sitio exclusivo de la ciudad, a donde van muchos hombres a buscar hembras como yo o como Valeria. Me preguntó en que trabajaba y le dije que sólo estudiaba pero que estaba buscando trabajo y entonces me dijo que ese era el trabajo para mí porque “una hembrita como tú, con ese cuerpito tan rico, sabiendo mamar, sabiendo abrir las piernas como lo había hecho para él, podía seguir en mis estudios diurnos sin preocuparme demasiado en conseguir trabajos mal pagos. Le pregunté que si era cierto que Valeria trabajaba con la señora Chela y me dijo que sí, que desde hace un año o más, y que fue allí donde ella conoció a Carlos y desde esa vez ella se volvió la puta de Carlos, pero ella va dos o tres veces a la semana a trabajar en casa de la señora Chela a hacer lo que más le gusta, ser puta. “Sé que te va a gustar conocer a esa señora”, me dijo mientras acariciaba mi trasero y besaba mis tetas. "Valeria tenía la fantasía de trabajar en prostíbulo una sola noche y cuando fue allí le quedó gustando", dijo y sonrió. 

Quedé sorprendida por todo lo que me había dicho el flaco y aunque estaba borracho no dudé que fuera verdad lo que me ha dicho de Valeria, en ese momento mareada por el licor, sentada desnuda sobre sus piernas, con la correa en mi cuello, y excitada por la follada que me había dado el flaco, sin olvidar el semen que me dejó adentro, sin pensarlo dos veces le dije que me gustaría que me presentara a esa señora. El flaco sonrió, me dio una nalgada y me dijo “tus deseos son órdenes… esa es la clase puta que me gusta". Me quitó el collar, me dijo que me vistiera pero antes me ordenó que le alcanzara su teléfono móvil de su chaqueta para hacer una llamada importante, se lo alcancé y le dije que me daría una ducha de 5 minutos antes de vestirme. Mientras me duchaba, el flaco me miraba desde la puerta del baño, empezó hablar por teléfono, al comienzo no entendí con quien hablaba pero después lo comprendí todo, cuando dijo, “señora Chela le tengo una hembrita que acabo de probar, está muy buena, está muy rica, y está jovencita, da buen sexo oral y da buen sexo vaginal, especial para tenerla en su casa”. Algo le dijo la señora mientras tanto yo me duchaba rápidamente. El flaco terminó la llamada. “Termina pronto la ducha y nos vamos”. No imaginé lo que vendría enseguida.

Salí del baño a vestirme pero el flaco desnudo sentado en el sillón me ordenó que le sirviera otro vaso de licor y le diera una mamada antes de vestirme. Le entregué el vaso de licor y le pregunté cuando iríamos a donde la señora Chela, me dijo “vamos después de la mamada, la señora Chela nos espera, debes ir ahora mismo porque es noche de fin de mes y hay muchos hombres con buen dinero esperando a ser atendidos por una buena puta”. Yo le dije que estaba mareada y me sentía cansada, el flaco colocó con cuidado el vaso de trago en el sillón, me hizo arrodillar en medio de sus piernas, me agarró del cabello y me dio una cachetada, “puta de mierda, usted es una perra prostituta y usted no sirve para más, lo único que sabe hacer es estar empelota mamando y recibiendo verga por la raja que tiene, y que está muy rica, además usted que anda bien depilada demostrando lo perra que es… y hembras como usted con ese cuerpito y esa cara de puta lo único que saben hacer bien es ser puta, así que no proteste… me da una buena mamada y esta vez se va a tragar toda mi leche y me va a demostrar que le gusta ser puta, me entendió? No le respondí, estaba sorprendida, sólo lo miré entonces cuando noté que me iba a dar otra cachetada entonces le dije: “si te entendí”. Aún estaba excitada, quería follar más pero el flaco me había advertido que esta vez tragaría su semen, estaba dispuesta a hacerlo, pero en verdad no quería ir a casa de la señora Chela, estaba muy mareada.

