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Hola mis queridos lectores, acá su escritor principiante Julián, el esposo de Johanna.
( Para los que no nos distingue ya tenemos varios relatos, leanlos y estarán al día)
Cómo ya saben mi querida Johanna es vendedora y trabaja para una empresa multinacional, ella es encargada junto con seis vendedores más acá en bucaramanga de provisionar tiendas de abarrotes, almacenes de cadena y supermercados, lo que les comentaré a continuación sucedió en Medellín, ya mi esposa había viajado varias veces ya que es parte de su trabajo, mi esposa con su carisma y forma de ser siempre ganaba terreno y obviamente admiradores, desde sus clientes, personal del hotel y restaurantes son muy agradecidos con ella brindándoles su amistad... En fin!
Mi esposa viaja por extendidas temporadas dependiendo el trabajo, 8, 15, hasta un mes por fuera de la ciudad, hace años como les decía ella viaja a esa ciudad así que ya casi todo el mundo la distingue y en especial el restaurante donde ella desayuna, almuerza y cena, este sitio es administrado por don Francisco, un tipo alrededor de los casi 70 años, muy formal y caballero, tiene 3 sobrinos trabajando con el como.meseros y domiciliarios, Enrique con más o menos 28 años, Rubén con 24 y Camilo con 19 años, ellos desde el tío hasta los sobrinos con mi Johanna son muy atentos, demasiado diría yo, ya que las facturas se las daban en blanco para que ella pudiera legalizarlas como quisiese, podía llegar la hora que fuera que le preparaban algo, lo que ella quisiera, mi esposa por su parte a conocido la mayoría de la familia de don Francisco, su esposa y dos hijas que el tiene, de verdad ya se tenían confianza, bueno, después y sin tanto preámbulo llegó el día de viajar, el día que decidieron realizar de nuevo los vuelos con pandemia incluído, osea no llevamos más de un mes, pero como todo hombre morboso queríamos volver hacer nuestras locuras después de la discoteca nos quedamos quietos, bien... Ahora sí lo sucedido.
Mi esposa que aún está en medelli,.
(Sonó el celular)
– hola gordita, cómo estás?
– bien gordo, ya agotada, día pesado, como está el niño?
– bien mi gorda, estudiando virtualmente, ya está durmiendo, y tú cómo estás?
– bien gordito, ya quiero estar allá con uds.
– me la imagino, y muchos admiradores?
– jajajaja ya vas a empezar? Pues no, los mismos de siempre jajaja
– pero ninguno te llama la atención?
– amor, no siempre pienso en eso, tu sabes que tengo que trabajar y estar pendiente de los cortes.
– si, tienes razón, ya cenaste?
– no amor, me ducho y voy dónde don Francisco, que me venda algo.
–ok, gordita, mañana sábado tienes que trabajar?
– si amor, voy a visitar unos clientes por ahí hasta las dos y vengo a descansar.
– ok mi gorda, ve y cena, te amo.
– y yo a ti gordo.
Esa noche paso todo normal, ella fue hasta el restaurante, ceno y volvió al hotel, hablamos otras cosas y durmió, al otro día en la tarde cerca de las 4 pm me escribe mi esposa.
– hola gordo.
– hola amor, como estas?
– bien papi, ya me duche y estaba descansando y me llamo don Francisco.
– y eso?
– que una de las hijas está cumpliendo años y le van a partir un pastel, que por favor los acompañará.
– a bien amor, así te distraes un rato.
– si gordo, aunque tengo un poco de flojera.
– amor, si te invitaron no los dejes plantados, ve!.
– mmmmm bueno, me tomaré unas tres cervezas y me vengo a dormir.
– ok corazón.
Esa fue la última conversación en esa tarde, sabía que iba para allá y no la quería llamar para no molestarla...
11:28 pm
(Llamada al celular)
– hola bizcocho, como te fue en la fiesta.
– bien amor, le llevaron serenata, bailamos un rato y comimos.
– súper bien amor, más relajada?
– pues relajada no tanto pero si feliz.
– jajaja como así, la hicieron feliz?
– papi, tu siempre con eso, aunque sabes que?
– cuéntame!
– fui con una faldita, suelta, y una de mis básicas con una chaqueta, llegué allá y eran varias mesas pegadas en una sola, estaba muy bonito todo, me empezaron a dar cerveza y tomaba suave, quería era bailar, primero baile con don Francisco, después con Rubén y por último con Camilo.
– a bien amor, disfrutaste.
– pero eso no es lo que te quiero contar.
– bueno gorda, sigue.
– resulta que cuando baile con Camilo el se me pegaba mucho y trataba de meter su pierna entre mi pierna, bailabamos merengue y no se que buscaba el pero en algunas ocasiones el movimiento de el con su pierna me tocaba la vagina.
