Esto sucedio poco antes de esta maldita pandemia mundial...en Noviembre de 2019 aproximadamente. Por motivos de trabajo debo de viajar bastante por varias zonas del planeta, entre ellas también latinoamérica (no diré el país exacto, ni nombres ni nada específico). 

Pues bien, a través de un chat conocí a una mujer con la que fantaseábamos muy de seguido, no a diario pero casi, o al menos siempre que habia tiempo ya que por la diferencia horaria no siempre resultaba fácil. Ella es una mujer de 32 años de piel morena (no negra), pelo liso y largo por casi su cintura, ojos marrones y rasgados, labios gruesos aunque no muy grandes, una figura esbelta (es bailarina profesional) pero sin demasiado pecho aunque en sus pezones podría colgar la toalla de la ducha, un trasero respingon y unas piernas dignas de ser esculpidas por Miguel Ángel. Mide aproximadamente 1.70 y solamente su forma de andar ya invita a dejar volar la imaginación. 

A través de Skype le expliqué cual era mi trabajo y que 3 o 4 veces al año debia de ir a su país, y que mi intención (si ella estaba deacuerdo) era encontrarnos en uno de mis viajes y que me acompañase los días que ella quisiera, pudiera o le apeteciera. Su respuesta fue la que esperaba, dijo que antes habia que conocerse mejor y que el tiempo diria. Si hubiese dicho SI a la primera yo habria desconfiado... Y así fue. Nuestras charlas cada vez eran más intensas y las preguntas cada vez eran más explícitas, me gustaba notar que ella hacia lo posible para que pudiéramos coincidir por los horarios, yo hacia lo mismo (dormí muy poco en esa época). En una de esas ocasiones en que íbamos a vernos y charlar, ella se puso delante de su cam con un conjunto de lenceria que no olvidaré en la vida... Era un conjunto de color negro con encajes, sus pezones casi sobresalian del sujetador y la tira del tanga le marcaba una cintura exquisita. Le pregunté a que debia de agradecer esa visión y su respuesta, tímidamente, fue que acababa de salir de la ducha cuando llamé y no se paró a pensar como iba a verla... No hacia falta ser demasiado inteligente para darse cuenta de que no fue una casualidad que ella se dejase ver así por mi, ya hacia días que nos estábamos cargando de morbo y calentando (fotos y videos incluidos) y solo era cuestión de tiempo que empezásemos a disfrutar visualmente el uno del otro, y ese iba a ser el dia. Yo soy un hombre que gesticula bastante y no pude esconder mi cara de asombro al ver a esa hembra perfecta semi-desnuda frente a mi, al igual que tampoco pude esconder la erección que me provocó al momento. Ella se tumbó en su cama y colocó su ordenador frente a ella, abrio sus piernas lentamente siendo conocedora de lo que yo estaba disfrutando aún a miles de kilómetros de distancia. Se quito la tanga con tota la sensualidad del mundo, sin ninguna prisa pero sin detenerse, su mirada era puro fuego junto con una sonrisa pícara de complicidad. Cuando quedó totalmente desnuda me pidio que me quitase el pantalón (yo únicamente llevaba puesto un pantalón corto de los que se usa para estar por la casa cómodamente) y obviamente obedecí a esa orden al instante y sin tanto glamour como instantes antes habia hecho ella. Mi polla apareció en pantalla como un buque de guerra curtido en mil batallas dispuesto para ser apreciado en todo su esplendor. Ella abrio el cajón de su mesita de noche y saco un vibrador que rápidamente y sin apartar su mirada de la pantalla empezo a pasar sobre su clítoris mientras yo empecé a masturbarme lentamente para que las primeras gotas de mi lubricante personal empezasen a brotar. No tardo demasiado en dejar en paz a su clítoris para introducirse su vibrador en esa vagina perfectamente rasurada que ya estaba empapada y dispuesta para el embite del juguete. Su primer orgasmo apareció pronto mientras yo tenia que controlar el ritmo de mi mano para no terminar tan rápido, queria aguantar todo lo que pudiera sin venirme! Ella no cesaba de darse con fuerza y metiendo el juguete hasta la empuñadura cuando de repente y entre jadeos lujuriosos me advierto de que no perdiera detalle de lo que iba a pasar. A los pocos segundos de haberme avisado aprecié perfectamente un delicioso squirt estando ella a 4 patas sobre la cama dejándome ver su culo dilatado, no fue el más grande que yo habia visto pero si lo suficiente como para que con unas servilletas tuviera que limpiar el teclado de su ordenador portátil. Me moria de las ganas de lamérselo todo...me encantan las humedades y como más, mejor. Ella volvio a sentarse, se llevo su empapadísimo juguete a la boca y pidiéndome sin decirlo con palabras que ella deseaba que le llenase la boca de mi espesa leche. Ahí ya no pude más y en unos breves pero intensos segundos acabé viniéndome sobre mi abdomen aunque en mi cerebro fue, obviamente, dentro de su boca.

