Y esa noche acudí a la cita concertada con Mi Señor, tal  y como me lo ordeno espere en el cuarto del hotel indicado parada en una esquina de la habitación, con la mirada clavada en el piso y las manos atrás, vestida de la forma que me había indicado Mi Señor, Vestido negro corto, brasier e hilo negro de encaje, zapatos de tacón alto, cabello trenzado, la espera me hacía sentir muy ansiosa, nerviosa, pero a la vez feliz y deseosa de ver nuevamente a mi Señor, de ser suya en cuerpo y alma.

Mi mente volaba tratando de imaginar que sucedería esta vez, mi pensamiento se vio interrumpido cuando la puerta se abrió y pude sentir los pasos de mi Señor, entrando en la habitación.

Buenas noches cachorra, buenas noches mi Señor.

Veo que has seguido al pie de la letra mis indicaciones… Así es mi Señor, bien sabe que  sus deseos son órdenes para mí.

Lo se mi cachorra, lo sé, ahora procede a darme la bienvenida, como se debe.

Mi Señor, Mi Amo, Mi Dueño,  estoy aquí para servirle, venerarle, adorarle, obedecerle y complacerle Mi Señor, mi cuerpo es suyo úselo a su antojo, mi alma esta rendida a sus pies Mi Señor.

Gracias cachorra, excelente bienvenida.

Ahora desnúdate lentamente para mí, permíteme admirar cada espacio de tu cuerpo que como bien dijiste ahora  es mío.

Procedí entonces a despojarme de mi ropa, lentamente baje el cierre de mi vestido y lo deje caer a mis pies, luego me quite el brasier… detente sumisa… Si Mi Señor… Desea algo Mi Señor? Si, respondió el, quiero que pellizques tus pezones y que lamas tus dedos tal y como lamerías la polla de tu Señor,  de inmediato pellizque mis pezones ya erguidos, tan fuerte como pude, y procedí a chupar tres de mis dedos tal y como chuparía la polla de mi Señor, con deseo, lujuria, suave y fuerte, la saliva chorreaba ahora por mis dedos, el éxtasis se hacía presente y  en mi mente una solo idea “complacer a mi señor”.

Para sumisa, exclamo mi Señor, continua desnudándote, recuerda organizar tu ropa tal como te enseñe, así lo hare Mi Señor, respondí.

Continúe entonces, quitándome el hilo, fue allí que mi Amo se acercó por detrás y me susurro, antes de hacerlo quiero que te des vuelta y me  permitas admirar tu culo mi cachorra.

 Procedí a darme vuelto a inclinarme un poco para que así mi Amo pudiera no solo admirar mi culo sino también mi coño húmedo,  y al hacerlo inferí,  mi Señor, admire Usted no solo mi culo sino todo mi cuerpo, el cual le pertenece total y absolutamente a Usted Mi Señor.

 Así es perra eres totalmente mía, solo mía.

La sensación de saberme expuesta totalmente, de imaginar como mi cuerpo es el objeto del  deseo de mi Amo es increíble, acelera mis sentidos, incremente mi lujuria  y perversión.

Mi Amo, interrumpe mis pensamientos al decirme: Ahora si quítatelo y déjate solamente los zapatos … Si mi Señor respondí.  

Mi Señor se acercó a mí nuevamente, y susurro: Ahora déjame inspeccionarte, quiero   observar cada parte de tu cuerpo y cerciorarme que están tal y como me gustan.  Inmediatamente siento como Mi Amo, bordea mi cuerpo,  y al hacerlo siento como  se detiene el tiempo, no escuchó nada más excepto la voz de mi Señor, no hay más ojos, no hay nadie, solo Él y yo.

Aun con mis ojos clavados en el piso, puedo sentir como sus ojos recorren cada centímetro de mi cuerpo, ahora tembloroso, esperando escuchar algún sonido, algún gesto que me haga saber que mi Amo está complacido con lo ve.  

Minutos después (que para mí parecieron horas),  Mi Dueño exclama:

 Tu coño esta depilado como me gusta.

