Somos amigos hace muchos años y habíamos hablado antes de las fotos pero sólo hasta esa semana acordamos el día para vernos y hacerlas… Busqué las prendas que quería usar para esa ocasión, las escogí una a una, pensando más que en las fotos, en él… Quería percibir su reacción al tenerme ahí con esa ropa interior sensual, insinuante, en posiciones sugestivas, ver su cara ante mis gestos de placer sin que me tocara… una parte de mi fantaseaba con la idea de seducirlo al punto de hacerlo perder la compostura… Probarlo, deseaba como nada sus labios, su piel, sus manos, su respiración agitada, su sudor, su sexo… deseaba como nunca enredarlo en mis piernas mientras me penetraba y llegar al clímax después de sentir como su miembro explotaba dentro de mi…

Nos encontramos según lo planeado, subí a su carro y lo salude como de costumbre, como se saludan un par de amigos, mientras íbamos al sitio hablábamos de cualquier cantidad de cosas, no sé si él se alcanzaba a imaginar la cantidad de sensaciones que recorrían mi cuerpo en ese momento, tenerlo cerca y desearlo del modo en que lo deseaba, podía percibir como mi panty empezaba a humedecerse y como las paredes de mi vagina se contraían de solo imaginarlo penetrándome… intenté concentrarme para poder seguir el hilo de la conversación pero no era fácil esa pelea en mi cabeza, conectar las palabras y sonreír mientras imaginaba como seducirlo al tenerlo frente a mí.

Llegamos al sitio y mientras yo me cambiaba él organizaba el lugar según lo que su cabeza planeaba para hacer unas buenas capturas… un pequeño baby doll negro con un panty que le hacia juego y mil ideas en mi cabeza, le puse un poco de freno a mis pensamientos morbosos y a mis ganas de sentarme sobre sus piernas mientras besaba sus labios y metía mi lengua en su boca, a esa imagen de mi mano en su entrepierna sintiendo su miembro, corroborando si cada uno de mis besos producía en él las mismas sensaciones que desearlo producen en mí, imaginando como empieza a endurecerse y a gotear al sentir el roce…. Stop, me dije!!! ¡¡¡Deja de manosearlo en tu mente y a lo que vinimos… las fotos!!!

Lo primero que diré, es que disfruté ver como sus ojos se ensancharon al ver mi atuendo, ¡punto a mi favor! Aunque de una manera muy sutil me indicó como podríamos empezar… siéntate aquí, la mano allá, los gestos del rostro, la posición de las piernas, mírame así… en fin, obedientemente seguí sus indicaciones e hice cada una de las cosas que me sugirió, pero no podía sacar de mi cabeza lo mucho que deseaba literal comérmelo!

Hicimos una pausa para ver como estaban quedando las fotos y ahí encontré la oportunidad perfecta, me ubiqué detrás de él y como si fuera a abrazarlo, puse mis senos muy cerca de su espalda y de inmediato su postura cambió, empecé a respirar muy suavemente en su cuello apelando a la disculpa de la cercanía, sentí como el ritmo de su respiración cambiaba y se agitaba un poco, me moví ligeramente para aumenta la fricción de los senos en la espalda y sin pensarlo me acerqué a su oído y le pregunté: Te molesta? A lo que respondió con una pícara sonrisa y comprendí que la acción tenía efecto y el juego apenas estaba empezando.

No más, pensé… Al diablo con todo! lo peor que puede pasar es que me detenga y hasta aquí las fotos… me giré, me ubiqué frente a él y sin mediar palabra cerré sus piernas, abrí las mías, me senté sobre él, frente a él y comencé a besarlo, besos suaves para sentir la carnosidad de sus labios…

Para mi sorpresa, me correspondió y lo que había empezado como un besito tierno empezó a tornarse fuerte, apasionado, cargado de deseo; sus manos acompañaban los besos, las había metido en mi baby doll y acariciaban mi espalda, eran suaves y hacían erizar cada poro de mi piel, las deslizó hasta la parte baja y en un solo movimiento me agarró con firmeza de las nalgas y me levantó con fuerza para dejarme caer en la cama, vi en sus ojos el mismo deseo que estoy segura tenían los míos… dejó a un lado la cámara y se quitó la camiseta que llevaba puesta, se acercó de nuevo a mí, seguimos besándonos, desanudó la cinta que ajustaba el baby doll en mi pecho y dejó al descubierto mis senos, los acarició y empezó a lamerlos, pasaba su lengua de un lado a otro deleitándose con la textura de los pezones que estaban muy duros para ese momento, los mordía, en ocasiones con suavidad y otras con un poco más de fuerza, no se imaginaba el placer que me provoca sentir sus dientes cuando aprieta con fuerza, generaban una reacción inmediata en mi vagina, la hacían contraerse y dilatarse rítmicamente… deslicé mis manos por su abdomen en busca de su correa y el botón de su pantalón, con habilidad logré desatarlos y deslizarlos por sus piernas con la ayuda de las mías…

