Me encuentro desconcertada caminando por los pasillos de aquella clínica hasta que al fin llego a la sala de espera,  me siento y espero escuchar mi nombre,he imaginado encontrar al tipico viejo doctor decrépito y aburrido que solía escucharme hace unas semanas. Es realmente abrumador estar aquí, se que no necesito de esto, pero mi esposo me ha convencido de hacerlo y tiene razón, seguramente he de continuar con ello.          Al fin he escuchado mi nombre, me dirijo hacia el consultorio número 69 y pienso en lo extraño que es encontrar aquel numero, parece subliminal, sin embargo sin darle mayor importancia doy unos pasos hacia adelante y sigo. -- Tome asiento señorita Andrea. Me he quedado anonadada, pero procuro ser cautelosa y fingir que en nada me ha impactado el aspecto de aquel hombre(tiene una apariencia muy varonil, es alto, moreno y detallo que sus manos son grandes aunque muy cultas). Llevo mi cabeza gacha y espero las típicas preguntas que un psicólogo haría a su paciente, sin embargo me exalta cuando escucho: Srta Andrea, puede estar tranquila, su esposo y yo somos amigos desde la infancia y el me ha contactado para que iniciemos la terapia. Tengo su historial clínico por lo que lo he estudiado muy bien y se que hemos de comenzar lo mas pronto. Esto es realmente muy contrario a lo que esperaba, siento las pulsaciones aceleradas unas gotas de sudor se asoman inoportunamente en mis pechos. Advierto que hay un extraña cortina con tela de delantal médico que me acusa curiosidad. -- Mi nombre es German, quiero que entres en total confianza, se que algunas cosas te parecerán perturbantes a lo largo de la sesión,  pero tú y tu actitud me da entender que quieres cooperar.Tendremos dos horas y eso es un buen inicio.                                                                        Ahora yo estoy sentada ahí mirándolo y escuchándolo fijamente. Me excita sobremanera que sea tan varonil, pero aún más que sea el amigo de mi esposo. -- Se ha puesto de pie frente a mi y me ha hecho entender que comprendía mi situación, que el deseo de tener varias parejas sexuales se debía más a una condición natural del ser humano...-- Qué? No puedo creer lo que estoy escuchando, ser ninfómana casi ha destruido mi relación con Daniel pero... Noto como se abulta lentamente su pantalón de dril frente a mi cara. -- No hay nada de malo en ello, en esto consiste la terapia: dejaras caer todos tus miedos y cederás a ellos una vez mas, no quiero que te reprimas. Toma mi mano y la lleva hacia su entrepierna, yo apenas logro asentir y noto como me empiezo a humedecer. Desabrochó el cinturón y deslizo la cremallera hacia abajo para poder palpar lo grueso de su miembro. Te gusta srta? Yo me muerdo el interior de  mi labio. En mis manos y con una fuerte erección empiezo a olerlo de arriba a abajo, lo suavizó con mis labios y mojo en saliva todo su pene. He comenzado a hacerle un rico oral y el ha arrecostado su trasero en la mesa de escritorio. Muevo un poco la silla y me coloco de rodillas, está realmente excitado, gime un poco pero aprieta su mandíbula con fuerza para no hacer ruido. Toma mis manos y me ha llevado encima del escritorio, roza mi mentón con su pulgar y comienza a bajar entre los pechos. Roza mi pezón con su dedos y yo me estremezco. Besa mi labios, cuello y se detiene para besar mi pezón y luego el otro, se han puesto rígidos y sensibles, --Tienes unas hermosas tetas, dice German; yo estoy ahí con la boca casi abierta sin pensar en más,  acaricia mis muslos y levanta mi vestido de un modo salvaje que me quita el aliento. Palpa primero con sus dedos, con movimientos punzantes toca mi clítoris y mira mi rostro. Yo le pido que siga. Baja un poco su rostro y huele mi interior. --- Huele muy bien, dice. Yo tomo su cabeza con mis manos y me balanceo rítmicamente invitándolo a hacerlo. El se ha dejado llevar y coloca su lengua húmeda en mi vagina, la comienza a lamer y siento como inspira mi olor, introduce un dedo dentro de mi y luego otro, a la vez acaricia con sus dedos húmedos la punta de mi pezón. Me retuerzo de excitación, estoy agitada y me muevo como la típica perra que he sido, mis fluidos comienzan a deslizarse y el los retiene con su boca, me encanta la sensación, subo mas y mas al ritmo de su lengua hasta estallar en un delicioso orgasmo. Ahhh!! No puedo evitar gemir. El coloca una mano en mi boca y la aprieta. Ahora lo beso y lo miro profundamente. --Andrea, tengo una sorpresa para ti, pero quiero que te lo tomes bien, forma parte de la terapia. Mi mente está nublada, producto del reciente orgasmo. -- Si.. cuál es ? Y depronto abre la cortina que desde el comienzo me causo intriga. Doy un salto y no es para menos, detrás está mi esposo Daniel con el cierre de su cremallera abierto y muy acalorado. -- Tranquila mi amor, quiero que sigan, quiero verte disfrutar, salta sobre su polla como te gusta y si quieres que yo esté ... 

No lo podía creer, era mi mayor fantasía, me acerqué a mi esposo y lo bese con pasión desabrochando su pantalon. --- Disfrútalo Daniel!, dije, y me empotre de golpe encima de la verga de Germán, de espaldas cabalgaba y me movía al ritmo que mi esposo se masturbaba, yo lo miraba todo el tiempo, no podía apartar la mirada de el, para elevar mi placer al máximo yo misma manoseaba mis senos, a él le encanta ver cómo lo hago. Llamé con los dedos a Daniel y lo baje a mis rodillas.  El obedeció cuál sirviente. Yo seguía encima de la polla de German, mi esposo empezó a besar mi entrepierna y luego bebía los fluidos que su amigo me había causado, fue delicioso ver cómo lo hacía. Me deslicé hacia arriba sacando con suavidad su rica verga dentro de mi y le besé los labios, mi esposo me ha cogido de espaldas y arrodillandome en el piso, abre mis nalgas y comienza a besar mi culo, German se pone delante de mi y yo vuelvo a besar su pene que ahora sabe a mi.-- Qué rica estas mi amor! Dice mi esposo y German me incita:-- Chupa mi polla Andrea, hazlo por ti y por tu esposo. Y yo me enciendo con más deseo. Ahh.. ahhh no puedo parar de gemir silenciosamente, sus palabras me enloquecen. Me siento muy lujuriosa y decido que mi esposo me coja por el culo. Un poco adolorida pero con más ganas,deslizo a German por mi cuerpo para que folle mi estrecha vagina. Se ha vuelto apretada y esto me causa más placer. Los tengo a los dos, mi esposo y mi fantasía de doctor dándome placer. Recibiendo la lujuria y el deseo de dos hombres que me follan sin parar. A un ritmo muy agitado los dos me dan como a una auténtica zorra, no he podido más de placer me he corrido muy deliciosamente y he gemido hasta quedar en blanco por unos segundos. Desciendo y los veo a los dos, deleitándose en mi cuerpo, aprecian mi figura unos segundos. Ellos aun no han terminado. Se colocan de pie, yo me arrodilló y beso sus grandes vergas, beso y halo hasta que los dos se vienen casi al tiempo y a chorros en mi boca. Ha de ser mucho porque ha caído en mis pechos, pero intenté saborearlo todo y beber la leche de mi cornudo esposo y mi recién conocido y amigo psicólogo.

Este es mi relato, espero les guste y se hayan mojado tanto como yo al escribirlo.