Tu culo esta duro y estrecho, perfecto para mi polla.

Tus pezones están erguidos, listos para ser mordidos por Mí.  

Tu piel se ve suave y desde aquí puedo sentir que esta perfumada, hueles como me gusta.

Tu cabello trenzado, como lo ordene.

Has acatado todas mis órdenes, eres una buena perra.  Oír esa frase me llena de orgullo, y respondo: saberlo  complacido mi Amo es lo que más deseo.

Abre tus piernas y extiende tus brazos sumisa mía, quiero acariciarte toda, Si mi Señor,  hágalo se lo ruego.

Sus manos suaves y firmes comienzan a acariciarme desde atrás, el cuello, la espalda, los senos, las piernas, waooo un cosquilleo recorre todo mi cuerpo, anhelando que me posea  allí mismo, que sus dedos invadan mi coño húmedo, mi culo estrecho, mi boca hecha agua, deseaba en ese instante que su boca mordisqueara mis pezones, mi espalda, que sus manos azotaran mi culo, que su polla dura y firme penetrara mi coño con fuerza una y otra y otra vez, pero debía permanecer inmóvil, tranquila porque de lo contrario me ganaría un buen castigo.

A esas alturas mi humedad ya era más que evidente y mi Señor exclamo: ya está húmeda mi Puta, ahora te quiero en 4 para que respondas a mis preguntas.

De quien es tu coño perra? Suyo mi Señor.

Entonces ábrelo para Mí, aun en 4 procedí a abrir mis piernas lo más que pude, levantando un poco mi culo de manera que mi coño quedara totalmente expuesto para mi Señor.

De quien es tu culo perra? Suyo mi Señor.

Entonces prepáralo para mi polla,  humedécelo e introduce tus dedos en él. Como buena perra así lo hice, profiriendo  un Si Mi Señor, lleve mis dedos a mi boca  los moje y luego lubrique mi culo con ellos.

Que rico mi perra, me encanta tu culo, estrecho que ahora has dejado listo para mí.

De quien es tu boca perra? Suya mi Señor.

Entonces ven saca mi polla y dame una buena mamada, como una buena puta obedecí, camine en 4 cual perra, hacia mi Dueño, abrí sus pantalones, baje su cremallera y saque su gloriosa polla, erguida dura, divina,   y la lleve de inmediato a mi boca hecha agua, la introduje completa,  la humedecí para acariciarla con mis manos, para luego lamerla completa con mi lengua al igual que sus testículos , los cuales además chupe , de nuevo me introduje la polla en mi boca, mientras la chupaba con fuerza la acariciaba con mis manos, me encantaba como entraba y salía de mi boca, dura, erguida, luego me dispuse a juguetear con la cabeza de aquella polla divina, la chupaba, la lamia, deja caer mi saliva sobre ella, la metía y sacaba de mi boca uff que divina polla tiene mi Señor.

Te encanta mi Polla puta? Si mi Señor, me fascina… Gracias por permitir que esta perra se la lleve a la boca Mi Señor, para mí es un honor que Usted use mi cuerpo para su goce y deleite Mi Señor.

Escuchar la  voz fuerte y aguda de mi Amo, provoca que cada parte de mi piel se estremezca, que la humedad que forma parte de mi cuerpo salga a borbotones, que mi corazón lata más fuerte.

Nada más importa cuando estoy con él.

Continua perra, continua mamando mi polla, Si mi Seño, Si mi Señor, así que continúe mamando, chupando, lamiendo, escupiendo y acariciando la polla de mi Amo, que de vez en cuando me detenía para abofetear mi cara con sus manos y  con su polla y luego ahogarme al meterla hasta mi garganta, y cuando lo hace me envuelve en una burbuja de placer excitante donde solo estamos Él y yo.

Detente Ya, mi perra, dijo mi Señor, a lo que obedecí en el acto.

Ahora te quiero sobre mi regazo, deseo azotarte el culo con mis manos y quiero también que cuentes cada azote.

Sí, Mi Señor.

