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Comienzos en el BDSM

Después de una relación de algunos años, Ricardo recibió una notica que le afecto bastante, el hijo que esperaba su pareja no era suyo, eso le afecto mucho y vivió meses donde no sabía que había hecho mal, o porque eso le pasaba justo a él, fueron meses duros y donde estuvo la gran parte del tiempo solo.

Pasaron algunos meses y aunque internamente estaba mal, aparentaba ante los compañeros de trabajo y conocidos el estar en perfectas condiciones. Un día una de sus amigas de trabajo (Adriana) se acercó para dialogar con él, ella era casada, tenía 2 hijos y por lo que Ricardo sabia su relación no era muy buena ya que ella a veces le comentaba sus problemas con el esposo.

Ya tenían una confianza, ya que se contaban sus problemas y se aconsejaban posibles soluciones, tal eso hizo que Adriana se acercara a él, ¿para saber cómo estaba y como podría ayudarle? Eso hizo que Ricardo teniéndole confianza le contara en realidad como estaba y que sentía. Adriana le acompañaba y sugería posibles soluciones y hasta le invito para que se vieran fuera del trabajo y tomaran algo.

El termino aceptando y se vieron esa misma tarde, los dos estaban dialogando de todo lo que había pasado a cada uno de ellos, en un momento el soltó una frase que hizo que las cosas cambiaran entre ellos: Estamos tu y yo como para ser pareja y vivir la vida sin tantos líos. En un comienzo fue motivo de sonrisas, pero esa frase quedo en el aire y fue así como después de unos minutos mientras caminaban en el parque ella pregunto si lo que había dicho Ricardo en verdad lo pensaba como tal, ella no quería quedarse con esa duda.

Ricardo se quedó mirándole y le confirmo que en efecto eso pensaba el, ella sorprendida le pregunto ¿si a él no le molestaba que ella tuviese esposo?, este le comento que él sabía muy bien como era su relación y que ella merecía tener su espacio para vivir cosas nuevas y olvidarse de tantos problemas. Eso hizo que los dos comenzaran a pensar en el otro de otra manera.

Pasaron las semanas y un día ella se acercó a él para invitarlo a tomar algo después del trabajo, quería hacerle una propuesta, el esposo saldría por trabajo unos días y ella quedaría prácticamente libre ya que sus hijos estaban con su familia de vacaciones. Se vieron esa tarde y ella le propuso que salieran como algo más que amigos a ver qué pasaba, igual ya se conocían hacía ya un tiempo y no estaría de mal, que si era verdad lo que había dicho Ricardo, podría pasar algo entre ellos sin líos.

Ricardo la miraba pensativo intentando acertar si lo que decía Adriana era verdad o solo le estaba tomando del pelo, igual acepto, eso sí, él tenía una serie de reglas que quería discutir y que debían analizar antes de llegar a que pasara algo. Entre algunas de las reglas estaba que nadie más podría enterarse de lo que podría llegar a pasar entre ellos, no incluirían el corazón para nada, y solo sería el pasarla rico entre los dos y donde los dos disfrutarían de todo lo que pasara, si en algún momento esto cambiaba se terminaría el acuerdo. Ella acepto.

Ese mismo fin de semana se vieron, tomaron algo, caminaron y decidieron que estarían juntos, ese fue el comienzo de una serie de aprendizajes que tuvo Ricardo en el BDSM, Adriana tomo de cierta manera el control y sugería que el hiciera esto o lo otro, donde los dos salían beneficiados del placer, ella pedía que le tratara fuerte, que le nalgueara, que la hiciera suya, que la atara e hiciera con ella todo lo que él quisiera y que ella no se negaría.

Ricardo estaba extasiado de placer por todo lo que estaba viviendo, le cubrió los ojos y le dejo en ropa interior, tomo un esfero y lo paso por el cuerpo semidesnudo de Adriana, ella se estremecía y se mordía el labio, él sabía que lo que estaba haciendo era efectivo por la reacción de Adriana, acto seguido él le quito la ropa interior y ella accedía sin ningún problema, ella había llevado un plug anal, algo que él nunca había visto hasta ese momento, ella le dijo que revisara su cartera y sacara el objeto que tenía en una bolsita bien guardada.

Una vez afuera el sin saber que era, lo miraba con extrañeza, ella pidió que lo lubricara y que lo metiera en su ano, el quedo asombrado, ya que nunca lo había hecho, así que lubrico el plug y procedió a meterlo como ella lo había sugerido, pero antes de eso, él se acercó a su vagina y la lamio con un placer desbordante, ella se retorcía de placer, y pedía que hiciera lo que le había pedido, así que él lo hizo poco a poco, entro suavemente, y ella se revolcaba de placer mientras el plug ingresaba.

Acto seguido el no aguantaba más y le penetro con el plug dentro de Adriana, las sensaciones eran más fuertes y placenteras, Ricardo se vino dentro de ella como nunca antes lo había logrado, estaba asombrado del placer que había sentido el mismo y de ver a Adriana desinhibida y extasiada.

Estando abrazados en la cama él le pregunto ¿porque había sugerido todo eso y de donde había sacado ese objeto? Ella le comento que eso hacia parte del BDSM y que ese era un juguete sexual y que lo usaba a escondidas del esposo para su propio placer, ahí ella comenzó a narrarle poco a poco de que trataba el BDSM y todo lo que esto implicaba.

Él estaba maravillado de tanta información y de saber que más gente lo hacía y también lo disfrutaba, no sabía de tantas prácticas que existían y mucho menos que había personas que las realizaban, ese fue el comienzo de muchas enseñanzas y aprendizajes, ya que no fue la última vez que Ricardo y Adriana se vieron para practicar BDSM.

Himura-

Soy hombre heterosexual

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Categoria: Sexo con maduras
Fecha de Publicación: 2021-03-30 00:17:01
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