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Feliz Cumpleaños! Mi Novia Borracha, Un Dildo y Porno

Me llamo Juan y mi novia se llama Luisa.

Después de descubrir en el computador de mi novia su historial de porno, incluidos los tríos, los penes grandes y muchas películas de Esperanza Gomez en mí se despertó un morbo que me llevaba a fantasear con situaciones similares con Luisa.

Durante alrededor de un año iban y venían estos pensamientos pero nunca me animé a dar un paso más. Mi relación con Luisa iba muy bien, nos veíamos una o dos vez a la semana, el sexo era bueno y ella empezó con más frecuencia a dejarme acabar en su boca. Sentía que yo le debía algo más para compensarla.

De vez en cuando volvía a sentirme celoso, especialmente cuando subía algunas fotos a instagram y yo veía esa lluvia de likes. Luisa es una mujer muy bonita y le gusta de cierta forma exhibir su belleza en redes sociales. No sube contenido vulgar, pero se aprecian muy bien sus atributos.

Cuando yo me molestaba por esto, discutíamos un poco pero ella sabía manejar muy bien la situación y me dejaba saber que solamente yo era el dueño de su cuerpo y que solamente yo era quien me la podía comer todita. En el fondo a mí me gustaba que supieran lo buena que estaba mi novia pero me irritaba saber que otros la morboseaban por redes.

A partir de nuestra pelea de un año atrás en la cual encontré una conversación un tanto comprometedora, Luisa se mostró muy abierta y me contaba que muchos hombres la pretendían pero que ella simplemente no les respondía o cuando se insinuaban dejaba de contestarles. Como muestra de confianza me dio la clave de sus redes y me dijo que podía entrar cuando quisiera.

Por supuesto le dije que no era necesario y que yo confiaba en ella, pero en la clandestinidad de mi cuarto ya en casa, me dedicaba a leer sus conversaciones. Con el tiempo dejé de hacerlo y mi confianza en ella fue aumentando cada vez más. Sin embargo, seguía sintiendo celos especialmente cuando descubría que algún amigo mío le escribía o daba me encanta a sus publicaciones. Pero mi confianza en ella empezó a volverse plena.

Fue entonces que decidí hacerle un regalo. Se acercaba su cumpleaños y yo quería sorprenderla con algo especial. En algún momento ella me había mencionado la idea de ir a un sex shop porque nunca había estado en ninguno y prefería ir conmigo que con sus amigas. Así que ordené un dildo, un pene de goma por internet para ver que reacción tenía.

Fui cuidadoso en escoger un dildo del mismo tamaño que mi pene, ligeramente más largo pero más delgado, y de un color rosa. Pensé en escogerlo de modo realista con venas y detalles pero no estaba listo en ese momento para eso. No quería que comparara y pensara que el dildo era mejor que la verga real.

Mi idea era llevarla a cenar y a tomar unos tragos por su cumpleaños, luego llevarla a un motel y mientras hacíamos el amor darle su nuevo regalo. Me tomé el tiempo de bajar varios clips de internet entre sexo de pareja, tríos y mujeres desnudandose y por medio de un editor los combiné todos.Esta tarea se me dio muy bien porque fui estudiante de diseño durante un par de semestres.

Escogí videos de mujeres que se parecieran a ella, esbeltas, de piel trigueña clara, senos medianos y cola parada. Una actriz en particular llamó mi atención: Caprice. La aparicencia de mi novia es una mezcla intermedia entre Caprice y Esperanza Gomez. Y casualmente Caprice tiene en línea montones de videos de trios, sexo en pareja, sexo con negros, etc. El resultado fue muy bueno, los primeros 10 minutos de video eran calentamiento y a partir de allí trios HMH. Puse esto en un DVD y busqué un motel que tuviera reproductor.

Y bueno, llegó el gran día. Yo andaba muy ansioso pero logré controlarme y fui muy atento con ella, y al llegar la tarde noche fuimos a cenar. Escogimos platos ligeros, lo cual convenía para lo que iba a ser nuestra noche. Luego fuimos a tomar unas cervezas y le pregunté qué más quería hacer, para medir si estábamos en la misma tónica.

-Lo que tu quieras amor-, me respondió. Le confesé que quería ir a un motel y hacerlo bien rico y la idea le encantó. Estaba de suerte porque en algunas ocasiones cuando ella estaba cansada prefería ir a su casa y hacerlo en arrunchis, pero con su familia allá no podría haber hecho todo lo que quería.

En este punto ambos estábamos ligeramente prendidos pero muy enérgicos. Así que pedimos un taxi y nos dirigimos al motel que yo previamente había buscado. Por supuesto no era la primera vez que visitábamos uno, pero sí era la primera vez que traía detrás una preparación tan especial.

En mi morral yacían bien guardados su regalo y una botella de ron blanco. El mismo ron que ella en una conversación le había confesado a un pretendiente que la hacía poner como loca. Y como dicen que los niños y los borrachos siempre dicen la verdad yo quería que soltara la lengua.

