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Una pareja inolvidable

Alonso me escribió, me dijo que le habían gustado mucho mis fotos, que su esposa Viviana, con la que lleva diez años casados, se había entusiasmado cuando vio mi cuquita depilada y que me quería conocer. Me comentó que hasta el momento habían sido muy cerrados en su relación y que habían decidido empezar a tener aventuras e incluir a otras personas en sus encuentros. Viviana quería conocerme personalmente para ver si había química y llegábamos a algo íntimo. Cuadramos el encuentro, yo los visitaría en su casa que quedaba en Tuluá.

Faltaba una semana para nuestra cita y fui preparando lo que iba a llevar: compré un consolador negro de doble cabeza, aliste mi arnés con el consolador pequeño, llevé mi dildo anal y  compré la ropa: una blusa transparente y escotada, un jean bien apretado y unos zapatos rojos súper altos.  Llegó el día esperado, sábado, a medio día empecé a arreglarme use en mis labios un labial rojo intenso, me vestí sin ponerme ropa interior, me excita mucho andar así y quería llegar bien húmeda al encuentro; el viaje se me hizo eterno, él fue a recogerme al terminal y cuando llegamos Viviana me estaba esperando desnuda recostada en el sofá y con las piernas abiertas, que cuca tan hermosa la que tiene, rosada, depilada, su gallo latía, ella me lanzó una mirada de deseo mientras su dedo recorría sus labios, lo mojaba y  lo chupaba con mucho deseo.

 Verla así me excitó, estaba deseosa de acercarme y empezar a conocer a Viviana a fondo, Alonso trató de detenerme, pero yo me quité toda la  ropa  y me acerqué a ella, abrió su boca  y nos dimos un beso húmedo, nuestras lenguas chocaron, mordimos nuestros labios, pellizcamos nuestros senos, me abrí de piernas y empecé a rozar mi clítoris con el de ella, estábamos muy  húmedas  y gemíamos sin parar. Alonso se acercó, me puso en cuatro y empezó a pasar su polla por mi culo, se le fue poniendo durísima y me penetró mientras yo seguía saboreando a Viviana, Alonso no aguantó mucho y  llenó de leche mi culo; yo estaba tan excitada que me vine mojando a Viviana con mis jugos.

 Viviana bajó  y me empezó a penetrar con su lengua mientras Alonso  metía su polla en mi boca, no parábamos de gemir y de tocarnos, Alonso se vino en mi boca y yo me tome su leche deliciosa. Nos fuimos para la habitación y Viviana y yo empezamos a acariciarnos más despacio, queríamos conocernos bien, besábamos cada parte de nuestros cuerpos, nos lamíamos, chupábamos nuestros senos, nos deteníamos en nuestro clítoris y jugamos con las  lenguas en nuestros hoyitos.

 Saqué el consolador de doble cabeza, empezamos a comernos esos 30 centímetros de verga negra entre las dos, nos lo comimos todo mientras nuestras cucas chocaban y se sobaban, duramos moviéndonos unos minutos pues llegamos al mismo tiempo lanzando gritos de placer, Alonso nos acariciaba y besaba mientras se hacía una paja, se vino y nos bañó a las dos con su leche.  Fue una tarde inolvidable, la primera de muchas tardes en la que compartimos momentos llenos de placer que les contaré más adelante.

alejaorgasmica27

Soy mujer heterosexual

visitas: 2041
Categoria: Intercambios
Fecha de Publicación: 2020-11-15 17:35:13
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3 Comentarios

Que buen relato, encantador!

2021-01-30 00:27:55

Hummm, excitante

2020-11-16 16:12:53

Que delicia de relato , es como mirar a través de las letras

2020-11-15 23:02:35