Tuve que mamar bastante, y el flaco me empujaba la cabeza con las manos, no sé cuánto tiempo pasó, hasta que me advirtió “se traga toda la leche perra malparida, no desperdicie una sola gota o ya sabe que le pasa si no lo hace bien”. Sus manos no soltaban mi cabeza y empecé a sentir sabor a semen, me excité y sentí un orgasmo al tragar su semen, me gustó. Él tenía razón, yo era una puta, me sentía puta, al haber recibido dos veces semen de un hombre que había conocido hacía un poco más de una hora, quizás dos horas. El flaco comprobó que yo había tragado todo el semen, me hizo abrir la boca y me dijo “así se hace, ya eres mi puta y ahora mismo vamos a la casa de la señora Chela. Mientras me vestía le insistí que estaba mareada y cansada, me dijo “no te hagas la desobediente, ésta noche eres mi puta y me obedeces, porque eres una buena perra y las perras nacieron para ser folladas, así que no digas ni mierda, vístete rápido y vamos… tienes cinco minutos para arreglarte”.

Estaba sorprendida y no sabía qué hacer, pero también sabía que no era fácil librarme del flaco, que era un hombre dominante y rudo, además borracho infundía miedo. Me dijo que iba a llamar un taxi para que nos llevara, entonces le dije que si con esa ropa que tenía puesta estaba bien, pues tenía un jean ajustado y una blusa muy sencilla, además de los tacones, la tanga y la chaqueta, entonces me dijo “eso es lo que necesitas, tacones y tanga, no más… para tu trabajo de puta no requieres más vestuario, sólo mamar y follar.

Corrí al baño a arreglarme el cabello, dentro de mí había dos sentimientos encontrados, por una parte no quería ir a prostituirme, al menos borracha en esa noche, ya había sido suficiente para mí haber follado con el flaco desconocido, pero también estaba excitada porque se estaba cumpliendo una de las fantasías que yo le había dicho a Valeria unas horas antes. Terminé de arreglarme el cabello y me puse un poco de maquillaje, al salir del baño llegaba Valeria completamente desnuda a orinar y me dijo que iba a amanecer con Carlos, entonces sin saber a dónde me iba a llevar el flaco, me preguntó cómo me había ido con él y le dije que muy bien, le conté que él quería llevarme a casa de la señora Chela y ella se sorprendió, pero sonrió y me dijo que ella la conocía y era una señora muy estricta pero muy comprensiva con las chicas que trabajaban con ella, me dijo que ella trabajaba allá algunos días en la semana y que me recomendaba que yo confiara en la señora Chela por qué ella tenía muy buenos clientes. Me despedí de Valeria, ella se quedó en el baño y yo fui a donde estaba el flaco que ya estaba esperando el taxi que había pedido por teléfono. El flaco fue a despedirse de Carlos a la habitación y le dijo “amigo esta puta que probé esta noche está muy buena, la voy a llevar a la casa de la señora Chela, es fin de mes y hay machos hambrientos de putas como la amiguita de Valeria… jajajaja…”. Carlos le dijo riendo a carcajadas que él era muy afortunado por haberme conocido y de paso llevarme a esa casa donde me iban a “usar varios machos”, yo no sabía si ofenderme o excitarme por la forma como hablaban esos hombres de mí, pero igual me daba lo mismo, tampoco tenía escapatoria, estaba excitada, apenas iba a ser medianoche y sabía bien lo que me esperaba no sé hasta qué horas. Valeria salió del baño y me guiñó un ojo y entró a la habitación de Carlos y se subió a la cama.

