(Para llevar el hilo del tema por favor leer el relato anterior)

Hola David 

(Silvia) estuve muy pendien del relato que publicaste y los comentarios me ayudaron mucho, así que tome la decisión de contarle a mi esposo...

Todo comenzó en el antepenultimo puente festivo, para ser mas precisos el 22 de junio de este año, junto a mi esposo salimos a tomar con unos amigos suyos en la casa de un compañero de el, en una azotea es tiempo de calorcito así que lleve puesto un leggins y un pollito normal, nada mostron, llegamos allá y nos recibieron con cerveza en mano y empezamos desde temprano a tomar, tenían preparado un asado y como es de saber las esposas somos las que preparamos y dobamos la carne, yo me hice con todas ellas y les colaboraba en lo que podía, al terminar de dobar la carne me senté junto a mi mi esposo y el se acercó y me dice.

– que hilo más delicioso el que llevas puesto hoy.

Yo me quedé pasmada pues no me había cambiado delante el.

– ¿ Cómo sabes que llevo hilo ?

– cuando te inclinas el pantalón que llevas se vuelve traslúcido, se te ve perfectamente las nalgas y el hilo.

Yo apenada le digo.

– uy qué pena amor, no sabía que se viera de esa manera, prestame las llaves del carro y voy y me cambio.

– no pasa nada amor, no es tu culpa, pero te vez bien rica.

– como que no pasa nada, que van a pensar tus amigos, y sus esposas, me da pena.

– no seas tontica, estás con tu esposo, casi todos esos pantalones se ven así,  así que no te preocupes y de lo contrario, me estás provocando y ahora me desquitó.

– jajajaja bobo, UD lo que quiere es que sus amigos me morboseen para luego calentarse... Cómo si no lo conociera.

– jajajaja bueno, ya me conoces, y por ello te amo.

Seguimos tomando y comiendo del asado, yo me inclinaba de vez en cuando sin prestar atención si veían o no.

Terminamos el asado y yo estaba ya mareada así que nos fuimos para la casa y estando allá sentía ya la lengua suelta, quería comentarle lo que había pasado con mi padrastro pero no encontraba el momento, mi hijo ya con 5 años estaba donde mis padres así que la casa estaba sola para nosotros, quería platicarle de mi pecado moral y estar más tranquila pero ya encontraré el momento.

Fuimos a nuestra alcoba el se rescosto en la cama, igual también venía tomado, yo empecé a desvestirme y el solo me miraba.

– uufff mamasita, cómo esta de rica, ese hilo se le ve delicioso.

– no te creo, pero si me lo dice alguno de tus compañeros si creeré que tengo algo lindo.

– mi amor, cualquiera de ellos me apoyarán en lo que digo, ¿te gustó alguno?

– en realidad ninguno se merecen mis nalgas, todos son muy contemporáneos a tu edad, sería como estar contigo.

– a si? Entonces como sería su tipo de hombre que pudiera hablar de tus nalgas, piensas en alguien? Alguien mayor? Algún pelado de por acá? Quien?

– jajajaja no hay nadie bobo, pero si lo hubiera no te lo diría así no más, sufre! 

– jajaja bueno, ya adivinare.

En ese momento me fui a tomar una ducha para sacarme ese olor a carbón y cerveza, a lo que llegue a la cama me recosté junto a el, él y me empezó a molestar tocando mis senos, besarlos, tocar mi vagina mientras seguía besando mis senos, me estaba calentando sentía como me mojaba, sentía delicioso... Uufff

El empezó a besarme todo el cuerpo, mi abdomen, mis piernas hasta que llegó a mi vagina, su lengua empezó urgar mi vagina, la pasaba tan delicioso, ya me tenía en sus manos, yo lo tomaba de sus cabellos mientras me lamía, sus manos apretaban mis tetas, uuufff que delicia cuando me soltó una de mis tetas y me introdujo un dedo mientras lamía mi clítoris... Que sensación.

– quieres que continúe amor?

– si amor no te detengas.

– entonces dime un nombre.

Yo sabía a lo que se refería, pero no sabía a quién inventarse entonces entre los espasmos que me producía le iba a decir un nombre que el distinguiera 

– a don Jorge.

– cuál jorge? 

– don Jorge el de la carnicería.

– mmmm quieres un veterano, 

– si, el me piropea, me dice cosas, pero no te molestes que no le prestó atención, pero no te detengas... Sigue lamiendomela...

– tranquila mi amor, en este momento serás la puta de Jorge, tienes mi autorización para imaginartelo como te coge...

Eran mentiras, en quien en realidad me imaginaba era Toño, mi padrastro, el seguía lamiendo mi vagina y yo recordando lo que pasó con mi padrastro en diciembre, estaba exitadisima ya sentía que me iba a venir, su dedo me urgaba toda mi vagina mientras su lengua jugaba con mi clítoris, que delicioso momento hasta que llegue, mis piernas perdían fuerza y el no se detenía, que ricoooo..

– uuufff que rico mi amor, se nota que te imaginaste algo delicioso, si te gustó?

– si amor, me encantó.