Senti como levantaba su mano … y zas 1, 2,3,4,5,6,7,8,9,10 … ya sentía un leve y delicioso ardor, 11,12,13,14,15, me encanta ver tu culo rojo mi Puta, pero también quiero ver tus lágrimas de placer, si mi Señor, 16,17,18,19,20,21,22,23,24,25, 26, 27, ya empieza a arder y a doler , contorsionada  sobre  el ruego a gritos que se detenga, (lo que mi Amo no sabe es que Aunque disfruto de brotar lágrimas y gritos producto de azotes varios) aun no sumisa, aun no, continua contando, 28,29,30, 31,32, 33, 34, aparecen mis lágrimas, 35,36,37,38,39,40. Ahora si suficiente por hoy, con el culo rojo y algo adormecido, sollozando digo. Gracias mi Señor, por todas y cada una de las hermosas marcas que dejan sus manos en mi piel Mi Señor.

De nuevo en 4 mi Perra.

Me puse en 4 mientras mi Amo se desnudaba completamente y sin previo aviso me tomo del cabello, me abofeteo e introdujo  su polla en mi boca, y comenzó a follarla una y otra y otra vez. Te gusta cómo te follo la boca mi puta? Te gusta? Yo solo podía asentir con la cabeza, pues su polla gruesa, erguida en mi boca no me permitía emitir ningún sonido, que no fueran jadeos o gemidos de placer, el éxtasis y la lujuria eran cada vez mayores.

Ahora quiero usar tu coño de puta, Si Mi Señor, úselo a su antojo, mi cuerpo es suyo y esta para su deleite y disfrute Mi Señor, no había terminado la frase cuando sentí la embestida de su polla en mi coño, invadiéndolo, penetrándolo con fuerza, mientras con sus manos apretaba con fuerza mis senos, mordía mi espalda y azotaba mi culo, con tal fiereza que me lleva al punto en el que retener las lágrimas es imposible, pero ese dolor se convierte en  clímax, en placer, en lujuria desbordada., en un deseo perverso de irrumpa en mi cuerpo de la forma que al más le plazca , pues solo deseo su placer.

Muévete para mi perra, mueve tus caderas, si Mi Señor.

Mis caderas no paraban de menearse de un lado a otro, sentía como su polla me invadía profundamente, como entraba y salía  de mi coño que segregaba placer… me encanta cuando tu coño esta tan húmedo perra mía.

Ahora, quiero tu culo. Quiero follarte el culo puta. Si mi Señor, humedécelo para Mí, si Mi Señor.

Y así lo hice lo lubrique con mi saliva lo más que pude… sentí casi de inmediato su  polla penetrar mi culo con fuerza, una y otra y otra vez.

Ahora quiero que grites: Me gusta que mi Amo me dé por el culo,  me gusta sentir como entra duro, caliente, húmedo aunque duela”, en mi mente aquello me parecía humillante, pero le debo obediencia  a mi Amo y no debo refutar sus órdenes, hazlo sumisa

Lo hice y con voz entrecortada: Me gusta que mi Amo me dé por el culo,  me gusta sentir como entra duro, caliente, húmedo aunque duela”, Repítelo

Me gusta que mi Amo me dé por el culo,  me gusta sentir como entra duro, caliente, húmedo aunque duela”,

Después repetirlo unas tres veces por fin lo logré que aquello que al principio me parecía humillante se  volviera  liberador, exquisito y me encantó.

El seguía penetrando mi culo, azotándolo y apretando mis caderas,  y excitándose al escucharme decir: Me gusta que mi Amo me dé por el culo,  me gusta sentir como entra duro, caliente, húmedo aunque duela”.

Te gusta mi puta… si mi Señor todos mis orificios de perra son suyos, deléitese con ellos, Mi Señor, folleme, folleme mi Señor.

Hoy tendrás tu premio sobre tu culo mi Perra, sé que mueres de ganas porque te llene de la boca de mi rica leche, pero hoy he decidido dejarla sobre tu culo.

Si mi Señor. Derrame su elixir, donde le plazca Señor, cualquier parte de mi cuerpo es la idónea para tan alto privilegio Mi Señor.