Me tenia tendida en la cama, boca arriba, con el torso desnudo y a su disposición, había maquinado esto muchas veces pero nunca me había imaginado que de verdad iba a suceder… se levantó y me dijo que me quedara quieta… nuevamente, obediente lo hice mientras veía como se quitaba el boxer y dejaba al descubierto su pene erecto, grueso y palpitante… le insinué que quería probarlo y él sin pensarlo dos veces lo pasó por mis labios, dejo caer gotitas de líquido preseminal en ellos y yo pasé mi lengua para sentir su sabor, se hizo agua mi boca y él lo deslizó hacia ella, empecé a lamerlo y a chuparlo con delicadeza, en cada chupada sentía como se hinchaba, como se ponía mas duro, mi saliva se mezclaba con el líquido que fluía de el y la dejaba correr por su miembro para sentirlo más húmedo y moverlo con más facilidad en mi boca; al tenerme boca arriba, él tenía todo el poder para introducirlo tanto como quisiera y si que lo hacía, lo metía hasta lo más profundo de mi garganta, podía sentir como su glande rozaba mi úvula y provocaba arcadas que lo excitaban mucho más, lo sacaba y me dejaba lamerlo hasta la base, lamer sus testículos, pasar la lengua y chuparlos, deslizar mi lengua hasta el periné y escucharlo respirar fuerte cuando sentía algo se cercanía entre mi lengua y su ano.. volvía a su pene y lo agarraba con la mano derecha para masturbarlo mientras restregaba su glande en mis labios, así estuvimos un rato, lamí, chupé, escupí, masturbé y cuando pensé que iba a dejar salir su semen en mi boca se quitó de encima y puso su pene en medio de mis senos desnudos, quería venirse en medio de ellos y ver como su leche corría por mi piel, quise apretarlos con mis manos pero me reprendió y los agarró con fuerza… su verga se veía realmente deliciosa entre mis tetas, en un vaivén rítmico se movía hacia adelante y hacia atrás, empujaba y apretaba duro y con más rapidez cada vez hasta que no pudo contenerse más… lo escuché gemir y sentí como el líquido tibio caía en mi pecho, salpicaba mi mentón, se deslizaba por mi cuello, salía en pequeñas explosiones contenidas y se impregnaba en mi piel… su cara de placer era tal que no podía creer que también lo había deseado tanto como yo…

Sentí deseos de orinar y le dije que me dejara levantarme para ir al baño, en lugar de hacerlo me dijo: “No, faltas tú!”… pero no me aguanto!... Pues te aguantas!!!... Y bajó por mi abdomen dándome besos hasta llegar a mi pelvis, con sus manos retiró mis bragas de un envión, se acercó a mi monte de venus y empezó a lamer… abrió mis labios y sopló suavemente, sentía que iba a estallar, esa mezcla entre la necesidad y el placer, pasaba la lengua, me mojaba aún más de lo que ya estaba y luego soplaba de nuevo, que tortura tan excitante, introdujo sus dedos en mi vagina empapada y al mismo tiempo con su boca comía literalmente cada rincón de mi sexo, movía sus dedos y su lengua con tal sincronía que parecían uno solo entre mi canal vaginal y mi clítoris, no aguanto más!!! Le grité, y él aceleró sus movimientos… no puedo!!! Pero no se detenía… cada palabra parecía una insinuación a que aumentara el placer que me estaba provocando… no pude contenerme más y exploté, sentí un placer infinito al venirme en su boca y un placer mayor aún al percibir que no sólo eran mis fluidos vaginales los que salían de mi interior, también había dejado de contener las ganas de orinar y él estaba ahí disfrutando gota a gota cada uno de los líquidos que emanaban de mi… seguía lamiéndome y chupándome mientras yo me retorcía de placer, me pedía más, si en una contracción se detenía la salida de ese líquido tibio, él volvía a estimular mi clítoris para provocar una nueva contracción… fue absurdamente placentero, sentía el temblor en mis piernas y un cosquilleo por todo mi cuerpo, como una suave corriente eléctrica.