Nos pusimos cómodos y empezamos a charlar de todo un poco mientras bebíamos ron. Yo menos que ella porque quería estar más consciente de todo lo que iba ocurriendo. El ron empezó a hacer su efecto y empezamos a tocar temas más sexuales. Allí me contó cosas que de seguro no me habría contado en sano juicio. Algunas me dieron celos pero tuve que contenerme porque no quería arruinar la noche.

Me enteré que en tres ocasiones a lo largo de su vida mientras caminaba por la calle un hombre se había bajado la cremallera y le había mostrado el pene. Mi novia había visto tres vergas de desconocidos y yo no tenía ni idea. Me confesó que le dio mucho miedo que le fuera a pasar algo pero por lo que noté ahora con el tiempo le parecía un anécdota graciosa.

Me contó que la segunda vez que sucedió el tipo le dijo que si quería ver una bien grande y rápidamente se abrió el abrigo y se bajó una sudadera. En el momento me dijo que no había visto nada por el susto y que salió a correr. Pero años más tarde cuando tuvimos más confianza revivimos esa charla y tras insistirle me confesó que sí lo tenía grande. Que el tipo la tenía parada y se veía muy dura. Me dijo que el tamaño la impactó.

Mi novia estaba ya bien entonada, no parecía tener pudor de contarme apartes de su vida privada. Lo agradecí, pero me sentía un poco indispuesto de saber estas cosas. También me dijo que un día de integración en la oficina habían tenido una actividad que consistía en hacer mímicas o representaciones de cosas que aparecían en unos papelitos. Ella junto con dos compañeros sacaron una papeleta que decía: 'Película Porno'.

Ella entre risas me dijo que la situación fue muy divertida y que esperaba que yo no me molestara, porque fue algo que sucedió mucho antes de conocerme. Yo sonreí tímidamente y le dije que me contara, que estaba ansioso por saber. Por supuesto mi pecho ardía en celos pero a la misma vez me excitaba la situación. Necesitaba saber.

Me dijo que tras discutirlo con sus compañeros decidieron que uno quedara sentado en una silla y ella haría la simulación de mover las caderas como si la penetrara. El otro haría la mímica de encender un TV. No lo dijo con estas palabras, fue un poco torpe al hablar, como si sintiera vergüenza, pero entendí claramente. Me dijo entre risas que notó que ambos querían ser el de la silla pero ella escogió al que le tenía más confianza.

Y así fue como pasaron al medio del salón entre más o menos 100 personas y empezaron la mímica, al principio tímidamente pero la gente no atinaba a divinar. Pensaban que se trataba del juego de reventar los globos en las fiestas o de montar bicicleta. Ella decidió empezar a gemir para darle más realismo y el tipo que hacía de televidente se acercó y puso sus caderas frente a la cara de mi novia mientras ella se agachó para simular un trio HMH. No pude evitar imaginarme la escena y me dio un poco de vergüenza ajena.

Ya un poco más seria me dijo que tras eso supo que algunas de sus compañeras empezaron a hablar mal de ella, y que muchos de sus compañeros empezaron a caerle con intensidad. Proponiéndole salir o comentando cosas picantes sobre ese día. Sin embargo, ella lo recordaba como algo muy gracioso.

Sobra decir, que como un loco al día siguiente busqué sus conversaciones y encontré las proposiciones de estos chulos con cosas como, "Luisa, no sabía que sabías moverte así de rico', hasta proposiciones de hacer un trío de verdad. O confesiones de haber soñado con ella haciendo el amor, y pidiéndole salir. Patéticos.

Me cuestioné un poco lo que estaba haciendo y hasta en mi mente la llamé puta, pero era verdad que ella no me había sido infiel y que tal vez siempre había sido una mujer muy inhibida y no había tenido oportunidad de explotar su sexualidad. Luego reafirmé que lo que estaba haciendo era algo bueno, porque nos iba a dar placer tanto a ella como a mí.

Empezamos a besarnos y a desvestirnos y cuando estaba en la cama con su mirada pidiéndome que la penetrara, le dije que tenía un regalo para ella. Sus ojos se iluminaron mientras le entregué le caja forrada con un papel negro y una cinta rosada en forma de moño y cuando descubrió su contenido abrió los ojos en señal de sorpresa. El regalo le había encantado.

Lo sacó del empaque y se mordió los labios, y mientras me miraba empezó a chupar el dildo y a decir "Mmm que rico". Le dije que el dildo venía con un DVD que no sabía que era pero si ella quería podíamos ponerlo. No era la primera vez que veía porno con Luisa, antes habíamos tirado con porno de fondo. Eso sí, siempre de un hombre con una mujer pero esta vez iba a ser diferente, todo estaba preparado para ver su reacción con los tríos. Aunque con lo que me había contado antes, y por el historial de sus búsquedas en internet pensé que le iba a gustar. Solo quería ver su reacción estando conmigo. ¿Qué iba a decir?, me preguntaba.

Puse el video y ella no pareció verse muy interesada, también dejó el dildo de lado y se dedicó a mí de lleno. Estaba muy excitada y su interés se enfocó en mi verga y en mi pecho. La penetré en la pose del misionero y constantemente miraba la película para ver en qué momento salían los tríos. Ella cerraba sus ojos y gemía pero esto no era lo que yo había planeado.

