Estaba en una cabaña en medio del bosque, era un lugar hermoso rodeado de árboles coloridos, una sala en la cual las paredes eran en vidrio con columnas de madera y una hermosa chimenea, en medio de la sala había un enorme sofacama de color negro con mantas de seda color rojo, yo estaba allí, tomando un descanso, alejada de todo, algo que me encantaba hacer de vez en cuando, ya eran al rededor de las 8 pm tomaba una copa de vino tinto y leia un libro de erotismo bastante explícito el cual me generaba un alto nivel de excitación, de repente alguien toca la puerta y se identifica como una mujer que vivía cerca al lugar y que yo conocía, la invite a pasar y le ofrecí una copa. Ya habíamos hablado en varias ocasiones y me parecía una mujer muy atractiva y amable, de estatura mediana, con una hermosa piel bronceada bastante sensual, textura delgada, caderas anchas de esas que provocan toda clase de pensamientos fetichistas, pechos medianos bastante llamativos se notaban sus pezones por encima del vestido ya que no traía sostén, sus labios voluptuosos y tentadores, cabello castaño oscuro sujetado en una cola de caballo y unos grandes ojos color miel. Me quedé mirándola y no se por que la imaginé cómo la protagonista del libro que leía minutos antes, charlamos muy agusto un buen rato. En un momento y sin que yo me lo esperase ella se me acerca y comienza a acariciar mi pierna y a acercar su rostro mientras dice que le parezco una mujer muy atractiva, que siempre me ha observado e imaginado cómo me veré desnuda, que con su esposo han tenido conversaciones morbosas y fantasías sexuales conmigo, les encanta mi figura esbelta, mi cabello negro, mis caderas voluptuosas y pechos tan deseables, me quedé sin saber que hacer pero a la vez me excita la idea de lo que ella me cuenta, en ese momento mete su mano dentro de mi ropa interior y comienza a masturbarme de una manera que no puedo resistirme, al contrario me acomodo para que pueda hacerlo mejor, introduce sus dedos y luego comienza a besar mi clítoris con una habilidad indescriptible...
Ella comienza a desnudarme lo cual no le tomo mucho tiempo ya que tenía una pequeña vatola de seda en color rojo a juego con las sabanas, (gustos qué tiene una) :) cuando me ve completamente desnuda dice: estas mejor de lo que hubiera podido imaginar! Se queda allí mirándome y tocando cada centímetro de mi piel, luego se quita el vestido que traía puesto y oh! sorpresa tampoco traía pantys; la observó atentamente mientras pienso por un breve segundo "Que rayos estoy haciendo" estaba sumergida en esta reflexión cuando ella se echa sobre mí y comienza a frotar su vagina que estaba más que húmeda y ni que hablar de la mía, haciendo que nuestros clítoris se pusieran erectos y el deseo nos envolviera de nuevo, cierro los ojos y nuevamente me abandono a ese placer; "ella sí que sabía dónde tenía que tocar"...
Pasamos así no sé cuánto tiempo, completamente extasiada abandonada a esa sensación que ella me estaba dando, de repente me mira y dice. Quieres que invitemos a mi esposo? yo me quedo pensando un momento y ella me dice que el solo quiere observarnos"....
Yo accedo y ella lo llama por teléfono y lo invita a venir a lo que el acepta encantado, mientras llega nosotras seguimos allí tocandonos explorando nuestros cuerpos, ella se sube arriba haciendo que nuestras vaginas queden en nuestras caras (69) y nos lamemos con vehemencia, usamos los dedos introduciendolos en las vaginas a la ves que nuestra lengua juega con el clítoris sintiendo algo indescriptible, ella lo hace primero y yo la imito para darle el mismo placer que me hace sentir, hasta que llega el hombre, toca la puerta y ella sale a su encuentro, yo lo miro y me parece muy atractivo, saluda muy educadamente, dedicandome una mirada o mejor dicho haciéndome un scaner completo, al terminar se muerdio el labio un gesto que me pareció muy sexy en él, y por lo cual le sonrió, llevaba una botella de vino tinto de buena marca y algo para comer, entró y se dirigió la la cocina, busco el sacacorchos, abrió la botella, procedio a servir una copa para cada uno y tomo aciento en un sillón frente al sofacama dónde nos encontrábamos nosotras completamente desnudas, tomamos el vino y luego de varias copas comenzamos a besarnos nuevamente yo la tocaba y besaba sus pechos, tocaba su vagina que estaba muy caliente, ella hacía movimientos buscando qué introdujera mis dedos y eso hice le metí casi toda la mano y ella se retorcía de placer, nos rosabamos el cuerpo con un nivel de excitación parecido a estar bajo los efectos de la mariguana, no sé si lo han hecho pero es delicioso!
De pronto el hombre se acerca......
Yo me quedo mirándolo y noto que estaba bastante excitado con una enorme erección, el nos miraba y acariciaba su pene por encima de la ropa; traía una maleta de la cual saco varios juguetes sexuales y le indico a su esposa cuales quería que usaramos, ella me miro como preguntando si estaba de acuerdo y yo le dí mi aceptación, "un arnés, un acostumbrador anal, aceite para masajes, un vibrador para clítoris, pinzas para pezones, y una venda para los ojos". El hombre dejo las cosas y tomo nuevamente su posición en el sillón pero antes se despojo de toda su ropa, yo me quedé observando su cuerpo tan tonificado, era notorio que le gustaba cuidarlo, y ni hablar de su pene, no era muy largo pero si bastante grueso, tomó asiento y comenzó a tocarse mientras nos miraba con morbo y una sonrisita malvada......
Retomamos los juegos y ella se puso un arnés y comenzó a penetrarme con una habilidad que me hizo tener un orgasmo en menos de un minuto, luego cambiamos de posición pero ella quería una doble penetración para lo que invito a su esposo a participar, yo quedé abajo y el se posicionó arriba para penetrar su ano, esa mujer gritaba de placer, parecía disfrutarlo muchísimo, así que desidí que también quería hacerlo; aunque con un poco de temor ya que nunca lo había hecho.
Comenzamos con un lubricante anal y luego un acostumbrador para dilatar; al principio dolió un poco pero luego me relaje y se sentía cada vez más rico, acordamos que primero ella me pentraria con el arnés que tenía un dildo más delgado así que él se hizo debajo y yo me subí en su pene grueso y al introducirlo en mi vagina sentía que se estremecía todo mi cuerpo, seguidamente ella se hace atrás mío y comienza a meter el consolador lentamente, una vez estando con los dos penes adentro comienzo a moverme y la sensación se incrementaba cada vez más y más, era tan placentero que no quería que terminara nunca, hubo un momento en el que ya no pensaba solo disfrutaba, perdí la noción del tiempo entre orgasmo y orgasmo hasta quedar rendida y caer en un sueño profundo.
Al despertar ya se habían ido pero dejaron una nota: "La pasamos de maravilla, eres una mujer hermosa y muy sensual "Si quieres repetir ya sabes dónde encontrarnos".
Me sonroje al recordar lo que pasó, pero luego pensé: hay que hacerlo otra vez!.