– en serio amor?
– si papi, por eso no baile más con el.
– será que estára tomado?
– yo si creo amor, porque eso no fue todo.
– bien, dime.
– yo terminé de bailar con el y pase al comedor, estando alla cantamos feliz cumpleaños y listo la nena de don Francisco dijo unas palabras y nos sentamos a comer, Camilo se me sentó al lado, pues para mí normal, lo que se me hizo raro es que el corrió la silla casi pegandola a la mía y con movimientos como si se rascara una pierna aprovechaba para rozar la mía.
– de verdad amor? Que rico, Camilo es el más joven?
– si amor, pero que pelado tan atrevido, a mi otro lado estaba un de las hijas de sus primas, podían haberlo visto.
– y que paso bebé?
– no pues papi, yo no podía hacer nada, al principio pensé que el movimiento era normal, pero el seguia tocandome la pierna y yo sin poder hacer nada por la hija de don Francisco.
– y que paso amor?
– gordo, yo me levanté y me acomode el vestido en medio de mis piernas y me volví a sentar, pero el no se detuvo, siguió tocando mis piernas hasta que llegó a mi vagina.
– te metió la mano?
– no papi, como se te ocurre, me tocaba por encima del vestido.
– y que hiciste?
– me corrí más hacia el frente quedando pegada por completo al comedor.
– y te siguió tocando?
– si papi, la verdad me estaba gustando como lo hacía, no tenía temor alguno, pero yo no le abría las piernas, que tocará lo que alcanzara a tocar.
– jajaja amor, tu si.
– pero que más hacia?
– bueno amor, y que paso?
– no pues amor, pensaran mal de mí porque no termine de cenar y les dije que me tenía que ir y acá estoy en el hotel.
– jajaja amor, a esta hora el man deberá estar jalandomela.
– ay amor, por favor.
– pero no sé enoje, te gustó.
– pues si papi, pero al frente de la familia?
– eso no pasa nada corazón, lo rico es que no se dieron cuenta.
– pues si amor, bueno papi, tengo sueño y estoy medio prendida, voy a dormir...
– descansa lo que puedas, mañana es domingo y te mereces el descanso.
– bueno amor, te amo.
– y yo a ti.
Esa noche fui y mire al niño que dormía y pase a mi alcoba y me pegue una jalada pensando en la situación de mi esposa, uuufffff monstruosa, mi semen cayó sobre el pecho y abdomen, fue bestial.
Al otro día desperté y me lleve al niño hacer unas compras, no le escribí a Johanna para que descansará porque como toda mujer dormir es su pasión.
03:20 pm
( Timbra el celular)
– hola gordita, buenas tardes, descansaste?
– si papi, mucho.
– y dónde almorzaras?
– papi, yo tengo pereza, ya llame a don Francisco y me enviara a domicilio.
– uy rico, que envíen a Camilo.
– jajaja papi, no se le puede contar nada.
– jajaja para que me alborota.
– no se si venga el, o no
– bueno amor, pero vamos a imaginar que venga el, no te provocaría?
– papi, tiene 19 años, y es muy tímido.
– si claro, como anoche.
– de pronto era que estaba tomado.
– pero te tiene ganas.
– papi, todos los hombres le tienen ganas a las mujeres, deja de ser payaso.
– y como estás vestida?
– amor, estoy desnuda, sabes que duermo así.
– mmm rico,
(Toc toc toc tocaron a la habitación)
– quien es?
– hola johanita, soy Camilo, mi tío te envío el almuerzo,
– espérame un segundo ya te recibo
– amor, ve al baño y mojaste el cabello, y échate un poco de shampoo.
– amor de verdad, eso quieres?
– si dale.
– ok
– esperara Camilo que estoy en la ducha ( grito mi esposa)
– tranquila johanita
– ok gorda, cuelga y me haces una video llamada y ubicas bien el celular no por la cámara de frente si no con la cámara de atrás.
– uy papi, me pones en unas.
Conectamos por video llamada y ubico el celular, podía ver perfectamente la cama y el baño ya que lo ubico en un rincón.
Se mojo el cabello, y se envolvió con la toalla.
– hola Camí, sigue
– no Jhoanita, qué pena se está bañando.
– deja la bobada, espérame y me quito el shampoo del cabello, mira tv y ya salgo y te pago
– ok
El se sentó en la cama y encendió el televisor, Johanna se metió de nuevo al baño, Camilo le subió volumen al televisor y se levantó, se dirigió hasta la puerta del baño y hacia cocos mirando a Johana ducharse, pude ver cómo se tocaba la verga por encima del pantalón y no se aguanto y se la saco mientras se masturbaba y miraba Johanna cerro la ducha y el se acomodo de nuevo en la cama, johana sale envuelta en la toalla y toalla para el cabello.
