Guía Cereza
Publica tu Experiencia

Relatos & Experiencias

LOS GEMIDOS MIENTEN, EL SQUIRT NO .

Iba a encontrarme en el apartamento de una amiga, ya que me iba a presentar a de sus conocidas, cuando llegue a su apartamento me hizo esperar en la sala por que la otra chica se estaba en el baño, espere unos segundos y aparece ella, una chica delgada, joven, con un lindo rostro, cabello negro no tan largo, alta aproximadamente de 1.65 m, vestida con una blusa negra, unos jeans y unas botas hasta las rodillas.

Me pare del sofá para saludarla, nos sentamos, empezamos hablar y se fueron dando las cosas. Vanesa hacia unos años se había casado y ese día quería salir sola porque hacia un buen tiempo no salía y esa misma noche salía con una amiga a tomar para pasarla bien.

Después de conversar unos minutos, pasamos a la habitación donde me esperaba una grata sorpresa.

Nos empezamos a besar y lentamente le fui desnudando para revelar cada rincón de su piel hasta que ella quedo con su ropa interior muy sexy (ella sabía para que venía), me desvestí quedando en solo mis bóxer, empecé con mis labios a besar y recorrer su rostro hasta llegar a sus senos, unos senos pequeños y lindos, mientras con mi mano derecha empezaba a acariciar sus piernas hasta llegar a su vagina.

Mientras probaba sus pechos iba con mi mano estimulando su vulva, con las yemas de mis dedos empecé a acariciar, estimular y palpar su vagina mientras tenía sus pantys puestos, cambiaba de dirección, de ritmo y de presión con mis dedos y mi palma, observaba su rostro como Vanesa me miraba la mano mientras exhalaba por su boca y empezaba a mover su cadera, le quité sus pantys y seguí. Luego para un buen preámbulo besaba cada una de sus piernas hasta llegar a su vagina, deguste de ella, lo cual le gusto y sin perder más tiempo me dice que me coloque el condón.

Me acerque a ella y tome su mano la puse sobre mi verga para que sintiera de lo que iba a disfrutar y con un tono de sorpresa me dice que la tengo grande la miro a su rostro y sonrió, me acosté en la cama, ella toma mi verga y lentamente va bajando para que no sintiera tanto dolor ni incomodidad y empieza a moverse lento y a su ritmo, poso mis manos sobre su culo y la empiezo apretar para que no se detenga, sin sacar mi pene la acosté en la cama, la abrí de piernas y empecé yo a marcar mi ritmo, miraba en su rostro como mordía sus labios y sentía dolor pero a la vez placer mientras la penetraba. Lo hicimos de cucharita por unos pocos minutos por que me pide que le dé en cuatro, se coloca ella en posición y lentamente la penetro. Mientras empiezo a tomar el ritmo la empiezo a nalguear y ella me pide que le apriete duro el culo lo cual disfrute por un momento y tomo su cabello con delicadeza y firmeza, mientras levantaba su cabeza pude notar una sonrisa de satisfacción.

Descansamos un poco y noto que Vanesa se toca su vientre le pregunte que, si se sentía dolor a lo cual responde con una sonrisa sí, pero es un dolor muy delicioso.

 Empiece a preguntarle sobre su vida de casada, en ese momento Vanesa me dice que el marido la estaba engañando, por que el había dejado un celular y ella encontró, fotos y un WhatsApp oculto con la foto de el y la moza; ese mismo día Vanesa se había reunido con ella para dejar las cosas claras sin que el esposo supiera, por eso ella quería salir sola, pasarla bien y rumbear.

Me pregunto por mis fantasías cumplidas y por cumplir yo le pregunté lo mismo y eso hizo que mi pene estuviera erecto de nuevo, Vanesa empezó a masturbarme, golpeaba mi pene sobre sus senos para descansar y siguió intentándolo y con tono burlón le dije” no lo vas a lograr”.

La puse en cuatro y ella empezó a moverse, toma mi mano izquierda la lleva a su cola y me pide que la agarre bien fuerte el culo, inmediatamente la obedezco, para darle más placer empiezo a estimular su clítoris con mis dedos tocándola en círculos y noto de inmediato como ella empieza a gemir más fuerte y decide rápidamente retirarme la mano pero sigo insistiendo; luego la tomo de sus brazos, levanto su cuerpo y empiezo yo con un ritmo vigoroso haciendo cada vez más las penetraciones más fuertes y a diferentes ritmos y de nuevo poso mi mano sobre su clítoris.

La hago levantar para darle contra la pared, la penetro y con más fuerza la empiezo a embestir y decido tomar el control, agarro su cabello , se lo jalo con un poco de rudeza para observar su cara de placer “que delicia” y de nuevo mi mano jugando con su clítoris me  quita la mano pero no se lo permito ,mientras con la otra acariciaba sus senos, ella empieza a ceder a mis embestidas, muerde su brazo izquierdo mientras me pide más, su cuerpo comenzó a sucumbir y siento en mi pierna izquierda una sensación húmeda y caliente “QUE DELICIA la hice venir” seguí con mi ritmo, Vanesa no aguanta más, sus piernas tiemblan y su cuerpo se va así al frente como si se hubiera desmayado pero no, al ver esto la tomo de sus brazos y decido terminar.

Dirigi la mirada abajo hacia la sabana y estaba empapade de la satisfacción de Vanesa;me quito el condón y ella como recompensa me pide que la llene de esperma sus senos y ¿quién soy yo para negarme a su deseo?, nos arreglamos y cada quien tomo su camino, ella satisfecha a verse con su amiga y yo para la casa muy complacido por haber hecho venir a una mujer penetrándola y por el gusto de haber tomado las riendas de la situación en la segunda parte.

Urus15

Soy hombre heterosexual

visitas: 1326
Categoria: Hetero: General
Fecha de Publicación: 2020-02-29 04:41:17
Más Relatos Por Urus15
Compartir en:

0 Comentarios

No hay comentarios