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Amor, ya se que darte del día del padre (Cuarta parte): El cómplice de una pareja

Para contextualizar y poder disfrutar a plenitud la historia, recomendamos por favor leer primero los relatos 1, 2 y 3.

Ha sido difícil escribir por nuestras múltiples ocupaciones y venimos desde el 2017 tratando de hacerlo. Esperamos terminar pronto.

Relato 1

Amor, ya se que darte del día del padre”.

https://guiacereza.com/experiencias/post/59209/amor-ya-se-que-darte-del-dia-del-padre

Relato 2

Amor, ya se que darte del día del padre (Segunda parte) Nuestra primera vez en un bar swinger”.

https://guiacereza.com/experiencias/post/61456/amor-ya-se-que-regalarte-del-dia-del-padre-segunda-parte-nuestra-primera-vez-en-un-bar-swinger

Relato 3

Amor, ya se que darte del día del padre (Tercera parte): Y nos exhibimos, vimos y nos vieron”.

https://guiacereza.com/experiencias/post/65213/amor-ya-se-que-darte-del-dia-del-padre-tercera-parte-y-nos-exhibimos-vimos-y-nos-vieron

Ingreso de nuevo a aquella habitación mágica y perversa. En medio de una muchedumbre que ocupaban todo el espacio de la cama allí dispuesta para el desfogue sexual y entre otros algunos observadores que ocupan el resto del espacio (no cabía un alma más, aún no me explico cómo logré ingresar), encuentro a Camilo y a Isabel quienes al verme, y sin dudarlo, levantan su mano y me invitan a que llegue, de alguna manera, al lugar donde ellos están acostados. Se encuentran en la posición del misionero; él la penetra como si no hubiese mañana mientras ella recibe feliz y con cara de gustarle mucho esas estocadas de carne dura y firme que se abren paso entre sus entrañas.

La cama de fantasías estaba a reventar, todo era gemidos, sonidos de testículos golpeando caderas femeninas y clitoris, gritos de mujeres y hombres extasiadosde lujuria y anunciando sus orgasmos, nalgadas de hombres a sus damas y, definitivamente, ese olor a sexo en el ambiente, un olor afrodisíaco que inundaba todo el lugar. En dicha habitación no cabía una teta más, una vagina más, un pene más… bueno, el mío logró entrar.

Logro ubicarme al lado de Camilo e Isabel. Esta última, sin dudarlo, me acercó a ella halándome de mi pene, mientras yo gustoso me arrodillo al lado de su cara para que me lo chupe. Lo introduce en su boca y mientras Camilo la penetra ella trata de ahogarse chupándomelo. Yo, ni corto ni perezoso, le ayudo moviendo mis caderas de adelante hacia atrás y sujetando su cabeza para que mi verga entre más profundo en su garganta. Mientras eso pasa, le masajeo una teta que Camilo no estaba disfrutando y deleito mi instinto voyerista observando todo el entorno: Tetas, vaginas, penes, gritos, gemidos, palabras sucias, cachetadas, haladas de cabello, nalgadas, besos entre mujeres, dedeadas, tijeras, corridas en caras, tetas, en culos… Si alguna vez había imaginado estar en Sódoma y Gomorra, créanme que allí sentía estarlo, era lo más parecido que había imaginado.

