Guía Cereza
Publica tu Experiencia

Relatos & Experiencias

Vacaciones inolvidables

Hola a todos y todas; estoy de nuevo por acá trayéndoles otro relato mío; agradecido por los comentarios. Después de mucho insistirme, y de algunos encuentro interesantes y otros, no muy interesantes; he decidido contar mi primera vez, solo diré que fue un par de años antes de mi aventura con el casado; y que además, fui totalmente pasivo, claro que es una historia de closet. No siendo más, espero que la disfruten.

Siempre supe mi inclinación; más nunca fui afeminado o cosas así, aunque en esa época el internet no era tan bueno, llevaba meses mirando porno gay, fotos; mas que todo, el poquito porno en video que me llegaba era hetero. Resulta que para ese tiempo; mis padres consiguieron pagar un viaje al mar, al cual fuimos todos, y disfrutamos; allí conocí al tío Elmer, hermano de mi madre, el cual vivía cerca al mar, y pues fue el que ayudo a mis padres a conseguir todo mas barato. Bueno, resulta que en esos días, yo me mantenía todo caliente viendo a los hombres en la playa y así, fueron quince días de disfrute; pero lo interesante paso a la mitad del tiempo antes venirnos de regreso a Medellín. 

Resulta que después de haber salido a comer, por la noche, estaba al borde de la piscina, sentado en esas esterillas blancas, como camitas de sol; y tan caliente, que saque el celular al no ver a nadie, y empecé a mirar algunas fotos porno de hombres que tenia en el celular, estuve así un rato, hasta percatarme que mi tío estaba detrás de mi, viéndome tocarme y mirar las fotos, pase el susto más tenaz, pero el me dijo que eso era normal, que tranquilo, que si quería; mañana me quedara en las cabañas, y el me explicaba mas. 

Bueno, al otro día me hice el enfermo, y me quede en las cabañas, mientras que el resto de mi familia se fue a una isla, desde temprano, y llegaban el otro día; yo me quedaba con el tío, de plena "confianza" de mi madre. Aprovecho y lo describo; Elmer era viejón; moreno, de hecho medio hermano de mi madre; el tío costeño que llama uno; muy acuerpado, y peludo; algo gordo, de barriga, pero no mucha, de esos que le encantaba el vallenato y así.

Bueno, el fue y me invitó a desayunar, y después regresamos a las cabañas, en donde me empezó a hablar del tema gay; me hablo largo y tendido, y claro; yo fui relajándome con él, hacia una que otra pregunta ocasional, y me decía que él era bi, pero de closet, que en la familia estaba mal visto; pero que es algo muy bueno que yo estuviera seguro y así; después almorzamos ahí mismo en las cabañas, y cuando menos pensé; después de un par de cervezas, estábamos bailando vallenato, si; entonces el me dijo; - vea sobrino, como buen gay que usted es, tiene que besar a un hombre, ¿ya beso algún noviecito?- , - no tio- respondí, entonces me fue apretando, fuerte en la espalda, yo no dejaba de mirarlo mientras acercaba sus labios, - haber mi cagalechita, cierre los ojos y déjese enseñar-, yo no dije nada, solo cerré los ojos, y pum; sentí como su lengua iba rodeando mis labios y adentrándose en mi boca, tanteandome la legua, yo medio la movía, entonces el termino su beso, -¿ve?, ¿le pasó algo?-, dije no con la cabeza, seguíamos bailando vallenato; -ahora voy a ir mas allá mi cagalechita- , -tio, ¿Cómo así que cagalechita?- pregunté, - vea sobri, es muy simple, recuerde lo que le dije ahora, en los gay hay tres grupos, los activos, que son los que ponen la leche, los versátiles, que ponen la leche y algunas veces el culo, y los pasivos que son los que ponen el culo para que se los llenen de leche- , -¿la leche?- , - si mijo, lo que viene de la monda, del pene mi cagalechita, yo le enseño hoy a usted pero claro, usted va a ser el cagaleche- no dije nada, entonces mi tío empezó a tocarme, yo ya no estaba nervioso, sino curioso, y mi pene se estaba parando, y en mi trasero, algo sentía, mi tio acerco su cuerpo del todo y logre sentir su pene, me dio mucho morbo enseguida, demasiado, cuando de pronto, sentí un tirón en mi ano, me dolió muchísimo, y me ardió demasiado, me salí del abrazo de mi tío, el había metido un dedo en mi ano sin aviso, mientras me manoseaba, logre sacar su mano de entre mi pantaloneta, lo mire feísimo, y salí corriendo, el fue detrás, yo entre de una al cuarto, estábamos al lado de la piscina; y cerré con seguro por dentro. 

