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Cuernos Consentidos - Inicios

Soy hombre hetero, nacido y criado en Bogotá, Colombia. Desde mi adolescencia, cuando empecé a salir con mujeres y a tener mis primeras relaciones "formales", siempre fuí bastante celoso en lo que tenía que ver con mis parejas, no lo sé, posiblemente tenía inseguridades pero era algo complicado de manejar, perdí dos parejas por esa razón.

Corría el año 2013, me encontraba realizando mi carrera como ingeniero en una prestigiosa universidad y fue allí donde la conocí; Alejandra... una mujer de 21 años hermosa, trigueña, de cabello negro, liso y largo casi hasta la cintura, no muy voluptuosa pero delgada, bien proporcionada. Empezamos a salir y nos enamoramos, fue como dice el cliché: "amor a primera vista". Sin embargo, llevando algo así como 3 años de relación como novios teníamos muchos problemas, celos, desconfianza de parte y parte. La situación se empezaba a hacer insostenible hasta que sucedió... un día mientras me dirigía hacía su casa a visitarla, la llamé antes de tomar camino pero no me contestó, a pesar de que insistí, no contestaba. Quién ha experimentado los celos me dará la razón, poco a poco y con cada llamada sin respuesta uno empieza a perder la paciencia y lo invade un pensamiento de desconfianza muy fuerte que poco a poco va incrementando.

Al llegar a su casa, oprimí el timbre pero no abría y enseguida lo imaginé, tan claro como el agua: Ella desnuda con otro hombre, fornicando, ignorando mis llamadas y mi presencia en su puerta. No puedo negarlo, me enloquecí pero cuando estaba en el punto más alto de los celos, ella abrió la puerta, en pijama, con ojos de dormida. En seguida me di cuenta que todo habia sido solo una mala jugada de mi mente, pero también me di cuenta de algo y es que en el fondo, en medio de esa sensación tan sobrecogedora de celos, existía un pensamiento oculto, una idea que enseguida me perturbó, porque me di cuenta que en el fondo quería que lo que había imaginado fuera real. Desde ese día detecté que más allá de los celos que sentía, muy en el fondo había una sensación de excitación al imaginar la escena de ella siendome infiel.

Aun así, traté de no prestarle atención a ese pensamiento, pues se me hizo muy descabellado e igual los celos eran más potentes como para darle rienda suelta a esa idea loca.

Con lo que no contaba, es que desde ese día la sensación de excitación que había sentido iba a empezar a crecer, poco a poco, con cada ataque de celos, hasta tal punto en que empezó a sobrepasar los celos y empecé a desearlo fuertemente, a fantasear. Desesperado investigué lo que pude en internet sobre lo que me estaba sucediendo y descubrí que contrario a lo que me imaginaba, no era algo tan anormal, encontré muchos sitios web que hablaban del tema, foros, páginas de relatos como ésta y por supuesto... porno, muchísimo porno en donde vi mi fantasía reflejada.

Por largo tiempo lo medité hasta que decidí que debía contarle a ella lo que me estaba sucediendo, no podía con ese nudo en la garganta, así que un día mientras teníamos relaciones lo dejé salir:

- Amor, que rico sería verte tirar.

- ¿Qué? ¿De qué estás hablando? - Me respondió.

- Hablo de que sería muy interesante verte teniendo un orgasmo, como una película porno pero en vivo. - Repliqué.

- ¿Qué?, o sea, ¿quieres que nos grabemos?

y me dejé ir:

- No, no me estás entendiendo, digo que sería muy rico verte con otro hombre.

Nunca olvidaré su cara ni sus palabras:

- Estás loco... No hay manera de que yo haga algo así, no juegues conmigo.

Ella se ofuscó bastante (o al menos esa fue la reacción que mostró en ese momento) así que decidí dejar el tema de ese tamaño y no volverlo a mencionar. Pero claro, fue imposible. La fantasía era tan embriagante, tan potente que me fue imposible guardármelo, inevitablemente seguí proponiéndoselo, obvio con respuesta negativa en todas las ocasiones.