Le pedí cambiar de pose y la ubiqué en perrito de frente al televisor, para que pudiera ver la pantalla mientras la penetraba. Noté que le daba un poco de vergüenza mirar y bajaba la cabeza. Así que cambié nuevamente de pose yo acostándome y ella encima dándome la espalda para que viera plenamente la pantalla y la penetración estuviera a cargo de ella.

Casi en ese instante, pasado el minuto 10 del video, empezó la acción. Caprice de rodillas y se acercan dos vergas a su cara. En ese momento tuve que contenerme para no eyacular porque Luisa exhaló un ''Uffffff" cargado de excitación y empezó a cabalgarme con más ahínco. Hacía círculos y me apretaba la verga dentro de su vagina.

"Está como buena la peli", le dije. "Rebuena" respondió entre gemidos. Me incliné un poco hacia delante para besar su espalda y manosearle las tetas. Ella disfruta mucho que bese y muerda sus pezones pero por mi posición no podía. Así que empecé apretarlos con los dedos, no tan fuerte, y atento a sus reacciones. Por alguna razón Luisa alcanza los orgasmos cuando aparte de penetrarla beso y muerdo sus senos.

En ese momento Caprice pasaba de una verga a la otra y le dije en voz baja, "Te gusta ver cómo los chupa?", sentí vergüenza al decirlo pero sentí más al notar que ella no me respondió nada. Aunque su movimiento de caderas seguía intacto.

Luego la pantalla nos ofreció un suculento trio 'spitroasted' es decir, una chica siendo penetrada vaginalmente por un tipo mientras en su boca tenía el pipí del otro. "Ella si no está haciendo mímicas" le dije entre risas. "Mmmm" gimió. Entendí que a pesar de ser un poco pervertida, se apenaba de ello un poco para que yo no pensara mal de ella y no se atrevía a decir cosas sucias sobre lo que veía en la pantalla.

Ella se giró repentinamente dejando de lado la pantalla y me dijo que la penetrara ella estando boca abajo. Es una de sus poses favoritas. Aproveché para acercar el consolador rosado a sus manos y empezó a manosearlo, me miró e instintivamente le hice un guiño de ojo, entendió que yo quería que lo chupara. La telepatía pareció funcionar y empezó a mamarlo con ganas, estuve a punto de decirle que se veía muy bien chupando otro, pero el pudor me pudo y no fui capaz, a pesar de la exitacion que sentia también había un conflicto interno sobre el tema así fuera solo a modo de juego o fantasía.

En cambio le dije que tenía una cola divina y que me encantaban sus senos. Dentro de mí pensaba en decir culo y tetas pero en el sexo a pesar de ser bueno no habíamos llegado a eso, y no quería que pensara que era un tipo vulgar. Finalmente se vino, estoy seguro por las reacciones de su cuerpo y así mismo lo hice yo. Al final la velada había salido muy bien. Y me agradeció diciendo que este había sido el mejor cumpleaños de su vida.

A partir de allí durante nuestros encuentros sexuales me fui animando a usar cada vez más palabras sucias y debo decir que el cambio en ella fue casi inmediato. Ella también pasó de usar palabras pulcras y recatadas a frases sucias y excitantes. La primera vez que la oí decir 'verga' tuve una eyaculación y eso arruinó la penetración. O eso pensé, porque fui sincero y se lo conté y su reacción me sorprendió. Sacó el semen de su vagina y se embadurnó el vientre, parte de sus senos y su cara mientras lo saboreaba. Buscó el consolador que le había regalado y se masturbó hasta que terminó. Yo le ayudé chupandole sus pezones para que lograra el orgasmo.

Había logrado que mi novia empezara a hablar sucio. Pero solo ocurría durante el sexo. Solo pasaba cuando esta excitada. Fuera de contexto era una mujer muy recatada. Esto era una contradicción para mí porque sus fotos en redes ligeramente atrevidas y la conversación que un día encontré me sugerían otra cosa.

De nuevo entendí que mi novia me amaba pero disfrutaba ser deseada por otros y tenía unas fantasías ocultas.Pero yo ya las conocía.

Así que mi plan era que en el día a día fuéramos un poco más pervertidos. Leí numerosos artículos en internet y entendí que debía dar el siguiente paso para eliminar mis celos y llevarla hacia expresar más su sexualidad y sensualidad.

Eso iba a incluir influenciarla a subir una foto muy sexy a instagram y salir con ella un día sin que llevara brasier para que se le marcaran los pezones y otros hombres le miraran las tetas. Por supuesto debía llevarla a esto sin proponérselo directamente y principalmente debía tener tener el valor de aguantarlo y asumirlo.

Ric69

Soy hombre heterosexual

visitas: 5667
Categoria: Fantasías
Fecha de Publicación: 2021-01-03 21:36:01
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2 Comentarios

Que buen Regalo!!! con eso lograras que poco a poco se deshiniba mas y se vuelva toda una hotwife. muy buen relato, felicitaciones.

2021-01-05 16:06:09

Excelente relato.

2021-01-05 04:24:58