– qué pena Camilo, pero tenía un calor insoportable.
– no pasa nada johanita, yo la espero a que se cambie.
– jajajaja que tal, tan atrevido este.
– jajaja tenía que intentarlo.
Johana abre el bolso y empieza a sacar ropa interior sobre la cama y toma un cachetero y se dirige al baño.
– johanita, no que tiene calor?
– si claro, porque lo dices?
– porque sentirías más fresco con este.
Le enseña un hilo color rosa.
– mmmm pero mijo, está como pendiente, quien lo ve, aún tiene guayabo?
– yo no tomo johanita.
Me quedé helado, el huevón este había manoseado a mi esposa bueno y sano, mi verga aún parada y templada a estallar.
– como así Camilo, UD me tocó anoche y yo no le dije nada porque pensé que estaba borracho.
– pues no Jhoanita, estaba bueno y sano, solo que me provocó mucho cuando bailamos, y como te dije hacia un momento toca arriesgarme. Ahora te digo, puedo ayudarte a vestir?
– como se le ocurre Camilo, su tío se llega a enterar y lo echa.
– no se preocupe por el y por nadie, ve y ponte el hilo que quiero verla así.
– está loco Camilo.
– no seas así johanita, me pareces muy linda, y verte en hilo es como si te viera en traje de baño, no veo el problema.
Johanna lo miro y se fue al baño, me imagino esa cuca mojada como la debería tener, no me tocaba la verga porque sabía que en cualquier momento me estallaba.
Salió Johanna con el hilo y un top puesto se veía hermosa.
– johanita, mira, está mal acomodado.
El mando la mano hacia la vagina de mi esposa acomodándose el frente del hilo, se agachó un poco y sus dedos rosaban la desnuda vagina de Johana, ella solo posó sus manos en los hombros de Camilo y el siguió, la miro al rostro y vio que Johanna tenía los ojos cerrados y la cabeza inclinada un poco hacia atras, el aprovecho el momento y corriendo el hilo metió la cabeza en medio de sus piernas.
– Camilo, porfa, detente.
– no johanita, no me digas eso porque sabes que no lo haré.
– soy casada Camilo, mmmmm porf mmmmm
Sus besos vaginales no podían dejarla hablar, Camilo fue llevándola lentamente hacia la cama, la recostó y termino de sacar el hilo y continuo besándole.
Johanna se apretaba sus tetas, se tocaba la cara, su cabello, volvía a tocarse las tetas, estaba inspirada y callada, Camilo se levantó y empezó a desvestirse, Johanna se sentó en la cama y aprovechando que Camilo estaba de pie saco el pene de su boxer y empezó a lamerlo.
– ay Jhoanita, que rico, siiiiii uuufff mamasita
Johanna lo chupaba con gran motivación, lo sacaba le lamía sus bolas, volvía y se lo metía a la boca, se acostó y abrió sus piernas ofreciéndole su vagina, el no espero mucho,
– has estado con alguien más? Dijo Johana
– no
– hace cuanto?
– antes de la pandemia.
– mmm si rico, ven meterlo.
El la empezó a clavar suave, Johanna le pasaba las piernas entre cruzadas por su espalda como llevándolo hacia ella, empezó a moverse de una forma armoniosa, después cambiaron de posición, ella se sentó encima de el, brincaba se inclinaba y lo besaba, volvía a brincar, ya mi semen escurria desde mi pecho hasta mi abdomen que delicia, así duraron cerca de 15 minutos cuando le dijo
– johanita ya me voy a venir.
Johana se sacó el pene de su vagina y empezó a chupársela, le acariciaba sus testículos y lo seguía chupando, hasta que Camilo empezó a llegar, Johanna lo recibía en su boca, uno y otro chorro sin dejar que se le escapara nada, Camilo poco a poco se fue calmando y Johanna se levantó y se fue al lavamanos y escupió todo lo que pudo de semen de Camilo... Se lavo la boca mientras Camilo se vestía.
– Camilo, quiero que sepas una cosa, lo que sucedió acá queda acá, nunca volverá a suceder, estimo mucho a don Francisco y a uds cómo familia, pero si llegas a decir tan solo una cosa, solo que yo me entere de cualquier cosa jamás volveré por allá. Estamos claros.
– si Jhoanita, pero creeme, no diré nada, pero con una única y última condición.
– cual?
– que me despidas de un beso.
Mi esposa se acercó y lo beso como si se tratara de mi, le pago el almuerzo y salió.....
Fin!