Siento que después de unos muchos minutos de Isabel estármelo chupando Camilo se puso incómodo. A mi izquierda había una pareja, creería que de mi misma edad, a la cuál, literalmente, Camilo me empujó. Con dicha acción mi pene salió de la boca de Isabel y quedé recibido por la mirada “angustiada” de una mujer cuya pareja taladraba sin compasión en cuatro mientras se sostenía fuertemente de sus abultadas caderas. Al verla ahí tan frágil decido tocarle la cara con mi mano izquierda, le paso el cabello por entre su oreja derecha para que no le estorbe en la cara; a su pareja parece no disgustarle para nada mi presencia y, por el contrario, puedo notar que su cara cambia a modo pervertido. Ante tal situación inicio con un juego de seducción que nos excite a los tres. Paso mi mano de la oreja de la mujer a su frente, cara, pómulos; le volteo un poco la cara para que su pareja pueda observar qué es lo que está pasando.… bajo mi mano hasta su mentón, lo apretó un poco, bajo hasta sus pechos que se contonean por las embestidas que le están propinando, paso mi dedo índice por su boca, ella trata de chuparlo pero se lo impido. Ella sigue ahí, en cuatro, gimiendo con cada estocada que le propina su pareja. Logro ver como este se desorbita con las caricias que le propicio a su hembra. No puedo ante la cara de desespero de aquella mujer y le meto mis dedos corazón y anular en su boca. No los chupa, esta mujer está totalmente descontrolada. Succiona mis dedos de una manera fuerte, llegué a pensar que me los arrancaría. Para ese instante su pareja la hala del caballo obligándola a mirarme y aumenta el ritmo y fuerza de sus embestidas. Continúa succionando mis dedos y por primera vez se atreve a tocarme. Sus manos se encuentran masajeando mis testículos; siento como alterna dicho masaje con una halada de arriba hacia debajo de mi escroto. Su pareja ve lo que ocurre, no dice nada; por el contrario, veo que lo excita aún más. Al contar con la complicidad de ambos, yo, que me encuentro de rodillas suplicando ya una mamada, me acerco a aquella mujer, la tomo sutilmente de la cara mientras miro a su pareja y apunto mi pene con dirección a aquella boca ávida de saborear mi pene. Aquel hombre sonríe, mientras su pareja ya tiene su boca abierta esperándome. Con aquella aprobación de ambos introduzco mi pene en aquella boca tibia, húmeda, ganosa. Ella levanta una mano y mientras succiona mi pene intercala la felación con unos fuertes pajazos.

Miro a mi alrededor y allí está Camilo e Isabel que no pierden escena de lo que me ocurre. Siguen en su posición inicial pero disfrutan viendo lo que pasa con aquella pareja. Los movimientos de mi nuevo amigo son más fuertes, no sé si es la excitación o si quiere que su pareja se atragante con mi pene. Los movimientos cada vez son más certeros, rotundos y constantes. Sus ojos se desorbitan, la mujer inicia a jadear más fuerte, saca mi pene de su boca y lo conserva en su mano mientras me masturba, comienza a gritar como poseída al igual que su hombre… ambos llegan juntos en un delicioso orgasmo. Yo continuo sin venirme pero pienso: "Me gustó ser el cómplice de aquella pareja". Ahora podrán ir a casa felices a recordar la experiencia vivida con alguien que jamás sabrán quién fue ni los estará ostigando por repetir.

Volteo a mirar a Camilo e Isabel y, al parecer (después me cuentan que fue así), se vinieron ambos también al unísono con esta pareja.

Me voy a bajar de la cama y veo a Isabel mirándome con lujuria. Ellos también se bajan, Camilo va saliendo de primero, de segunda Isabel y de tercero voy yo. Isabel frena su recorrido, se voltea, me mira, se muerde los labios, saca su lengua y los pasa por ellos humedeciéndolos y se arrodilla en frente de mi pene. Lo toma con ambas manos y le pasa la lengua por el glande, luego dearriba hasta abajo, me succionada un testísulo, vuelve arriba de mi pene recorriéndome con la punta de su lengua, se engulle todo mi pene... "Chúpalo, trágalo todo... Ooooh, Uuuuhmmm", disfruto yo de aquella mamada. Camilo vuelve su mirada atrás para ver que ocurría. Ve a su pareja feliz, arrodillada en el suelo chupándome el pene y solo sonríe.

Yo cierro mis ojos y disfruto de aquella tibia y húmeda cavidad que aprisiona mi pene con sus engullidas. Para mis adentros nace un leve momento filosófico, pienso: “Increíble que todas las mujeres mamen, chupen, succionen el pene de maneras tan diferentes y deliciosas”. En medio de mi excitación abro los ojos y a todo el frente mío está Camilo junto a mi esposa viendo lo que pasa… Me preocupo, no la veo muy contenta con lo que está viendo….

ellayel

Somos pareja swinger

visitas: 1205
Categoria: Fantasías
Fecha de Publicación: 2021-04-02 16:21:17
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1 Comentario

Fabuloso, ya quiero leer el 5 relato.....

2022-07-14 08:48:05

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