Durante unos pocos meses continuamos masturbandonos juntos varias veces por semana, unas más y otras menos por los horarios pero lo hacíamos y fantaseábamos sobre como seria el día de encontrarnos personalmente y no a través de una pantalla de ordenador. Un día en el trabajo me dijeron que tenia que viajar al país de "mi" Diosa, así que esa noche al llegar a mi casa le dije las fechas exactas en las que tenia que viajar, que iba a ser en unas 2 semanas. Ella, al igual que yo, se alegró pero a ambos también nos invadio cierto nerviosismo por ver la cercania del encuentro. Por fin íbamos a poder hacer todas esas cosas que habíamos hablado, y no todas ellas relacionadas con el sexo. Ella empezó a gestionar en su trabajo para poder estar fuera unos días y por suerte todo se dio (aunque no se hubiera dado yo habria movido cielo y tierra para ir hasta su ciudad, pero no hizo falta). Al llegar al aeropuerto la llamé (ella llegó a esa ciudad la noche anterior a mi llegada) para decirle que ya habia aterrizado y preguntarle en que parte del aeropuerto me estaba esperando. Al salir, a toda prisa, por la puerta de Salidas allí la vi, al lado de una columna...que imagen por Dios!! Se vistió correctamente, nada vulgar, pero ese cuerpo es imposible esconderlo detrás de unas telas... Su perfecta cara de felicidad y nerviosismo me invadian mientras caminando me acercaba a ella. Mis primeras y "estúpidas" palabras fueron "disculpa la cara de sueño que tengo pero no he podido dormir en todo el viaje", a lo que ella respondió con un "bienvenido" y acto seguido su boca se pego a la mia metiéndome la lengua hasta la garganta mientras mis manos se posaban sobre la parte baja de su espalda. Un aeropuerto no es el mejor lugar donde dejarse llevar...ya habria tiempo y a mi me encanta jugar para aumentar la temperatura. Nos metimos en un taxi que me tenia que llevar a ver a un cliente al centro de la ciudad y, entre pequeños manoseos y besos le dije que me esperase en un restaurante próximo. Normalmente en este tipo de viajes comes o cenas con los clientes y esa vez no iba a ser una excepción, así que tanto yo como los clientes (3 personas más) nos unimos a ella en ese restaurante. Ella quedó un poco perpleja por la situación, le presenté a esas personas a las que yo habia dicho que ella era mi pareja y se sentó a mi lado. En esa comida no hablamos demasiado de trabajo, eso ya lo habíamos hecho en las 3 horas anteriores y yo ya hacia años que les conocia, así que se interesarón en mi relación con ella, en como nos conocimos, etc...ese tipo de preguntas. Ella permanecia bastante callada dejando que fuese yo el inventor de la historia para no meter la pata, ella sabía perfectamente porque me conocia que jamás diría que solo nos unía una fuerte atracción sexual. Así que lo que dije fue que en mi último viaje a su país la conocí cenando y me gusto tanto que me tomé unos días de vacaciones para pasarlos con ella. Total, que no se como lo hice pero se lo creyeron... Estos señores (2 señores y una señora) les gustó tanto la historia (inventada!!) que nos ofrecieron una casa y un vehículo para nosotros solos a las afueras de la ciudad, decian que se negaban a dejarnos ir a un hotel y que teníamos que aceptar su invitación si o si. La verdad es que no tuvimos escapatoria y finalmente acepté. Además tenia que volver a verles, al igual que a otros clientes, y no era cuestión de rechazar su generosidad. Terminamos la comida tarde y yo estaba medio muerto del cansació del viaje, así que recogimos el vehículo prestado en un parking cercano y gracias al GPS llegamos a la casa en menos de media hora. En esa media hora aproximada de viaje ella parecia estar más preocupada de mi cansancio, como si pensase que al llegar no podria darle lo que tanto anhelaba... Llegamos a la casa, que no era muy grande pero si que era espectacular. Un bonito jardín y una pequeña piscina fué lo primero que vimos al entrar. Dejé la maleta y el portátil sobre una mesa del salón y le pedí que se acercase para poder besarla. Ella se quito los zapatos beige de tacón que llevaba mientras se me acercaba, la levanté del suelo cruzando sus piernas en mi cintura y los besos solo se vieron interrumpidos por sus ganas de quitarme la camisa ya más desesperadamente. La tumbé sobre el sofá, le desabroché su camisa, luego su pantalón, aparté su tanga y empecé a comerle el coño como si se fuera a acabar el mundo. Mi cara estaba empapada de sus fluidos, creo que se vino en menos de un minuto pero yo seguí lamiendo con un par de mis dedos bien metidos. Al rato me puse en pie a su lado, me quité toda la ropa que todavía me quedaba puesta, la agarré de su negra cabellera y le llevé mi polla hasta su cara para darle unos "latigazos" y que se la llevase a la boca para succionar. Empezó a chupar con tantas ganas que casi