Dos semanas después de mi encuentro con Freddy el botones, volví a Cali a mi hotel de costumbre. Era ya casi de noche y desde antes de llegar en el taxi venía recordando los detalles del encuentro anterior y traía ya la verga medio parada. En cuanto me vio llegar Freddy cogio mi maleta y la llevó a la recepción.

Cuando entramos a la habitación cerró la puerta, se me aproximó y me mandó la mano a la verga... estás caliente papi... me dijo... me la apretó un poco, nos dimos un beso y me dijo que me aguantara un rato que mas tarde vendría a calmarme la calentura.

Como a las diez lo sentí entrar y cerrar la puerta con seguro. Me dijo, dame diez minutos, lo sentí entrar al baño de donde salió poco después bañado, desnudo y oliendo rico. Se metió en la cama conmigo donde yo lo esperaba desnudo y con la verga parada. Estás muy arrecho papi, me dijo y comenzó a mamármela con entusiasmo. Nos mamamos las vergas y nos chupamos las güevas muy rico durante un buen rato y luego paramos para besarnos y chuparnos las tetillas apasionadamente. 

Luego le dije que quería darle un beso negro y él se puso en cuclillas y metió la cabeza en la almohada dejándo el culo a mi antojo. Se veía rico con el chimbo parado y las güevas colgando, pero el huequito del culo, rosado y arrugado entre las nalgas era lo mas provocativo... le eché saliva y comencé a darle lengua... ¿te gusta?... me encanta papi... primero le di con la puntica y luego con la lengua entera dándole pasones despacio...  él solo gemía.

Luego de un rato de este juego le pedí que se acostara boca abajo, lubriqué mi verga y su culo y le pedí que abriera las nalgas para echármele encima y hacerle el frote de culo y verga que me enseñó la vez anterior... era deliciosa la sensación de su cálido cuerpo bajo el mío... Luego de un buen rato de restregarle el culo con mi verga ya estaba listo para venirme y él me pidió que siguiera y eyaculara entre sus nalgas. Luego me llegó el turno de acostarme boca abajo. Freddy se tendió encima de mi y me abrazó con fuerza. Fue tan rico sentir el frote de esa gruesa verga contra mi culo como lo recordaba de la vez anterior... mi papel en el sexo siempre ha sido como activo y era extraño y a la vez curiosamente agradable sentirme en cierta forma dominado por un hombre... esta vez también acabó eyaculando entre mis nalgas y fue rico sentir esos chorros de semen caliente sobre mi culo. Creo que es la solución ideal para dos activos que no desean penetrarse...

Después de mamarnos un rato las vergas, nos pusimos a conversar sobre una propuesta que tenía Freddy para un próximo encuentro. Resulta que en esos días había empezado a trabajar un asistente nuevo en la cocina del hotel con el que ya Freddy había hecho buenas migas. Era un muchacho bonito de unos 16 años, delgado, muy blanco y lampiño, algo afeminado y totalmente pasivo. Con un culo delicioso y feliz de tener una verga adentro, quejándose como una chica. Miré a Freddy con sorna y le dije, ya te lo comiste, ¿verdad? El me dio una sonrisa pícara y me dijo que si, dos veces. Estaba seguro de que a mi también me encantaría comerme ese culo joven y quería saber que pensaba yo de hacer un trio. No soy muy amigo de los trios, siempre he pensado que en todos ellos siempre hay uno que sobra... sin embargo, éste sonaba tentador y le dije que hablara con el chico y que si aceptaba lo haríamos esa semana.

En el próximo relato les estaré contando.