Quiero contarles cronológicamente mis historias, desde que era un jovencita sin experiencia, hasta ahora que tengo 35. Empezaré con el día que tuve sexo con tres hombres. Tenía 17 años y tenía un novio muy bravo como de 25 que vivía en Pereira y yo viajaba de Manizales a visitarlo. Un domingo viajé para encontrarme con el en un apartamento que me prestaban. Pero al ver que no llegaba, llamé a pedir un domicilio para almorzar sola. (En ese entonces no teníamos celular) cuando me llega el domicilio en manos de un hombre de unos 20 años, bronceado, ojos claros, un papacito y lo hice seguir; muy seguramente me lo comí con la mirada porque me habló muy cinfianzudo y me dijo que si me acompañaba a lo que le dije que si. Se me olvidó que tenía hambre, porque  al fin no almorcé. Sino que nos metimos a la habitación  y tuvimos un delicioso encuentro sexual, en el que el domiciliario se me vino en los senos. Cuando estábamos terminando apenas la faena, me llamó mi novio que ya iba para ese apartamento y le tuve que decir al tipo de los domicilios que se fuera rápido  que venía mi novio. El cómo que se sintió mal  se fue. Creo que iría en la puerta cuando llegó mi novio y me encontró recién bañada y (recién comida), me besó, me calentó y tuvimos el sexo más rico del mundo porque yo lo estaba haciendo con la lujuria de saber que le había sido infiel minutos antes. El me besaba los senos que hasta hace poco habían estado llenos del semen de un desconocido. Y me hacía sexo oral donde ese desconocido había metido su verga. Y eso a mi me parecía súper excitante. Nos vinimos delicioso y ahí si fuimos a la cocina a comer entre los dos el domicilio que era mi cómplice. Ya en horas de la noche, un médico amigo de la familia, fue a ese apartamento a llevarme unos documentos para mandar para Manizales. Y yo no sé yo por qué estaba tan traviesa ese día que vi con otro ser ojos ese doctor. Me pareció como tan emocionante seducirlo teniendo a mi novio en la habitación, que le dije que estaba muy guapo, y él de una me correspondió diciéndome que yo también. Pero que si yo estaba acompañada a lo que le respondí que si, que estaba con mi novio. No nos importó sino que empezamos a besarnos ahí en la sala y el me levantó la blusa y me chupó los senos. Yo ardía de pasión de saber que y ahora llevaba tres bocas sobre mis pezones en pocas horas. Y le metí la mano dentro del pantalón y tenía su rica verga parada y lubricada lista para mi. Entonces me hizo sacar la mano y me acomodó parada pero agachada para poderme  penetrar, creo que el tenía intenciones de comerme porque llevaba un condón. Y me penetró pocas veces y se vino. Yo no me vine pero disfruté la adrenalina. El doctor se llevó el condón en el bolsillo y sin ir al baño se tuvo que ir antes de que mi novio nos descubriera. Yo fui al baño a hacerme la que iba a orinar, me limpié y regresé a la habitación donde mi inocente noviecito. El nunca supo de mis infidelidades. Creo que por eso me gustaba más ser infiel. Les seguiré contando mis aventuritas. Besos