vomita, le agarré la cabeza para que se quedase quieta y poder follarle esa boca que parecia una aspiradora. Al rato la puse a 4 patas sobre ese sofa de piel marrón apoyada en el reposabrazos y pude ver lo dilatados que estaban todos sus agujeros. Los habia visto antes así por videollamada, pero verlos personalmente hizo que dudase de si empezar por el culo o por su vagina. En breves segundos decidí que ya tendria tiempo y días de ver si su culo aguantaria una polla como la mia y con todas esas ganas que tenia, así que empecé por su coño. Se la metí despacio, disfrutando y viendo como entraba apartando nuestros fluidos mientras ella se abria las nalgas con sus manos para que mi visión fuese perfecta. Ella disfrutaba no solo con mi polla entrando y saliendo de su jugoso y estrecho coño, sinó que también volteando su cabeza para ver mi cara de excitación. Se vino como 3 o 4 veces hasta que se quiso poner de frente a mi tumbada aún en ese sofá y pedirme que se lo hiciera lo más duro posible. Ni corto ni perezoso se la volví a meter con todas mis fuerzas, dándole tan rápido y duro como podia mientras ella esta vez podia ver ese espectáculo en primera persona y yo ver su cara desencajada por el placer y no sé si también por algo de dolor. En pocos minutos me aparto de un empujón y sin que me lo dijera supe que se iba a venir con uno de sus squirts, así que me arrodillé frente a ella tocandome y puse mi cara entre sus temblorosas piernas para poder tragarme algo de ese delicioso chorro... Ella se quedó unos instantes con la respiración agitada, casi inmóvil pero yo todavía no había terminado con ella... Se la volví a meter en la boca pero esta vez sin tantas prisas, queria que jugase con ella, que relamiese sus propios fluidos posados en mi polla, que la disfrutase como una niña disfruta de su helado preferido; lentamente para que no se le termine... Cuando ella retomó su respiración me la llevé en brazos al jardín donde ya quedaba poca luz diurna y la posé en el borde de la piscina metiéndome yo en el agua. Ella se sentó en ese mismo borde, me acerqué a ella, separé sus piernas y volví a darle un rico y suave sexo oral mientras le pellizcaba sus ricos pezones. De una, después de volver a venirse, ella se levantó y andó despacio volteando su cara de pícara mirándome hasta unas sillas altas de jardín que había delante de una barra de cocina exterior cerca de la piscina y se sentó apoyando su cara en esa barra dejando su culo totalmente a mi disposición. Yo salí del agua y fuí donde estaba ella pudiendo apreciar su espalda fibrosa y sudada y su culazo preparado para embestirlo. Me puse justo detras de ella, lamiéndole desde la nunca hasta media espalda mientras mis manos apretaban sus tetas y mi polla se apretaba contra su cadera. Ella misma me la agarró y la condujo hasta ese agujero que tantas ganas tenía ya de probar. Nada más notar como entraba la cabeza, noté como ella arqueaba su espalda para notarla todavía más facilitándome la entrada a su cueva. Volteó su cabeza para mirarme a la cara y muy suave pero muy sucia me dijo que la queria entera dentro, así que no dudé en buscar las fuerzas que aún me quedaban para complacer su deseo y metérsela entera por el culo hasta que mis tetículos chocaron con la base de esa silla alta. Ella chillo, eso no era un gemido sinó un grito, se quedó erguida como si le acabasen de meter el palo de una escoba pero no tardo ni 3 segundos en relajarse y empezar a mover su trasero al mismo ritmo que yo movia mi cadera. Su culo ya no era un lugar estrecho, estaba totalmente dilatado y yo lo notaba perfectamente, así que pude follármelo de igual manera que hacia unos minutos me la habia follado duro en el sofá del salón entre gritos y gemidos y agarrado a esa barra para poder hacer más fuerza. Empecé a notar como subia mi leche por el tronco de mi polla y así se lo dije a ella, así que se retiró de un salto y se puso de rodillas frente a mi masturbandome con sus manos y abriendo su boca con una cara de vicio de la que me arrepiento de no haber hecho una foto para verla en mis momentos de soledad. Puse una mano sobre su cabeza para guiarla pero también para no caerme al suelo por el agotamiento y de repente le solté unos muy buenos chorros de esperma sobre su cara y su boca quedando totalmente extasiado mientras ella no dejaba caer ninguna gota...

Eso fue el primer día de 5 que pasé con ella con sus respectivas noches. Solo espero, y ella dice lo mismo, que termine esta dichosa pandemia para volver a la normalidad y reanudar mis viajes de trabajo para volver a poseerla y que ella me posea a mi... Fué y volverá a ser espectacular, no tenemos ninguna duda. La duda es saber hasta donde somos capaces de llegar porque aún no hemos llegado al límite de nuestras fantasias...

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