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Una duda sin respuesta

Desde tiempo atrás tengo una curiosidad ¿será que a mi también me gustaría ser penetrado? Por muchos años he disfrutado haciendo lo contrario. Incluso por varios años tuve un par de amigas a las que les encantaba que les diera por el culo... de hecho lo preferían... yo les daba gusto y también lo disfrutaba bastante. 

Aunque en esa época también sentía cierta atracción por los chicos, por mucho tiempo me limité solo ocasionalmente a buscar algún chico de la calle para darle unos pesos a cambio de una mamada... nada de sexo anal... Aunque por pura curiosidad si lo intenté un par de veces, pero eran culos tan cerrados que no pude por mas que bregué... la cosa es que yo no sabia nada en ese entonces sobre lubricantes ni dilatadores. Años después, cuando finalmente lo hice, ya tenía un problema de eyaculación precoz que me impedía tener penetraciones prolongadas. 

Un cálido recuerdo que guardo de esa época es el de Kevin, un amigo que tuve en Bogotá. Él era un chico barranquillero de unos 19 años, con bonito cuerpo delgado de tez canela, amable y complaciente. Cuando estaba en Bogotá nos veíamos con frecuencia y pasábamos buenos ratos de sexo. Recuerdo que le pedía que me pusiera un tapón anal mientras me mamaba la verga... lo que incrementaba de forma increíble la sensación. También recuerdo con nostalgia los ratos cuando lo tenía acostado encima de mi, frotando mi verga con su vientre. Yo lo abrazaba y levantaba las piernas mientras él me frotaba el culo con su pene erecto... era delicioso. Eso para no hablar del placer que me daba sentir el peso de su cuerpo encima del mío. Me excitaba tanto que a ratos le pedía que parara para no venirme antes de tiempo... otro indicio para pensarlo.

Él hubiera querido que yo lo penetrara, pero mi temor a la eyaculación prematura era excesivo. De hecho, solo lo penetré una vez, pero fue sin querer y por poco tiempo. Fue un día, cuando en medio de nuestras cosas estaba yo sentado en el borde de la cama con la verga erecta, y de repente, sin previo aviso, Kevin se sentó en mi regazo y se empaló en mi verga. Tengo un vívido recuerdo de ese momento y creo que Kevin lo hizo de gana y gusto para ver cual era mi reacción. De hecho, al no haber excitación previa, no hubo ninguna eyaculación y es de presumir que fue algo agradable...

Volviendo al interrogante del comienzo, Kevin tenía una verga normal, ni larga ni gruesa y recuerdo que en uno de nuestros encuentros le pedí que se pusiera un condón, me lubricara bien el culo y tratara de penetrarme... nunca antes se lo había pedido a nadie, pero yo confiaba en el chico... levanté las piernas y él me sacó el tapón anal y empezó a meterme la punta, pero el dolor me pudo. Después pensé que quizá habría sido posible con mas dilatación previa y paciencia, pero nunca se dio. Al poco tiempo Kevin tuvo que viajar a la Costa y nunca nos volvimos a ver. Esa fue la única vez que lo intenté y fue un fracaso total. Supongo que nunca lo sabré y, como dice el dicho, moriré sentado en el tesoro.

Aunque la mayoría de mis relatos son solo producto de mi imaginación, en algunos de ellos hay fragmentos, por cierto muy adornados, de mis recuerdos personales. Sin embargo este y otros dos o tres, son recuerdos reales de mis vivencias y también de mis dudas en lo que al sexo se refiere.

Prudencio

Soy hombre bisexual

visitas: 1699
Categoria: Bisexuales
Fecha de Publicación: 2020-06-03 02:19:23
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1 Comentario

La misma curiosidad tengo, tal cual como lo describes me a pasado, algo así de roce tuve alguna vez con un primo, se sintió bien, rico, ya luego me acosté boca abajo para que el me rosara y disfrutar ambos, pero me punteo de una, fue un dolor pero no hubo penetracion, hasta ahí llego todo. Esperar si alguna vez se da esa oportunidad y que sea todo bien, como quien dice todo bonito.

2020-06-04 05:49:29