- Venga Carlos, no le vaya a decir a su mama, pero ni que a usted nunca se lo hubieran comido, lo iba a preparar sobri- me decía él desde afuera del cuarto, yo adentro, entre nervioso y excitado, recordaba la sensación de su pene a través de su ropa, pero a la vez acobardado, me decía que si así era el dedo, que como sería todo el pene, pasaron por ahí dos horas en esas. El siguió insistiendo todo el tiempo, y yo, al final termine convenciéndome a mi mismo, ya era tiempo de dejar las pajas, y si era con el culo, pues que así fuera.

AL fin le abrí la puerta, - venga sobri, dejemos aca, no le diga nada a su mama, y listo, hagamos como si no pasó nada- me dijo el tío, yo le indique que pasara, adentro, aparte de la cama, había un baño, un televisor y un sillón, - bueno Elmer, tranquilo, no le voy a decir nada de lo que me ha hecho, ni de lo que me va a hacer, solo quiero que me haga gritar en mi primera vez y guardamos el secreto- le dije cerrando la puerta y quitándome la pantaloneta, pensé: "adiós culito mío, hay espero resistir".

Para mi sorpresa, mi tío salió de mi habitación, y a los poco minutos regresó, con un buen tarro de vaselina, yo ya estaba desnudo del todo, con una arrechera tremenda, y a la vez con un miedo tenaz, mero tembleque. - bueno mi cagaleche, usted esta muy asustado, y si se la meto así, lo desgarro, primero lo tengo que preparar, las lenguas educadas, le dicen dilatar, y las lenguas educadas le dan una buena chupada a su pasivito, pa relajarlo- dijo mi tío y se me acerco, sin desvestirse, me hizo sentar en el sillón, se arrodillo y empezó a darme la primera mamada de mi vida, se metió todo mi pene enterito a la boca, hasta medio ahogarse, me iba pajeando, y me tocaba las bolas, no resistí mucho, me vine a los pocos minutos, el logro quitarse, el semen cayo sobre el suelo y el sillón, estaba jadeando, -tío, ahora yo- , - no mijo, ya esta relajadito, uno como activo tiene mucho trabajo, ahora tengo que prepararle el culito, dese vuelta cagaleche-, yo le obedecí, quedando casi en cuatro para el, recostado sobre el sillón, dándole la espalda a él, apoyaba mis brazos sobre el sillón, entonces empezó a acariciarme las nalgas, muy rico; - vea, si algún día  se va a culiar a alguien cagalechita mía, tiene que hacerle la prueba de los tres dedos-, dijo untando su dedo índice en vaselina y metiéndolo en mi ano, yo me estremecí recordando el dolor anterior, pero; no dolió, se sintió rico, mientras miraba, - ¿ya me lo vas a meter?- , - faltan dos dedos más- respondió mientras empezó a darme dedo, me gustaba, me gusta, gemía suavecito, al rato me dio una nalgada de la nada, -otra- pedí, y otra me dio aún mas fuerte, me puse durísimo, -¿ya?- pregunté, -aún falta un dedo-, mire hacia atrás, me seguía dedeando ya con dos dedos, ni sabia cuando me había metido el segundo, de pronto se detuvo, -ya, con dos dedos fue, ya no aguanto, te voy a culiar sobri-, no dije nada, solo me quede mirando, mientras el al fin se bajaba el jean, si; no se desnudo, solo se bajo el blue jean y vi ese monstruo, si, hasta ahora, no he tenido muchas experiencias con penes de semejante tamaño, abrí los ojos, -tranquilo sobri, yo te pongo a cagar la leche con mis 20 centímetros de monda- dijo mientras se embadurnaba su pene negro y si, depilado, de vaselina. 

Y allí estaba yo, excitado; viendo como mi tío costeño me iba a abrir el ano, por primera vez; él fue acercando su pene, la vaselina la sentí fria, fue adentrando su glande, suavecito; yo me mordí el labio, que hijueputa dolor senti cuando el iba empujándose adentro de mi, pero a la vez el morbo y el placer, ese placer de tener a un hombre dentro de ti, esa sensación que estalla adentro de tu ano al acoger ese pene entre tus esfínteres, solté mi primer grito; -Haaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa, vida hijueputa, que delicia papi-, el siguió penetrándome suave, pero firme, hasta llegar al fondo, su pene no entro del todo, yo lo seguía mirando; -y vos por qué me miras así, te ganaste otra nalgada, mi cagaleche paisita, hay mi primer paisa-, dijo; me dio otra nalgada, -mas- dije, entonces me dio otra, me agarro de la cintura, -bueno sobri, ahora si empieza lo bueno-. medio lo saco y pum, una embestida con fuerza, muchísima fuerza, - haaaaaaaaaaaaaaa, si- decia yo en mi dolor /placer, que cada vez era más placer que dolor, y de nuevo otra, y otra, y otra; empezó a encularme duró, no le importó que fuera primerizo, me agarro el pelo mientras me daba en el sillón; - hay si, si, si, dame, dame- decía yo; - pero que estrecho sobri, esto esta muy bueno- entonces me jalo hacia él, quede medio de pie, arrodillado en el sillón, me abrazo por la espalda pegándome a él y, se vino adentro de mi, sentí su leche caliente adentro, esa sensación me hizo venir a mi otra vez. 

