que mi esposa me ponga los cuernos es algo que me apasiona, me excita demasiado.

el fin de semana pasado, más exactamente el sábado, Dayana, una buena amiga de mi esposa con la que algunas veces han salido a rumbear, la invitó a su casa para la celebración del cumpleaños de Gustavo, su esposo, la fiesta transcurrió normal, el cumpleañero termino a eso de las 2 de la mañana en una borrachera tal, que entre mi esposa, Dayana y yo tuvimos que llevarlo a la cama, los pocos invitados que aun quedaban al momento se despidieron, ellas estaban también bastante entonaditas y muy eufóricas, al acostarlo, mi esposa Sofía no pudo evitar notar el bulto entre las piernas de él y le dijo a Dayana, oye tu marido como que esta arrecho no?, ella sonrió y respondió, no, es que él es cargadito, en ese momento Dayana acaricio ese bulto muy lujuriosamente, Sofía sorprendida, mordió sus labios al ver la mano de su amiga acariciándole la verga a Gustavo, entonces sin decir nada, Dayana tomo una mano de Sofía y la puso en el bulto de Gustavo presionándola con fuerza y haciendo que se lo frotara, sin duda mi esposa aunque sorprendida, estaba encantada haciendo eso, mi bulto apenas si se nota y ese era bien grande, entonces Dayana bajó la cremallera del jean de él y dijo, ven te la presento, sacó esa vergota que aunque dormida, lucía gruesa y de unos 15 cm, comenzó a chuparla mientras la masturbaba, Sofía estaba perpleja, sus ojos no se apartaban de la boca de su amiga que no dejaba de mirarla a los ojos llena de lujuria, habían pasado unos minutos, cuando Dayana saco de su boca esa verga que parecía estar creciendo y le dijo a mi esposa, ven chúpasela, Sofía sorprendida dijo, no, como se te ocurre, a lo que ella respondió, ay Sofi, te conozco, estas que te mueres de ganas por mamársela, dale…., unos segundos después, mi esposa le daba una desaforada mamada al marido de su amiga, poco después, las dos se la chupaban al tiempo, entonces Dayana le dijo a Sofía, sabe rico verdad?, a lo que ella contestó, huy si muy rico, en un momento que las dos chupaban la cabeza de esa verga, Dayana sorpresivamente le dijo a mi esposa, ahora prueba su sabor aquí y en ese momento la beso apasionadamente, mi esposa se separó y le dijo, oye eres una loca, a lo que Dayana respondió, si, pero te encanta o no…un suspiro profundo salió de la boca de mi esposa, entonces las dos volvieron a chupar esa verga que ya lucia mas grande, ambas estaban muy agitadas en su faena oral, de repente Sofía dijo, huy está haciendo mucho calor, soltó un par de botones de su blusa y en ese momento, Dayana le dijo, eso que, quítatela toda y la desabotonó por completo dejando en brasier a Sofía que seguía de sobresalto en sobresalto, su amiga era toda una caja de sorpresas, entonces ella también se desnudo el torso pero por completodejando al descubierto unas teticas que aunque pequeñas eran bien lindas, entonces comenzó a frotarlas contra la verga de su marido mientras mirabaa Sofía, que no salía de su asombro por ver lo descocada que era su amiga, entonces Dayana le dijo, quítate ese brasier y haces lo mismo, se siente muy rico, mi esposa un poco desconcertada, terminó haciéndole caso, a ella le fascinaba sentir una buena verga entre sus tetas y esta le encantaba, entonces Dayana acercándose a Sofía le dijo, te gustaría sentirla adentro?, de nuevo mi esposa sorprendida respondió, oye no seas tan loca, ella replicó, te juro que se siente divina, entonces retirando a Sofía un poco, Dayana le bajó el jean a Gustavo hasta las rodillas, ahí sí que se pudo apreciar el tamaño de su verga, entonces Dayana dijo, chúpasela duro para que se ponga bien parada, en ese momento, ella se desnudo por completo, se arrodilló muy cerquita de mi esposa mientras acariciaba su vagina que al igual que mi esposa, la tenía impecablemente