Llegó el taxi y durante todo el recorrido el flaco me tenía abrazada y me besaba, el chofer del taxi miraba por el espejo. De pronto el flaco se acordó de algo, buscó en un bolsillo de su chaqueta su billetera, saco varios billetes y me los dio sin decir nada. Me dijo al oído, “guárdalos”, para que el taxista no escuchara lo que me decía. El flaco había sido generoso, guarde el dinero en mi bolso. Minutos más tarde llegamos a una casa en donde había varios autos estacionados afuera, noté que el taxista me miraba con insistencia por el espejo, sabía adonde estábamos llegando, de inmediato pensé que el taxista estaba pensando que yo era una puta o mejor dicho una prostituta, pero eso no me importa, el hombre con el que iba, me daba seguridad, no me daba pena en que el taxista pensara lo que quisiera pensar de mí.

El flaco pagó al taxista y me llevó de la mano a la puerta de la casa, timbró tres veces seguidas, por una pequeña ventanita de la puerta un hombre nos miró y abrió la puerta. Nos hizo entrar. El flaco me hizo seguir adelante, “buenas noches caballero”, le dijo el hombre, “buenas noches”, dijo el flaco, yo no dije nada solo miraba el piso de madera, y el flaco me llevo de la mano a una pequeña sala de donde salía en ese momento una señora alta, acuerpada y muy bien vestida con un traje largo ajustado, supuse que era doña Chela. Ella saludó al flaco de beso en la mejilla. El flaco me presentó, “ésta es la hembrita”, la señora me miró de arriba abajo y me dijo, “bienvenida… cómo te llamas?”, “Karol”, le respondí. “Mi amigo me ha dicho que estás interesada en empezar a trabajar acá”, le respondí con un poco de duda, “sí… señora”. Me dijo, “no te veo muy convencida…”. “es que estoy un poco mareada porque estuve tomando unos tragos con el caballero”, le dije y ambos rieron a carcajadas, la señora Chela me miró y me dijo “no seas tonta… ya sé... ya sé que estabas follando con el flaco, y él me ha dicho qué lo haces muy bien… estás recomendada… y yo confío en él, sólo es que estés de acuerdo en empezar ahora mismo, porque esta noche hay mucha acción en esta casa… dime si estás de acuerdo en empezar ya”. Miré al flaco y él sonrió, me dijo “anda, acepta y te quedas, tú eres apta para este sitio y la señora Chela es estupenda anfitriona”. Sonreí. Le dije a la señora Chela que aceptaba quedarme, entonces ella sonrió y me dijo “eres bienvenida querida Karol”, le dio las gracias al flaco por haberme llevado, se despidieron con un beso en la mejilla, el flaco se despidió de mí con otro beso en la mejilla y me dijo guiñando un ojo “no olvides que esto es lo tuyo”. Nos dio la espalda y fue hacia la puerta de salida.

La señora Chela me llevó hacia una habitación atrás de la casa, me pidió que le mostrara mi identificación, en su agenda tomó mis datos, me hizo varias preguntas personales y privadas, le tomó foto a mi identificación con su teléfono móvil, me dijo que la norma obligatoria en esa casa era usar condón siempre, y que para la próxima vez que yo fuera a trabajar allí debería llevarle el examen del VIH que por esa noche y por ser una recomendada del flaco me eximía de esa obligación. Me indicó cuáles eran las tarifas mínimas y algunas instrucciones de atención a los caballeros clientes de la casa, me mostró cuál era el casillero que me correspondía para dejar mi ropa y mi bolso, ya que solamente era necesario estar en tanga y tacones. “Acá los hombres vienen a lo que vienen, escogen a la chica y directo a la habitación así que no perdamos tiempo, guarda tus cosas en el casillero y no pierdas la llave porque si se te pierde me tendrás que pagar una multa”.

