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La amiga del trabajo de mi esposo

Mi esposo tiene dos compañeras de trabajo con las que sale frecuentemente a almorzar, luego caminan un rato y conversan mientras se termina la hora del almuerzo, en esta rutina van conversando sobre diferentes temas para entretenerse, sin embargo y en esto me darán la razón quienes también hacen esto a la hora del almuerzo, lo cierto es que estas conversaciones se tornan interesantes cuando el tema se dirige hacia el sexo, aquí el tema sirve para conocer un poco mas la naturaleza de nuestros compañeros y amigos, aquí es donde defines en quien confías para contarles tus aventuras o tus fantasías, aquí determinas quieres son morrongos, quienes son inexpertos, también los habladores, los que dicen mucho pero hacen poco, las que están llenas de dudas, los que guardan un silencio sospechoso pero se les nota que son bastante recorridos, en fin, conoces un poco mas de tus amigos y amigas, por eso será que este tema atrae tanto y al final es el que mas demanda tiempo a la hora del almuerzo. Para mi es genial cuando en la noche, en nuestra cama nos contamos las conversaciones del día, compartir las experiencias de nuestros compañeros es rico, es morboso y nos calienta mucho, cosa que disfrutamos y aprovechamos para dar rienda suelta a nuestra lujuria.

Mientras Frank me cuenta sobre sus dos compañeras de trabajo yo las voy imaginando visualizándolas de acuerdo a su descripción, Carolina es casada con hijos, una mujer bonita y atlética, pero adicional es muy erótica, pasional, de las que compran juguetes sexuales y lencería para jugar con su esposo, tiene temas interesantes y lujuriosos, en tanto Juliana es una chica muy joven, mas inexperta y reservada, quizá por eso muestra un poco de timidez hacia estos temas, pero ella escucha atentamente y con notable interés. Fue así como llegaron al tema swinger, por supuesto cuando Frank sintió la suficiente confianza para contarles de nuestros juegos, la sorpresa de mi esposo fue grande cuando vio que Carolina se mostro en contra del tema y manifestó no ser capaz de hacer algo así, por su parte Juliana se empezó a soltar y le confeso que alguna vez en su época de colegio se dio un beso con otra chica y desde entonces siempre tuvo curiosidad por el tema, pero como es normal no encontró alguien que le ayudara o compartiera sobre el tema, hasta ahora… Esta confesión motivo mas a Frank a contarle y darle tranquilidad sobre su curiosidad, Juliana empezó a hacer mas preguntas, a pedir mas detalles, a interesarse más, hasta que un buen día le pidió a Frank que para su próximo encuentro o trio contara con ella.

Por supuesto como buena esposa que soy lo anime para cuadrar pronto un encuentro entre los tres, le propusimos ir a un bar swinger ya que ella quería deleitar su instinto voyerista, estaba llena de curiosidad y deseo. Nos encontramos un sábado en la noche en un centro comercial, compramos unas smirnoff ice y mientras nos las bebíamos hablábamos del tema, fuimos caminando hacia el bar y al llegar se notaba el nerviosismo de Juliana, yo la abrace y eso le dio un poco de tranquilidad, ya en el bar nos tomamos algo y conversamos, la note ansiosa porque aún no pasaba nada, pues era temprano y aunque había varias parejas todavía nadie se desnudaba, entonces le propusimos meternos al jacuzzi, ella estuvo de acuerdo, fuimos al Vestier, nos desnudamos por completo y salimos en toalla hasta el jacuzzi, allí al quitarse la toalla quedo completamente desnuda frente a nosotros, para ella fue impactante pues era la primera vez que estaba desnuda frente a mi esposo, sin embargo se notó su interés por tranquilizarse y disfrutar el momento, Juliana es una mujer grande, de caderas anchas y cola redonda, aunque con busto pequeño, tal cual como le gustan a mi esposo, yo disfrute del momento viendo la cara de lujuria en Frank, estuvimos un rato en el jacuzzi cuando nos invitaron a hacernos masajes que estaban dando como regalo a las chicas, bajamos un piso y en una sala pequeña un hombre joven hacia los masajes, primero pase yo a que me consintieran, mientras Frank le mostraba el resto de las instalaciones, el sauna y la sala de interacción donde ya se encontraba un trio HMH, Juliana abrió sus ojos enormes al ver aquella excitante escena, también comento del olor a sexo tan notorio que embriagaba sus sentidos, después del masaje de ella buscábamos una sala para estar nosotros pero no había, así que tuvimos que pedirle la sala al masajista, por fin estábamos solos. Me acerque y comencé a besarla, ella muy receptiva se dejaba llevar, baje mi mano por su espalda hasta llegar a su rico trasero, mi lengua penetraba su boca y ella enloquecía, ella se tomo confianza y puso una mano en una de mis enormes tetas y con la otra me apretaba la cola, poco a poco la recosté en la cama, mientras bajaba por su cuello con leves mordiscos y chupones, llegue a sus tetas y sentí su agitada respiración, mientras en mi rodilla sentía su cuquita caliente y húmeda, chupaba sus ricas téticas mientras con una mano comencé a acariciar su clítoris, su vulva palpitaba, y su vientre tenia espasmos de placer, Frank de pie a nuestro lado miraba extasiado, nos acariciaba suavemente, con una mano en las tetas de Juliana y con la otra me masajeaba la cuca, pasaba su dedo de adelante hacia atrás y regresaba, eso me hacía mojar, metió sus dedos en mi vagina y mi cuerpo se contrajo con fuerza, mi culo en alto y ahora mi cabeza entre el sexo de Juliana, mi lengua acariciando y relamiendo sus labios vaginales, levanto mi ojos y veo como Juliana agarra con propiedad y poderío la verga de Frank, mientras que su boca se abría entre gemidos y deseos, casi suplicando por el miembro de nuestro amante, quien parecía castigarla negándole este placer, con una mano empuje la firme nalga de mi esposo mientras le hice una mirada de lujuria, pues yo también quería ver como ella le comía la verga a mi amante cómplice, por fin su recompensa por ser una buena perrita llegó, Juliana devoro ese falo como si se lo fueran a quitar, lo chupaba con fuerza como gata golosa, me encantaba la vista, mi esposo clavándole la boca y yo mamando su cuca mojada, mi arrechera era tan grande que no resistí y me arrodille frente a ella cruzando nuestras piernas en tijera, cabalgando esa vagina, entre la música, el olor a sexo y la humedad del ambiente nuestros cuerpos sudorosos, el sonido estimulante de nuestras vaginas chocando, ver a Frank retorciéndose por la mamada de Juliana que a estas alturas había perdido toda timidez y se entregaba sin limitaciones a la lujuria y la pasión, me sentía como en película porno, mas aun cuando note que teníamos público, pues a través de una pequeña ventana varias parejas excitadas miraban y se mordían los labios con el espectáculo.

