El era mayor que yo pero eso no me impedía verlo con otros ojos, es moreno, no tan alto y muy sexy.
Solía imaginarme sus labios en los míos, sus manos en mi pecho y su pene erecto dentro de mi.
Una noche el llegó muy tomado a la casa en la cual vivíamos, yo dormía con mi hermana y el entro a la habitación levantándome, me tomó de la mano y me llevó al baño pude observar que solo una toalla cubría su cintura sea veía muy caliente.
Yo estaba asustada porque alguien nos podría descubrir.
Pero a el no le importaba eso así que me beso mientras rodeaba mis nalgas con sus manos y me a cerca mucho más a el, yo envolvi mis manos en su cuello mientras el me pegaba a la pared y bajaba por mi cuello dejando húmedos besos, senti su erección y no dudé en quitarle la toalla y tocarlo, se sentía tan bien estaba tan duro que ya quería sentirlo dentro de mi.
Pero eso no fue así, escuchamos ruido en la cocina entonces cada uno se fue a su habitacion y al siguiente día hicimos como si nada hubiera pasado(Aunque no realidad nada paso)
Pasaron varios meses cuando alguien llamó a la puerta de mi nueva casa eran aproximadamente las 3:30 pm.
Al bajar la escalera mi primo estaba ahí, me sorprendió mucho verlo pero lo deje seguir, me dijo que quería terminar lo que habíamos empezado así que lo lleve a mi habitacion
Me senté en la cama mientras el se quitaba la camisa sus perfectos abdominales estaban en frente de mi y en cuestión de segundos sentí sus labios en los míos mientras que su mano acariciaba mis senos y uno de sus dedos lo introducía muy lentamente en mi húmeda vagina uff se sentía delicioso
No pronunciamos ni una sola palabra solo nos dejamos llevar por la excitación del momento.
Me penetró tan fuerte que sentí como se movio la cama, es todo lo que deseaba de el que me hiciera suya y eso estaba haciendo en ese preciso momento
Su pene entraba y salía de mi tan lento que podía sentir el orgasmo tan cerca, besaba su cuello y clavaba mis uñas en su espalda mientras el me penetraba cada vez mas.
Cuando sentí que ya no podía más envolvi mis piernas en su cintura y le susurre en el oído que quería que hiciera suya en todo momento y fue ahí cuando tuve el mejor orgasmo de mi vida, sentía como cada parte de mi se erizaba y mis piernas temblaban aún estando su pene dentro de mi.