Era el mes de octubre del año 2010, yo tenía 15 años, él tenía 28 años, faltaban 4 meses para cumplir 16 y por cosas del destino, nos hicimos amigos en Facebook. De una me llamó la atención, era un hombre muy lindo y se veía muy joven, aparentemente, con una familia feliz.
A mis 15 años inicié mi vida sexual y me había dado curiosidad estar con un hombre mayor y casado, lo tenía como fantasía.
Retomando a lo importante, un día por x ó y motivo, me comentó una foto y de ahí empezamos una mini conversación que llevó a agregarnos al Messenger, lo que hoy en día ya está obsoleto. En fin, tuvimos nuestra conversación para irnos conociendo. Con el paso de los días, las conversaciones ya eran más seguidas y era muy atento conmigo. Lo que restó de ese año, no nos llegamos a ver físicamente, pero sí nos envíamos fotos, nada comprometedor. Ya me había dicho que estaba casado, con dos hijos, y eso lo hizo aún más interesante para mí.
Llegó enero del 2011 y ya las conversaciones empezaban a subir entre los dos, y ya me decía que yo era su fantasía, que quería estar con una colegiala y eso desató de una en mí, un deseo más grande todavía por estar con ese hombre.
Cuadramos un día en que me iba a recoger para llevarme al colegio. Esa fue la primera vez que nos vimos, me recogió a una cuadra de mi casa, para llevarme al colegio, yo ya sabía que iba a haber besos y caricias, así que me puse una tanguita solamente, no llevaba nada más debajo de la falda del uniforme, ya en el camino, nos íbamos tocando, me metía la mano debajo de la falda y lo que sentí cuando pasó sus dedos sobre mi vagina, fue tan maravilloso y excitante, que me hizo mojar de una, él sintió lo que había causado en mí, parqueó el carro y me empezó a besar y a masturbar, yo gemía, le agarraba la mano como diciéndole no pares, luego empecé a desabrochar la correa, después el pantalón y le metí la mano dentro del bóxer y lo tenía super duro y mojado, se me hacía agua la boca y la vagina al sentirlo así, pero ese día no dejó que le hiciera nada, quería que todo el placer se concetrara sólo en mí, y así fue. Estaba tan excitada que no tardé mucho en tener un orgasmo, mi primer orgasmo de verdad, la cara de ese hombre luego de ver lo que había conseguido, era única, no sé ni cómo describirla. Ese día llegué al colegio más que extasiada, y de una me fui a cambiar la ropa interior y a ponerme un short, tenía una cara de ponqué, que no podía con ella. Fue de los días más intensos a nivel sexual, de mi corta vida, hasta ese momento.