Pensé para mis adentros, se cumplió mi deseo… y la verdad obtuve un poco más de lo que esperaba… deseaba tenerlo dentro de mi y aunque no fue así, el placer que tuvimos fue alucinante… nos dimos una ducha juntos, froto mi piel con la espuma que hizo en sus manos, acaricio mi cuerpo con delicadeza como si yo fuera de porcelana, con esmero me limpió y yo correspondí a esa atención… ya fresquitos y sin cruzar palabra sobre lo ocurrido, decidimos continuar con las fotos… por fortuna, ya la cama no era necesaria para continuar porque la verdad estaba vuelta un delicioso desastre…

Me dijo que no me saliera de la ducha y allí tomó otras fotos, desde varios ángulos y de diferentes maneras, luego me llevó al diván (conocido por muchos como la silla del amor) e hicimos lo mismo, fotos iban y venían, hasta que creímos tener las suficientes para escoger las mejores…

Me disponía a vestirme cuando me agarró por la espalda y rodeó mi cintura, me habló suave al oído y me preguntó: no crees que nos falta algo? Ahora la sorprendida era yo… empezó a besar mi cuello, con una mano acariciaba mi abdomen, muy cerca de la pelvis y con la otra acariciaba mis senos, pellizcaba mis pezones para darles esa forma puntudita que se marca perfecto cuando uso blusas sin brasier, jugaba haciendo círculos en mi vagina que aún conservaba cierta humedad, fue acomodando mi cuerpo sobre la silla hasta quedar boca abajo con la cadera ligeramente levantada, volvió a acercarse a mi oído para decirme: “Nos falta darle verga a esta cuquita!” Wow… me hizo estremecer mientras pasaba su pene por mis labios vaginales, anticipando una penetración fija, primero el glande, suavecito entraba y salía, en cada entrada podía sentir como avanzaba dentro de mi y como el ritmo de sus movimientos tomaba fuerza y velocidad, empecé a moverme también buscando seguirle el paso y logré sincronizarme con sus embestidas que se tornaban más violentas, mas duras, más fuertes… clavó sus dedos en mis crestas ilíacas, como buscando anclarse entre mi cintura y mi cadera, adentro, afuera, adentro, afuera… podía escucharse el sonido que emitía el roce de la piel húmeda cada vez que me penetraba, una vez, otra vez, una más… empujó mi espalda contra el mueble, lo que hizo que mi culo se levantara más y sentí como escupió y mojó mi ano para después estimularlo con sus dedos… tenía oscuras intensiones y la verdad eso me calentaba mucho más… mientras me clavaba la vagina duro con su pene ponía a punto mi culo porque deseaba comerlo tanto como yo deseaba que me lo comiera… cuando llegué al orgasmo en medio de la penetración empecé a gemir pidiéndole que terminara, que derramara su leche dentro de mí, apretaba las paredes de mi vagina de placer y en busca de su orgasmo en mi interior, sentí como empujó con violencia su verga en mi, sentí como se engrosó llena de sangre y como empezó nuevamente a dejar fluir el semen que tanto le estaba pidiendo y él metía mas fuerte sus dedos en mi culo, 2 dedos entrando y saliendo al mismo tiempo que me hacia venir de placer… sentí como dejó caer su cuerpo sobre mi espalda y pensé que había acabado pero lo estaba haciendo para estar mas cerca de mi oído para decirme… disfrútalo!!! Y sin más ni más, lo saco de mi vagina y lo introdujo en mi culo que estaba listo para ser penetrado, sentí un ligero pero placentero dolor y sus movimientos fueron calmando esa sensación al tiempo que sentía como parte del semen que había empezado a derramar en mi cuquita estaba siendo compartido con mi culo, escuchaba sus gemidos de placer y los compartía, de nuevo una oleada de calor en mi cuerpo y esa sensación placentera que produce un nuevo orgasmo cuando no has terminado de sobrevivir al anterior… terminamos, rendidos, tendidos en el diván, yo boca abajo y él encima de mi, sudorosos, empapados, temblando pero satisfechos…