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¿Qué podría valorar una mujer para decidirse por un hombre maduro?

A raíz de la segunda ola de la covid 19, decidí con mi esposa pasarnos una semana cerca a la playa sin los hijos y sin los nietos, han sido unos días muy agradables compartiendo nuestra soledad, nuestra intimidad que se ha manifestado incluso en la forma de vestir.  Mi esposa ha pasado gran parte de las mañanas en baby doll o en cacheteros, con blusas muy escotadas y vaporosas, el brassier pasó a ser prenda olvidada. Tomando el sol en el balcón escuchando el remor del mar cercano y el silbar del viento tropical.

En una de esas tardes cuando el sol se inclinaba en su ocaso pregunté a mi esposa, al calor de unas mimosas, que si comparaba nuestros encuentros sexuales de estos tiempos con los de aquellos de cuando nos casamos que cuales eran los mejores, luego de una pausa me respondió que el caso no era de comparar, que eran dos tiempos diferentes, con otra manera de ver la vida, admitiendo que si en aquel momento hubiese tenido la experiencia de vida de hoy de seguro habría disfrutado mucho más esos encuentros. Y si hoy te pusieran a escoger entre hacer el amor con un hombre joven y uno maduro como yo, que harías?. Con calma apuró un sorbo de la copa y con una ligera sonrisa dijo: no creas que no lo he pensado y tu lo sabes, pues en nuestras fantasías haciendo el amor  hemos traído a la cama a hombres jóvenes y te has dado cuenta que me gusta, pero sabes qué, siguió diciendo: todo depende de lo que se quiera me explico: si lo que estuviese buscando fuese sexo fuerte, sentir la dureza del miembro, que me cojan más de una vez, si lo que estuviese buscando fuese reafirmar que aún puedo enloquecer a un hombre a pesar de mis años, provocarlo, en fin sentir un sexo salvaje, no hay duda que preferiría a un hombre joven e incluso, si como en nuestras fantasías eso sirviera para potencializar tu disfrute, me cogería a un joven. Pero fíjate, para pasar una tarde como esta, en la tranquilidad y soledad en la que estamos, disfrutando de estas mimosas, este manchego y estas aceitunas, te prefiero a ti que me acaricias con tu mirada, que no tienes prisa, que tienes la paciencia para esperar ponerme a punto, tocar y retirarte. Te prefiero a ti que como hombre maduro, hombre mayor, sabes ser atento, procuras adivinarme el pensamiento no solo en lo que quiero desde lo sexual sino desde lo emocional. Te prefiero a ti que como hombre mayor tienes el control sobre ti, lo que posibilita que me esperes, que pienses en mí cuando estamos copulando para que no quede insatisfecha; mira mi amor, continuó, tu ventaja está en que mientras un joven cree que su fortaleza, su atracción está en las veces en que se pueda venir y en la dureza de su pene, pensando en su sola satisfacción considerando muy poco darle placer a su pareja, tu con una sola eyaculación, consigues que yo tenga dos o tres orgasmos y quede plena y como tu bien lo sabes, sea yo la que te diga: ya está bien, vente tu, vente ya porque me dejas exhausta. Y para que no me preguntes más te digo, para una noche loca de puro sexo de sentirme puta, me cogería a un joven, pero para gozar y disfrutar el encanto de este paisaje que está frente a nosotros, una mirada lasciva, lujuriosa y al tiempo en su momento oportuno, prefiero a un hombre maduro, ese que además me sabe lucir, me sabe mostrar y me permite sin problema que me exhiba a mi gusto y me cubre de placer, de sexualidad con la serenidad de los años que atenúan el desespero y ansiedad de quien no cuenta con ellos. Escuchado lo anterior me acerqué más a ella y sin decir palabras tomé el aceite bronceador extracto de zanahoria y comencé a frotárselo por su cuerpo, deteniéndome en sus nalgas y luego de despojarla de la parte superior del bikini acariciar tiernamente sus erectos senos, la excitación fue creciendo para ambos, ante la posibilidad que desde algún otro balcón nos estuvieran observando. Al irnos hacia dentro de nuestro apartamento, ella caminando delante de mí bamboleando sus redondas nalgas, habiendo dejado la parte superior del bikini tirada a un lado de la solera sin haber tenido sexo y dispuestos a bañarnos para luego preparar juntos unos espaguetis frutti di mare, terminé de comprender las respuestas de mi esposa y me dije, puede tirarse al joven que le de la gana pues finalmente lo que ella aprecia y la hace feliz, se lo doy yo, sin gracias a mis años

peiba

Soy hombre heterosexual

visitas: 824
Categoria: Hetero: General
Fecha de Publicación: 2021-01-29 00:00:41
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1 Comentario

Dile a tu esposa que muchas gracias por esas palabras de ánimo

2021-01-29 01:48:50