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Caritas que engañan

Él era de esos hombres que aparentemente no matan una mosca... Dedicado a su trabajo, inteligente, éxitoso y nada coqueto, de esos que no se dan cuenta de pequeños detalles (al menos esa era mi percepción de él hasta esa noche)... Me atraía mucho y no por su apariencia, no es el más atlético y mucho menos un modelo de revista pero tiene su encanto.

Era un compañero de trabajo, estábamos en otra ciudad con un grupo de compañeros por cuestiones laborales; esa noche salimos a comer todos y nos tomamos unos vinitos, en general todo transcurrió muy normal... Cuando llegamos al hotel por alguna razón nos quedamos solos él y yo hablando de cualquier cosa, estabamos en medio de la conversación cuando lo llamó la esposa, para mí sorpresa le dijo que ya estaba en la habitación y que se iba a dormir...

Ahí empecé a comprender que está conversación iba a terminar en algo más y si.. terminó en la habitación... pero mía!

Confieso que durante la noche de una manera muy sutil me le había insinuado un poco aunque procurando no ser muy evidente para no despertar sospechas entre nuestros compañeros de trabajo. Después de hablar con la esposa me acompañó al cuarto (para mí ya tenía sus oscuras intensiones también) y en lugar de despedirse me metió a la habitación.

De golpe cerró la puerta y empezamos a besarnos con muchas ganas, me llevó hacía la cama y me puso boca abajo... Para nuestra suerte y gusto yo tenía uno de esos vestiditos de tela muy delgadita propios para tierra caliente, un panty pequeñito y por las características del vestido no llevaba brasier entonces creo que pudo notar en un par de ocasiones como mis pezones se erizaban al tenerlo muy cerca...

Ya ahí en la cama, boca abajo metió su mano entre mis piernas e hizo a un lado el panty, me masturbó fuerte, de hecho muy fuerte pero provocaba en mi un placer delicioso, introducía sus dedos con fuerza y los movía dentro de un modo tal que sentía como si estuviera acariciando mi clítoris desde adentro...

De un solo envión giró mi cuerpo para dejarlo boca arriba y ahí perdí mi vestido (del que sólo me quedó el recuerdo y la mentira de haberlo olvidado en el hotel), este quedó enrollado debajo de mi y poco le importó, lo rompio y me puso en una orilla de la cama, esta vez con delicadeza pero con contundencia me quito el panty y dejo que su boca siguiera haciendo el trabajo que habían iniciado sus dedos, su lengua recorría cada milímetro de mi vagina muy húmeda, se detenía en puntos exactos dónde me había estremecer de placer, parecía conocerme de siempre o haber analizado al detalle mi anatomía, lamía, besaba y chupaba con tal destreza que era imposible no emitir gemidos de placer... Mientras su lengua me enloquecia con sus dedos jugaba delicioso en mi culo, lo estimulaba y lo preparaba para lo que vendría después...

Estuve a punto de venirme un par de veces en su boca pero se detenía en el momento justo y me dejaba ahí, al borde de la locura pidiéndole que no se detuviera, que dejara de torturarme... En lugar de hacerlo, me levantó de la cama y me pidió que le hiciera sexo oral, desplazo mi cuerpo hasta su entrepierna y sus manos tomaron mi cabeza para guiar el ritmo de mis movimientos, con todo el deseo que sentía por él introduje su pene duro, erecto, caliente y absolutamente húmedo en mi boca, deje que mi lengua jugará con su glande, lo disfruté desde la cabeza hasta la base, había deseado tenerlo para mí hacia mucho tiempo y estaba ahí... yo chupaba y lamía su pene, sus testículos y su periné mientras él me cogía súper duro del cabello y me daba nalgadas sin misericordia, sentía como descargaba su mano con fuerza en mis nalgas y luego las acariciaba como antesala a la siguiente nalgada que podía ser más fuerte pero se sentía como una descarga de adrenalina en mi interior, aumentaba mi deseo y por consiguiente mi humedad.

Creo que sintió que no podía más porque me levantó y me arrojo nuevamente a la cama para penetrarme boca arriba, me dejó otra vez en una orilla de la cama y puso su mano en mi cuello de modo que sentía perder el aire, me dió pellizcos, mordidas y apretones mientras me penetraba duro, sentía que podía partir mi pelvis cada vez que empujaba su miembro dentro de mi... El placer era absoluto. 

Finalmente, me dijo que había fantaseado mucha veces con mi cielo y que quería terminar en 4 a lo que yo accedí gustosa (la vanidad hizo también su trabajo... Si ver mi culo lo enloquecía, quería que se quedara con una imagen en su cabeza que nunca pudiera olvidar), me puse en 4 y levanté el culo tanto como pude para que pudiera verlo en su máximo esplendor, me penetró nuevamente y empezamos a movernos al compás, de nuevo sus dedos estaban en mi culo entrando y saliendo mientras yo gemia al sentir como su pene duro me hacía llegar al climax, sentir como entraba su leche tibia dentro de mi y como se ponía más grueso y duro mientras eyaculaba fue alucinante.

Ahí empezó una deliciosa aventura que se prolongó durante los días y noches que estuvimos en ese lugar... Porque ese fue solo el principio....

Monse69

Soy mujer bisexual

visitas: 1305
Categoria: Hetero: General
Fecha de Publicación: 2020-08-05 17:58:49
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3 Comentarios

Buen relato y viendo tus fotos, yo quiero trabajar contigo ;)

2020-08-06 12:07:39

Excelente relato no te demores con la sgte historia Un saludo desde Barranquilla

2020-08-06 01:07:56

Muy buena historia, sigue con los demas capitulos...

2020-08-05 23:20:29