Finalmente un día, luego de cerca de 6 meses de insistir, mientras teníamos relaciones y jugabamos con un consolador, intentamos una doble penetración, yo por la vagina y el consolador vía anal y fue como si ella descubriera el placer por primera vez. Cuando el consolador finalmente ingresó por completo, ella no paraba de gemir, lo máximo que acertaba a expresar era:

- ¿Qué es esto tan delicioso? 

Y claro, yo aproveché el momento y dije:

- Claro, imagínate... si así es con un consolador, imagínate si fuese otro hombre...

Y con ese comentario ella explotó en un orgasmo muy potente.

Ese fue en mi opinión el punto de inflexión. A partir de ahí siempre que le planteaba el tema su respuesta ya era algo más positiva:

- Mmm ok... si, debe ser deli... pero a mi me da miedo. Tu sabes que a mi me importa el que dirán y no quiero terminar siendo tildada de puta. Además, ¿a ti no te da miedo que eso dañe nuestra relación?

- Si, claro que es una posibilidad que temo, pero mi fantasía es muy fuerte como para ignorarla. Quiero vivirlo.

- Mmm ok... pero igual yo no sé con quién y no voy a involucrar a mis amigos en esto. El tercero tienes que conseguirlo tú.

Gran problema, me había concentrado tanto en insistirle que lo experimentaramos, que no había siquiera pensado en eso... ¿Quién?. Empecé a pensarlo pero por más que le daba vueltas no se me ocurría nadie apto. No quería que fuera un desconocido, pues consideraba que era algo peligroso y de mi circulo social cuando pensaba en mis amigos me invadía la vergüenza de tener que plantearles la situación. 

El tema continuó así, teníamos relaciones y fantaseabamos con la situación, pero pues no la podíamos materializar, hasta inicios de Octubre... corría ya el año 2017 y para un cumpleaños de una amiga de ella, decidimos hacer una pequeña fiesta. No había mucho presupuesto así que la hicimos en mi casa. Todo esa noche iba normal, hasta que empezamos a poner música para bailar rico (si... reggaeton) Estando en esas, tocaron el timbre, era un amigo que acababa de llegar, así que tuve que bajar a abrirle pues en mi edificio no había portería. Cuando regresé arriba me encontré con que habían apagado luces y estaban la mayoría bailando sensualmente en parejas, no veía a Aleja por ninguna parte, hasta que la encontré, estaba bailando con mi mejor amigo... Sentí celos si, pero también una sensación de calor y arrechera muy fuertes.

Finalmente la canción acabó y ella fue a sentarse junto a mi. Tan pronto se sentó me acerqué a su oido:

- Que rico te veías bailando con él. - dije.

Ella me lanzó una mirada de molestia y simplemente dijo:

- Ay, no empieces con ese tema... además es tu mejor amigo, ¿qué te pasa?

- Piénsalo bien, es mi mejor amigo, por tanto confío plenamente en él. Por un lado se que nos guardaría el secreto y por el otro, se que no nos juzgaría.

Ante eso, ella lo observó (El estaba en la otra esquina de la sala bailando con otra mujer) y dijo:

- Pues lo peor es que si aguanta mucho.

Deben saber que el es un hombre muy bien parecido, buena pinta, mucho gimnasio, definitivamente yo sabía que para ella era muy atractivo así que insistí, pero ella finalmente dijo que no, que le daba vergüenza que el pensara mal de ella, que por favor dejáramos el tema hasta ahí.

El resto de la noche transcurrió sin mayor acontecimiento... pero yo ya había dado con el objetivo para hacer realidad nuestra fantasía.

Continuará...

CamiloCuck

Soy hombre heterosexual

visitas: 1905
Categoria: Hetero: Infidelidad
Fecha de Publicación: 2021-01-07 05:02:45
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3 Comentarios

Amigo excelente relato, muy buen contado. Que delicia.

2021-01-10 12:54:29

Q buen relato muy real..... Me siento identificado...

2021-01-08 07:44:15

Va muy bien... Esperamos la continuación !

2021-01-07 13:06:02