Eso fue cuando La Piscina quedaba en el Barrio Pilarica en Medellín, yo fui con mi pareja de la época que la llamaré Clara, ella una mujer que en ese entonces tenía 37 años y yo 22; ella una mujer hermosa llena de tatuajes, acuerpada, sexy y con un aroma en todo su cuerpo delicioso; yo a esa edad un tipo joven con algunas experiencias sexuales pero nunca como lo que pasaría en ese bar esa noche. 

Llegamos a eso de las 8:00 pm después de haber comido algo, allí recibimos las llaves del guardarropas y un poco tímidos nos fuimos despojando de la ropa hasta quedar totalmente desnudos y con las toallas; de allí fuimos al bar y pedimos algo para tomar e ir iniciando la noche. 

Poco a poco fuimos entrando en ambiente, comenzamos a bailar, conversar más fluidamente y dejarnos ver un poco más sin ropa y besándonos y acariciándonos con los pocos asistentes que habían a esa hora; ya el licor comenzó a causar efecto y comenzamos cada vez más a manosearnos, bailar en la pista sin ropa y conversar con los asisentes. 

En un descuido, siento que Clara se pone de rodillas y me empieza hacer el mejor sexo oral que había tenido por esos día, sería por el trago o por la emoción de la escena en medio de la demás personas, me vengo en su boca y después de terminar nos damos un beso demasiado apasionado. 

Después de eso, le digo que nos vayamos hacia el jacuzzi que quería estar con ella allí, comencé hacerle sexo oral y ella termina en mi boca, una pareja se nos acerca con la que ya habíamos conversado y compartido unos tragos y la dama de aproximadamente unos 50 años, comienza a besar a Clara y masturbarla a mi me pide que le chupe los senos y que la manosee y asi continuamos un rato. 

Con posterioridad y después de unos tragos más, subimos al segundo piso para tratar de estar solos un rato y así estuvimos por algún tiempo, pero a la deliciosa cincuentona con la interactuamos en el jacuzzi se nos volvió a unir pero esta vez con su pareja. 

Ellas comenzaron con un beso apasionado y yo haciéndole sexo oral a Clara cuando escucho que el Señor Carlos (pareja de la cincuentona) me pide que le haga lo mismo a su pareja y que él le hará lo propio a mi Clara por lo cual yo sin ningún reparo y ya con algunos tragos encima accedí. 

Después de mucho sexo oral y de que nuestras lenguas pasaban del cunnilingus al beso negro; pasamos a que yo penetraba a la cincuentona por detrás y Carlos era feliz con que ambas le hicieran sexo oral; hicimos y deshicimos en ese segundo piso por un buen rato, hasta que llegamos al punto de querer parar para hidratarnos y seguir bailando y disfrutanfo del lugar. 

Rato después y antes de cerrar el lugar, se nos acercan estos dos personajes con quienes compartimos otros tragos, intercambiamos teléfonos con la posibilidad de volver a interactuar después y hasta ahí llegó la noche. 

No nos volvimos por alguna circunstancia a comunicar con la pareja y lastimosamente, la hermosa Clara ya no está en mi vida pero quisiera que volviera aparecer, para recordar viejas épocas y tal vez volver hacer cosas como las anteriores.