rasurada, entonces dijo, huy no joda, estoy muy arrecha, en ese momento, introdujo un par de dedos en su vagina y los movió con fuerza, al sacarlos estaban empapados con sus jugos, entonces sorpresivamente, tomó del cabello a mi esposa y la retiró de la verga de él, le metió los dedos en su boca diciéndole, mira como estoy, al instante se montó sobre Gustavo y sin más, colocó la cabeza de su verga en su vagina y comenzó a cabalgarla como loca, luego dijo a Sofía, quítate esa ropa y ven a probar esta delicia, a esas alturas ya mi esposa no se sorprendía por nada, se desnudó y unos minutos después estaba cabalgando esa formidable verga mientras gemía como poseída, entonces Dayana se colocó atrás de ella y comenzó a frotar sus hombros muy suavemente, le susurró al oído, te gusta la verga de mi marido?, ella respondió quedamente entre gemidos, huy siiii, está muy riicaaaa, entonces muy sutilmente, Dayana comenzó a deslizar sus manos por la espalda de Sofía hasta llegar a sus caderas, allí la empujó con fuerza para que se tragara toda esa vergota que la estaba llevando al cielo del placer sexual, los gemidos de mi esposa eran fuertes y profundos, estaba tremendamente excitada, el cuerpo de Dayana estaba muy pegado al de mi esposa, de repente, las manos de Dayana se deslizaron hasta los muslos de Sofía acariciándolos muy suavemente, mi esposa cerró los ojos y se dejó llevar por el inmenso placer que estaba sintiendo, entonces Dayana hizo algo que fue la cúspide de sus locuras, su mano derecha se posó en la vagina de mi esposa, frotando con firmeza su clítoris mientras la otra mano la llevo a sus teticas acariciándolas y frotando sus pezones muy eróticamente con los dedos, sus cuerpos estaban totalmente pegados y moviéndose al unísono arriba y abajo, Sofía podía sentir en sus nalgas, el calor intenso y la humedad de la vagina de Dayana, que no paraba de besar su cuello y lamer sus orejas, la excitación de ambas era suprema, gemían como locas, extasiadas en ese maravilloso momento sexual, pasaron unos minutos y Dayana le dijo a mi esposa, déjame montar un poquito, entonces Sofía se retiro y Dayana se sentó en esa verga devorándola con una intensidad desaforada, las dos seguían muy unidas, Dayana frotaba intensamente la vagina empapada de mi esposa, entonces le dijo, voltéate, Sofía lo hizo y le preguntó, que vas a hacer, sin responder nada, Dayana la abrazó con fuerza y la beso apasionadamente, mi esposa ya no se resistió y abrazándola por el cuello, respondió muy efusivamente ese beso mientras seguía el movimiento del cuerpo de su amiga, era demasiado excitante verlas devorarse como fieras en celo, de nuevo, una mano de Dayana se apodero da la vagina de mi esposa, frotándola con lujuria desmedida, las dos estaban en un éxtasis supremo, pocos minutos pasaron y como si lo hubieran acordado, Dayana explotó en un frenético orgasmo que la hacía estremecer como loca, unos segundos después, Sofía descargaba toda su energía sexual en un final desenfrenado, las dos temblaban y gemían sin control, entonces Dayana empujó a mi esposa cayendo las dos sobre la cama, de inmediato se ubico sobre ella haciendo un 69, sus bocas se adueñaron de la vagina de cada una haciéndose un oral frenético, increíblemente, unos minutos después, las dos tuvieron otro orgasmo tal vez más intenso que el anterior, minutos después, completamente exhaustas, se tiraron bocarriba tratando de recuperar el aliento, Gustavo yacía con su verga aun erecta, Dayana le subió el jean no sin antes darle con su amiga una última chupadita, ya en calma, Dayana nos preparó un tinto y luego de eso, no fuimos a casa con una extraña sensación por todo lo ocurrido, pero con una dosis de placer y morbo, que sin duda invitabaa repetir esa experiencia pero ya con Gustavo despierto, al menos era lo que mi esposa y yo deseábamos.