Tengo una relación de varios años y entre la costumbre y las horas extra que produce el trabajo remoto de cuenta de la pandemia, algunas veces se produce una monotonía sexual a tal punto que el sexo comienza a hacerse solo los fines de semana.

Ella estudia de manera virtual algo relacionado con artes, yo soy ingeniero. En su pensum se incluye una asignatura de matemáticas y me pidió que le ayudara con eso pues no le gusta. Con este favor se me ocurrió cobrarle por examen y por trabajo que le hiciera y antes de cada trabajo o examen ella debía estar a "Paz y salvo" con el anterior.

Para el primer trabajo le pedí un baby doll, debía ponérselo un día cualquiera sin que me diera cuenta y salir con él para que "lo estrenaramos". Así fue, yo le hice el trabajo y le aseguré un 5. Un día mientras yo estaba trabajando concentrado, ella salió con su baby doll, era negro con un hilo muy sensual y una tela translúcida que finalizaba justo en la tangente de sus glúteos, le queda hermoso. Yo abandoné inmediatamente lo que estaba haciendo y comenzamos a besarnos, me arrastró a la habitación y me recostó en la cama. Mientras yo acariciaba sus piernas, que me encantan, ella desabrochaba mi pantalón y no se en que momento terminé desnudo. Nos besabamos apasionadame y luego besé sus senos, mordisqueaba suavemente el pezón de un seno mientras apretaba fuertemente el otro.

Luego ella tomó mi pene y corrió su hilo para que la peneteara, comenzó a subir y a bajar lentamente, llevaba unos tres o cuatro movimientos y la bajé abruptamente, quería besar su delicada y hermosa vagina. La habitación cuenta con una ventana opaca que permite la entrada de luz, pero que mira a los demás apartamentos del edificio. Ella se apoyó en esa ventana, mientras yo corría su hilo para saborear sus jugos estabamos muy excitados, a tal punto que no nos percatamos de que podían estarla viendo por la ventana debido a su cercanía a ella. Su orgasmo no se hizo esperar contrajo sus muslos sobre mi cara y escapó un gemido delicioso y corto, pero lo suficientemente largo para que escapara por la ventana hacia los demás apartamentos.

Ella no aguantó más, se abalanzó sobre mí y me pedía que le diera muy duro y rápido. Estaba sobre mí y mientras lo hacíamos ella tocaba su clitoris, eso me puso a mil y la acosté sobre la cama. Estábamos en misionero, yo no la estaba penetrando, la estaba martillando y alternaba entre fuerza y velocidad. Luego se puso en cuatro, tenía a mi vista su hermoso culo, su baby doll, su espalda arqueada hacia la cama y su rostro de lado mirándome, con una mano agarraba un glúteo y con la otra uno de sus hombros, la penetraba tan rápido y fuerte como lo permitiera mi cuerpo, sentía mis muslos calientes, pero no quería parar. Sentí llegar un fabuloso orgasmo.

Nos quedamos recostados un rato, la acariciaba y le terminaba de contemplar su atuendo. Lamentablemente las labores nuestras no se hacían esperar, así que retomamos a ellas. Afortunadamente al profesor de ella, le gusta poner trabajo y exámenes.

Continuará....