Estuvimos así un instante, las piernas me temblaban, y las nalgas me ardían de las nalgadas, sentí como su semen escurría adentro de mi, una delicia. gire la cara y él me beso. me desengarce de su pene; yo ya estaba todo flácido, pero con mucho morbo, sin darme cuenta, hacia algunos minutos que no sentía dolor, me senté de nuevo en el sillón, -hay tío, fue maravilloso, todo- , -como así que fue, quien le dijo a usted que terminamos, vaya encarámese a esa cama mi cagaleche, le voy a seguir dando-.

Claro que hice caso, aunque ya yo tenia dos polvos hechos, el morbo era mucho,  y a los pocos instantes, estaba boca arriba en la cama, con dos almohadas debajo de mi cintura, y mis piernas sostenidas con mis brazos ofreciéndole de nuevo mi ojete destrozado a mi tío. Él seguía duro, se subió sobre mi, y de nuevo me penetró, pero esta vez no dolió, en esa posición vi que no alcanzaba a meterme todo lo que me había metido, pero no importaba, sus embestidas seguían siendo duras, entonces me cacheteo, -otra- respondí mientras me seguía dando, me empezó a pajear en esa posición hasta hacerme venir, y el volvió a llegar en mi. 

Me beso largamente después de su segundo polvo, yo estaba lleno de semen, el mío en mi abdomen, y el de él, adentro de mi ano, y escurrido entre mis nalgas y mis bolas. -Vea sobri, perdóneme las nalgadas y las cachetadas, es que yo cuando me estoy culiando a alguien, me sale- , -me gustaron tío-. 

Hablamos otro rato mas que todo sobre sexo, hasta que empezó a caer la tarde, a anochecer, entonces sonó el celular mío, no conteste, sonó el de él, el si contesto; eran mis padres, que al final no se iban a quedar en la isla, que se habían regresado y que iban a una discoteca para que fuéramos, mi tío les dijo que ya íbamos. -tío, otro ratico si, vea que los dos la pasamos bien-, le dije cuando colgó; él estaba algo flácido ya, pero cogió la vaselina y se sentó en el sillón, -venga pues pa acá, pero usted ya se esta cerrando, le va a doler- ,- no importa- dije. 

ÉL me dio ciertas instrucciones, para sentarme en él; todo lo hice al pie de la letra, me fui sentando despacito en su pene lleno de vaselina nuevamente, pero estaba tan caliente , que a medio camino me deje caer, que ardor tan hijuemadre, y que placer tan delicioso, el me abrazo por la espalda. -bueno, así puedes subir y bajar, o dar como giritos con la cintura-, cuales giritos, yo cogí ese sube y baja a lo loco mientras sentía sus piernas y su barriguita por debajo de la ropa, me volví a botar, y él también; pero el seguía duró y yo seguí cabalgándolo, sonó el celular otra vez, él contestó, -ya vamos, ya vamos, que eso queda lejos- dijo y colgó; -bájate, bájate te echo la leche en la cara-, yo obedecí, me levante de él, me arrodille y el se vino en mi rostro, sobre mi boca, mientras se masturbaba. 

Guardamos las sabanas, o las guardo él, y nos metimos a bañar, juntos, ahí me requetemanoseo, y trato de volverme a penetrar, pero ya estaba demasiado flácido y no pudo, de ahí nos fuimos con la familia a una noche mágica, recuerdo que aunque no bailo conmigo allá, me dedico entrégame tu amor.

El resto de las vacaciones fueron geniales, no pudimos tener mas sexo, pero si mucho morbo, y una que otra vez sus dedos exploraban mi ano, después regresamos a Medellín, y para mi pesar, a los años el migro a estados unidos, el morbo sigue de vez en cuando, aún mas después de que salí del closet, y mi primera vez quedó allí, en esa mágica ciudad de Santa Marta, con Elmer y sus 20 centímetros de amor.

Relator69

Soy hombre homosexual

visitas: 2153
Categoria: Gay
Fecha de Publicación: 2021-03-28 05:05:30
Más Relatos Por Relator69
Compartir en:

1 Comentario

Delicioso !!!

2021-03-28 14:21:16