Cada que me preguntan qué me excita, termino en una respuestas que no a todos parece válida, pero es que 100% honesta: me excitan las buenas conversaciones y las buenas historias… y con esto no quiero decir que no disfrute sentirme penetrada a buen ritmo o esa sentir el juego de una lengua húmedo en mis pezones… pero las palabras bien dichas o escritas, me han mojado al punto de tener múltiples orgasmos mojando las sábanas solo con mis dedos. 

Creo por eso, muchos de ustedes se aventuran a hacer parte de este espacio, terminan como yo imaginando ser tomados en una fantasía ajena, quitándole las ganas a una mujer caliente, dejando; en fin, es tan infinito el placer como las posibilidades de un buen relato, hace algunas noches, yo vengo jugando a ser “Laura”.  

Nunca he estado con una mujer, lo había imaginado pero no era la prioridad entre mis fantasías, hasta que leí una serie de relatos de Ángela que terminaron en los orgasmos más intensos que había alcanzado solo con los dedos…

Tan húmeda, tan inquieta, con los pezones tan duros, entre meter dos dedos rápidamente, mientras frotaba mi clítoris dibujando círculos con dos dedos de la otra mano mojé las sábanas, mis piernas, todo lo que había alcanzado a tocar visualizando los encuentros entre Ángela y Laura, tenía rastros rastros de mi humedad. 

Masturbarse bien inspirada te lleva a sentir que esos toque es el punto exacto son los labios de otra mujer, que con su lengua está estimulando tu clítoris con perfección, o que está frente a ti, rozando su vagina contra la tuya, o comiendo las tetas como si su vida dependiera de eso, exageradamente mojadas, eternamente excitadas, para tomar un descanso y volver a empezar. 

Alguna vez sentí esta fantasía con culpa… hoy la siento con placer. Así que, si quieren “dañar” una mente o regalarle inspiración, envíenle un buen relato.