Juliana me aparto un poco y me hizo una señal para que me acostara, ahora ella me devolvería la atención, obediente me acosté boca arriba y ahora ella se apodero de mis tetas, chupándolas y acariciándolas con ansiedad, con una mano le apretaba la cabeza mientras con la otra traía la verga de mi esposo a mi boca, se la mame con deseo, con gusto, mientras le apretaba ese rico culo que me encanta. Juliana llego a mi cuca empapada, la chupaba y la relamía como si fuera un helado, note como lo disfrutaba, como temblaba de placer al probar su primera vagina, como si no quisiera que ese momento terminara, fue tanto su placer que comenzó a mover su culo, a contonear sus caderas en clara señal de querer ser penetrada, mire a mi esposo y le mostré aquel culito al aire invitándolo, pero antes de decidirse fue Juliana quien le dio una palmada en la nalga tácitamente ordenando ser penetrada, sin dejar de acariciar la vulva mojada de Juliana, Frank se puso el condón, se ubicó detrás de aquel inmenso trasero con sus dos manos lo abrió y le dio una gran mamada desde la vagina hasta el agujero del culo, ante lo cual Juliana se estremeció pues nunca le habían dado un beso negro, entre asustada, sorprendida y luego excitada comenzó a mover su culo en círculos, buscando que la lengua de Frank llegara mas profundo, note su inmenso placer al mismo tiempo que el frenesí de sus mamada en mi cuca aumentaban, mire a mi esposo y con un guiño le ordene que la penetrara, ya no aguantábamos mas esa espera, las dos lo deseábamos, ella que la clavaran y yo ver a mi esposo en mi espectáculo favorito, verlo follando a otra. La empalaba una y otra vez al tiempo que la empujaba contra mi vulva, los tres acompasados, en un ritmo frenético, en una sinfonía de gemidos que culminaron con un grito ahogado primero de Frank, luego mío y por último de Juliana quien con su espalda arqueada se dejo caer sobre mi cuerpo, sobre mis tetas, descansando de aquella agotadora y excitante faena, disfrutando de aquel momento mágico.

Cuando volvimos en sí, poco a poco regresaron los sonidos del ambiente y vimos hacia la ventana ahora nuestro publico era diferente, dos policías miraban por la ventanita de la sala de fantasías y todo se puso en silencio, estaban haciendo una inspección de rutina en el bar, inmediatamente miramos a Juliana, pensamos que una situación así la asustaría, cual fue nuestra sorpresa al notar que reía divertida por la situación y nos decía, esto fue genial, tenemos que repetir.

No lo dudes, fue nuestra respuesta. Así que si tienen paciencia les contaremos de nuestro siguiente encuentro con esta lujuriosa y curiosa chica habida de deseo y aventuras.

Parejasexy2144

Somos pareja swinger

visitas: 2681
Categoria: Tríos
Fecha de Publicación: 2020-03-08 16:17:27
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4 Comentarios

Excelente y exitante relato. Nos encantó muy descriptivo y nos llevó a imaginara aquel delicioso y caliente momento. Felicitaciones

2020-04-16 12:44:33

super rico en esos bares sw se pasa super rico una muestra ,ese trio de ellas

2020-03-10 18:29:07

Excelente relato!!!! Qué delicia!!!

2020-03-10 13:30:37

uffff excitante

2020-03-09 20:42:35