Yuli acompaño a su amigo a un sitio público, lugar el cual ella ya conocía y había visitado varias ocasiones, ella prefirió quedarse fuera y decidió el llamarme para vernos, a lo cual obviamente acepte, no tarde en llegar y al verle quede deslumbrado estaba bellísima, dialogamos por un tiempo adelantando detalles que habían ocurrido en nuestras vidas en esos meses en los cuales no nos habíamos visto.

En un momento se agacho para atar sus zapatillas, en ese momento fue imposible el evitar ver su escote y sus senos perfectos, ella lo noto, es más considero que lo hizo a propósito para ver mi reacción, ya no podía disimular que le estaba viendo sus senos; ¿me pregunto que me parecían y si me gustaría verles desnudas en ese sitio?, mi mente volaba de emoción, obviamente quería verles desnudas pero el lugar no era el indicado ya que había mucha gente y podrían descubrirnos.

Sin embargo, le dije que podríamos intentarlo comenzando por tomarle unas fotos para mí, así fue tomamos algunas fotos donde ella se inclinaba un poco y dejaba ver algo de su escote, yo estaba a mil, en un momento mientras veíamos las fotografías ya tomadas, le abrace y le dije que quería tener fotos de sus senos desnudos para poder verle todos los días y disfrutar de tanta perfección. Ella simplemente se quedó mirándome y accedió.

Aliste la cámara y ella procedió a levantar la blusa y el sostén y con las manos estiro la chaqueta negra que usaba, yo miraba alrededor para ver si había alguien cerca o mirándonos, sentía que todos sabían lo que habíamos planeado, sin embargo, nadie estaba mirando, solo lo sabíamos ella y yo y eso era lo único que importaba. Me aleje un poco y aliste la cámara para poder tener varias fotografías de ese momento.

Temblaba mucho, al verle sus senos desnudos estaba muy excitado, es increíble como ella tiene esos senos tan perfectos, solo atinaba a tomar fotos tras fotos, ella sonreía, modelaba y a la vez me miraba con esa mirada única que me enloquecía, ella es malosa, pervertida y sobre todo recocherita, una combinación increíble. Después de algunas fotografías paramos para ver el resultado obtenido en la misma cámara, ella quedo satisfecha y yo quedé sorprendido porque tenía varias fotos bien tomadas en mi cámara, podría verlas cada vez que quisiera.

Miramos nuevamente alrededor y nadie miraba y al saber que podíamos hacerlo sin que pasara nada, lo volvimos a hacer, una de las fotografías que más disfruto es una en la que ella se agacha un poco y con un una mano pone uno de sus dedos en la boca, con la otra mano sujeta su chaqueta para que nadie vea y me mira, es una fotografía como para enmarcar.

Al salir su amigo no tuvimos otra cosa que despedirnos ya que ella no le había hablado de mí y nacerían muchas preguntas, esa misma tarde le envié el producto de la visita realizada, lo que supe unos minutos más tarde es que hubiese querido tomar más fotografías. Esta actividad la realizamos una vez más unos meses más tarde, aún veo sus fotografías para recordar esos momentos y esa adrenalina y susto que sentí, ya que la posibilidad de que nos vieran era enorme.