Guardé mis cosas en mi casillero, sólo quede en tanga y los tacones y fui con la señora Chela. Mientras caminábamos hacia una sala grande me preguntó cómo me había ido esa noche con el flaco follando, le dije “muy bien, el flaco me folló bien, me gustó estar con él”. Me preguntó cuándo lo había conocido, le dije que esa misma noche, cuando le dije que Valeria me había presentado, sonrió y me dijo que Valeria era una estupenda chica, una de las mejores que tenía en esa casa pero que esa noche le había hecho falta en la casa porque había buenos clientes. Me preguntó con cuál nombre iba a trabajar en esa casa, le dije que no tenía nombre especial, entonces me dijo “entonces si no te molesta usa tu nombre propio Karol, ya que acá no hay ninguna mujer que use ese nombre y es bonito”. Le dije que estaba de acuerdo.

Llegamos a una sala grande había varios sillones y varios hombres, tal vez tres o cuatro, no recuerdo bien, estaban esperando que algunas chicas llegaran o se desocuparan de su sexyservicio mientras bebían licor y miraban un TV grande mostrando porno. La señora Chela me llevó directamente a un sillón en donde había un hombre bebiendo, tal vez whisky, estaba esperando a alguna chica, era cincuentón un poco calvo y regordete, pero eso no me importaba, “caballero ésta chica se llama Karol, acaba de llegar y está disponible si la desea ahora mismo o prefiere esperar que otras chicas queden libres”, el hombre me miró de arriba abajo y la señora Chela me hizo girar un par de veces para que me mirara por todos lados, el hombre me miraba con lujuria y dijo, “a mí me gusta ella”. Ví que desde las otras sillas me miraban los otros hombres, me excitaba exhibirme en topless. El hombre maduro me dijo “estás muy linda tienes buen cuerpo, la quiero a ella señora Chela. Ella sonrió y le dijo “por supuesto caballero deme un par de minutos la ubico en la habitación”. La señora Chela me hizo ir con ella al segundo piso me indicó una habitación y en la puerta me dijo “no olvides lo que te dije abajo, atender muy bien al caballero, acá las chicas están para hacer felices a nuestros clientes… hay condones sobre la mesita de noche… espera acá que voy a que el caballero pague el servicio”. Le respondí “si señora Chela”. Ella sonrió y me hizo seguir. Cerró la puerta y espere adentro, la habitación tenía un pequeño baño y una cama bien tendida, la mesita de noche tenía una lámpara con luz amarillenta que iluminaba poco, me senté en la cama a esperar, pensé en el flaco, pensé en Valeria y me excité más al entender que estaba cumpliendo, sin demasiado esfuerzo y en forma inesperada, una de mis fantasías.

Pocos momentos después la puerta se abrió, la señora Chela dijo “siga caballero, Karol lo está esperando”. El hombre entró mirándome con lujuria. La señora Chela me dijo: “30 minutos querida Karol”, y cerró la puerta. Me puse de pie y recibí al hombre dándole un beso en la mejilla, le dije: “Soy tuya” y le agarré el bulto sobre el pantalón.

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karolhoyos

Soy mujer heterosexual

visitas: 3475
Categoria: Fantasías
Fecha de Publicación: 2020-02-28 05:01:17
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6 Comentarios

Tremendo relato, este si esta bien escrito. Sirve incluso como para desarrollar una película cruda y real sobre una chica bien perra. Felicidades. Escribes bien cuando te lo propones

2020-08-04 16:30:04

Karol: eress la perfección hecha mujer; qué placer. Te he de tener y merecer -te quiero ver, coger y oler- tú, mi renacer...

2020-03-09 23:08:57

hola, que buen relato, excitante de principio a fin, me gustaría leer o que paso después en la habitación, gracias por compartir

2020-03-05 00:16:50

Muy buen relato, muy bien escrito. Felicitaciones

2020-02-28 17:37:21

Hola Karol, que rico como describes tus emocionantes aventuras, después de disfrutar de tu nuevo estilo de vida. Síguenos contando tus experiencias por fuera, como con doña Chela,. ÉXITOS

2020-02-28 14:18:30

Karol gracias por ese relato, me encanto. Esta muy bien escrito y transmite todo lo que sentiste, es muy estimulante.

2020-02-28 06:59:22