Lo bese y nos dormimos, ya en la noche el me preguntaba con intensidad que le contará lo que me imaginé y por obvias razones le inventé algo como para que se calmara, ya tarde me metí a leer los comentarios del relato y pues estaba más que decidida a contarle, así que planie un viaje a la finca donde mis padres para el puente del 29 de junio, le comenté a mi esposo que quería ir a visitar de nuevo a mis padres y el acepto, alistamos maletas y nos dispusimos a realizar el viaje hacia la finca, ya llegando a la casa nos recibe mi madre muy feliz de vernos, abrazo a mi hijo y saludaron a mi esposo, yo contenta de estar allá no se me pasaba nada por la cabeza, solo disfrutar con mis padres, mi esposo y mi hijo de esas vacaciones.

Ya cerca de las 3 de la tarde llego Toño, con su pinta de jornalero, sus botas plásticas y su machete en la cintura.

– hola familia, pero que sorpresa, porque no avisaron que venían, les hubiera preparado algo.

Mi esposo:

– cómo esta don Antonio, no se preocupe, que llegamos bien.

– no, a las visitas se le atienden bien, espera voy a la tienda a traer algo.

Yo escuchando le dije a mi esposo que lo acompañará, no vaya y se encuentre a Helena pensé,

– ya escucho don Antonio, vamos en el carro?

– no mijo, es aquí no mas.

– bueno pues, vamos.

Yo contenta con mi madre hablamos y hablamos, mi hijo contento jugaba por toda la hacienda, yo le preguntaba cómo estaba con Toño, y ella me dijo que muy bien, que había cambiado mucho, que llegaba temprano y le ayudaba con las cosas de la casa. Y le dije tal vez la edad, 

– si mija, tal vez.

– ya cuántos años tiene Toño mamá.

– ya va por los 66 años amor.

– ya está viejo mi padrastro, jajaja pero es muy atento.

– si, el siempre es así con las visitas., Y ahora más aún que es familia.

Me alegraba ver a mi madre feliz. En eso llega mi esposo y Toño y traen una canasta de cerveza y mercado para nuestra estadía... Esa noche tomamos, bailamos, la pasamos bien rico, hace rato no disfrutaba así, Toño era todo respetuoso no me dió ninguna señal de lo que habíamos vivido y eso me gustó de su madurez, mi esposo se fue al baño y le pregunté a Toño..

– Toño, dime la verdad, has visto de nuevo a helena.?

– no hija, ni como, ya que te di mi palabra. Y en eso sí soy serio.

– me alegra Toño, bien por ustedes.

– gracias hija, por todo, todo, todo.

Yo solté una pequeña sonrisa sabiendo a qué se refería. No le dije nada porque no quería tocar el tema, llegó mi esposo y tomamos otro rato antes de acostarnos, nos habían preparado la misma alcoba de siempre, la del fondo, la más lejana, ya nos disponíamos a dormir y mi esposo empezó con su toqueteo, 

– amor, no que me calientas y mis padres nos escucharán.

– mmm pero amor, es que tú sabes que cuando tomo se me sale el actor porno.

– jajajaja pero no acá, me da pena que nos escuchen, si tienes muchas ganas te la chupo un rato.

– bueno amor, está bien, pero con una condición.

– jajaja ya que se le ocurrió? Cuál?

– que me llames Jorge mientras lo haces.

– jajajaja ok. Pero murmurando, no quiero que nos escuchen.

– ok amor.

– hola don Jorge, cómo esta, pasaba por acá para recoger una carne q mi esposo me dejó,

– si claro vecina, si gusta pase atrás en una bolsa negra está.

– ok don Jorge.

– uy vecina, hace rato la quería tener acá, mire como me pone la verga.

– uy don Jorge, guarde eso, soy una mujer casada.

– no importa vecina, hace rato se la quería enseñar, 

– no don Jorge, no soy ese tipo de mujeres que UD cree.

– yo lo sé vecina, solo toquela tantito y la guardo y no paso nada.

– bueno don Jorge, pero no le diga a nadie.

– dale vecina.

Empecé acariciarle el pene a mi esposo, lo masturbaba lentamente asumiendo bien mi papel.

– ya don Jorge, me voy

– solo una cosa más vecina, dígame qué es mas grande que la de su esposo.

– si don Jorge es más grande y más gruesa.

– ven vecina, agáchate y chúpamela.

– pero don jor...

Mi esposo me tomo de la cabeza y me metió su pene, yo se lo chupaba lo mejor que podía, la sacaba y lo masturbaba y la volvía a meter en mi boca.

– que rico vecina, no se detenga, 

– mmmm don Jorge, que pene mas rico que ud tiene.

– si mi putica, disfrútalo, sácale todo el líquido que hace rato la deseaba.

– mmmmm rico, casi no me cabe en la boca don Jorge.

– sigue putica, es toda tuya.

Le hacía un sexo oral a mi esposo bien rico, le lamía sus testículos y la volvía a meter a la boca.

– no te detengas mi putica, quiero que los recibas en la boca, esa misma boca con la que besas a tu esposo, ricoooo

– si don Jorge, dámela, dámela.

En eso mi esposo empieza a eyacular y yo como puedo voy recibiendo y pasandomelas lo mejor que pueda, al terminar de eyacular mi esposo le cogí el pene y se lo deje bien limpio, nos acostamos a descansar, ya el otro día sin planear va ser diferente

Continuará....

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